"Desde el Secretariado Diocesano de migraciones de la diócesis de Cádiz y Ceuta nos relatan que, a día de hoy, la situación es relativamente tranquila, ya que -según informa una delegación del Gobierno- unas 5.800 personas (de las aproximadamente 8.000 que entraron) han sido devueltas a Marruecos que ha vuelto a cerrar y recuperar el control de su frontera. Los demás migrantes están alojados en centros de acogida, sobre todo los menores y jóvenes no acompañados, aunque también se ven algunos vagando por las calles de la ciudad", explica Xabier Gómez, op., dominico y Director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE)
El religioso explica que del otro lado de la frontera vive un elevado porcentaje de población, "familias y jóvenes sin trabajo ni perspectivas que lamentablemente solo ven un futuro con la migración a Europa".
"Hablamos de una situación de crisis económica acentuada por la pandemia del Covid-19. Estas personas y su desesperación han podido ser instrumentalizadas políticamente, pero ahora tocará gestionar, no tanto una crisis migratoria, sino las consecuencias de una crisis política en esta población empobrecida, migrante y vulnerable; así como el impacto que esto ha generado en el conjunto de la sociedad", añade nuestro entrevistado.
- ¿Qué medidas ha puesto en marcha el Gobierno español para gestionar esta situación y evitar que aumentan las tensiones?
El Gobierno y el conjunto de administraciones se hicieron cargo de la situación desde el inicio de esta crisis abordándola en un contexto político, pero a la vez, incrementando la protección y seguridad de las fronteras de España y de Europa; aplicando las medidas que acostumbra en estos casos. Confiemos que, lo han hecho garantizando los derechos de estas personas pero en el marco de una situación que ha desbordado todas las previsiones.
No podemos dejar solos a los gobernantes ni a los ciudadanos en la gestión de algo así. Está también, en cada uno de nosotros, el evitar el pánico y no contribuir a la cultura de la hostilidad. Tampoco hacer un uso partidista del drama de la pobreza y las personas migradas. No olvidemos ser proactivos, buscando el bien común.
- ¿Qué pasará con estos migrantes... Regresarán a sus países o podrán quedarse en España?
Creo que esta es una pregunta pertinente, no solo ahora, sino antes y después; porque estos migrantes son personas que tienen derecho a una vida digna y un futuro en su propio país. Como bien recuerda al Papa Francisco, lo ideal sería evitar las migraciones innecesarias y para ello el camino es crear en los países de origen la posibilidad efectiva de vivir y de crecer con dignidad para el propio desarrollo integral.
Ojalá se dieran los medios para poder acompañar en este momento, caso por caso, la realidad y la situación de cada migrante que ha llegado garantizando que sus derechos sean respetados, por ejemplo, a la hora de solicitar protección o asilo. Estamos viendo que el plan del Gobierno español es aplicar los acuerdos bilaterales con Marruecos para continuar con las devoluciones. Sin embargo, en cuanto a los menores que ya están en territorio español y quieran permanecer aquí, entiendo que son ya responsabilidad de España.
- Como Director del Departamento de Migraciones de la CEE, ¿cree usted que la actual pandemia del Covid-19 podría ser la causa principal de esta "fuga masiva" de migrantes?
La actual pandemia ha venido a agravar la crisis económica ya existente en muchísimos países. Creo que quien busca desesperadamente un futuro mejor en otro país, se ve obligado a huir de la miseria, de la perspectiva de "no ver salida" a su desarrollo integral en su propia tierra.
Evidentemente, no es solo la pandemia la causa de esta fuga masiva. Como dice el Papa Francisco en Laudato si', "todo está conectado", por tanto son muchas las causas que actúan en los flujos migratorios. No es solo Marruecos o África, son muchas las regiones por todo el mundo que están conociendo el desafío de la movilidad y la migración.
Conviene, por tanto, ampliar la mirada y sobre todo movilizarnos como Iglesia y sociedad, para acompañar y sostener la esperanza de los más vulnerables. Ellos son "carne de nuestra carne", ellos son "nosotros".