Este 25N, la ONG Entreculturas relanza su campaña de firmas para acabar con la violencia hacia las niñas Más de ochenta mil personas exigirán ante la ONU la erradicación de la violencia contra las niñas
Con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, la ONG Entreculturas reimpulsa la recogida de apoyos para acabar contra esta grave violencia estructural hacia las niñas
El próximo mes de enero niñas de varios países, participantes de los programas de Entreculturas, entregarán las firmas al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra.
(Entreculturas).- Durante mucho tiempo la violencia contra las mujeres y las niñas ha pasado desapercibida en todo el mundo. Sin embargo, desde principios de siglo la ciudadanía y las entidades sociales han impulsado un cambio de paradigma que, poco a poco y a distintos ritmos, ha ido calando en la mayoría de gobiernos. Un compromiso tardío que ha ido arrojando luz a una problemática silenciada, que no, desconocida.
Esta movilización de gran parte de la comunidad internacional ha permitido obtener cifras globales que demuestran la magnitud de la violencia a la que se enfrentan las mujeres y las niñas. Datos, como los de Naciones Unidas, que señalan que cada 10 minutos una mujer es asesinada por su pareja o un familiar, o que 1 de cada 3 (746 millones) mujeres ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.
Ante esta situación, y con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra este 25 de noviembre, la ONG Entreculturas relanza su campaña de firmas para acabar con la violencia hacia las niñas, uno de los grupos más vulnerables. Para ello, llevan más de 6 años impulsando la campaña La LUZ de las Niñas que entre otras acciones, lanzó esta recogida de firmas para movilizar a la sociedad española ante esta grave problemática.
Esta campaña de apoyos para exigir que los derechos de las niñas sean respetados y protegidos tendrá su punto final a mediados del próximo mes de enero, cuando niñas de diversos países de Europa, África y América Latina harán entrega de las firmas, más de 80.000 a día de hoy, al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en una reunión en Ginebra. “Este encuentro es fruto de un esfuerzo colectivo que permitirá a las niñas no solamente compartir su visión sobre las violencias a las que se enfrentan, sino también elevar al Alto Comisionado peticiones concretas para frenar esta situación", explica Laura Lora, responsable de comunicación de la campaña La LUZ de las NIÑAS.
La importancia de que mujeres y niñas cuenten sus historias
240 millones de niñas y adolescentes han sufrido en todo el mundo alguna forma de violencia a lo largo de su vida, ya sea física, sexual o a través del matrimonio forzado y la mutilación genital. Muchas de sus historias no son escuchadas al no ser tomadas en cuenta o al ser directamente silenciadas. Para que su voz sea escuchada, la ONG Entreculturas ha recogido en el libro “Te voy a contar mi historia", testimonios reales de niñas de entre 10 y 15 años de Etiopía, Kenia y Sudán del Sur.
Niñas como Salma, joven somalí de 11 años, que narra el temor que le produce ir a por leña sola: “lo que más miedo me da en este mundo es que me ataquen, me agredan o me rapten, pero mi tío no lo entiende y sigue obligándome a ir sola al bosque a recoger leña”. La suya es solo una de las muchas y duras experiencias a las que se enfrentan día a día millones de niñas y mujeres en el mundo. “Hemos querido prestar nuestra voz, capacidad y posición para que las propias niñas y mujeres cuenten estas realidades y así denunciar, con más fuerza si cabe, que la violencia contra nosotras es todavía real y palpable”, afirma Laura Lora.
Sobre la Luz de las Niñas
La La LUZ de las NIÑAS es un programa de la ONG Entreculturas que ha acompañado a más de 70.000 niñas en 20 países de África y América Latina desde 2012. Su objetivo es luchar contra la violencia hacia las niñas, visibilizar las desigualdades que sufren e incidir para transformar esta realidad.
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