Pacto educativo: A vueltas con la religión



En el semanario católico “Alfa y Omega” (nº 966), de 25 de febrero de 2016, nos encontramos con el siguiente artículo: El PP propondrá que Religión no se imparta en todos los cursos.

El título viene a colación, nos dice el redactor, de las palabras de un miembro del Partido Popular con destacada influencia en el sector educativo, quien afirma que “lo que hay sobre la mesa es la propuesta que está manejando el PP para que la asignatura de Religión confesional deje de ofertarse –como ocurre ahora– en todos los cursos del itinerario escolar, y se limite únicamente a unos tramos concretos”.

Además y lo más grave es que ya han buscado una justificación legal, pues sostiene que “esta modificación no implica una violación de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede para que la materia se imparta «en igualdad de condiciones» con las otras asignaturas, pues el modelo de alternancia en distintos cursos ya se aplica a otras materias como Música, Informática o Economía”.

Bien es cierto que el artículo II del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, firmado en la Ciudad del Vaticano el 3 de enero de 1979, contiene “Los planes educativos en los niveles de Educación Preescolar, de Educación General Básica (EGB) y de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y Grados de Formación Profesional correspondientes a los alumnos de las mismas edades incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los Centros de educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales”, por lo que sería factible lo presuntamente propuesto por el PP, pues la norma internacional expresa niveles educativos y no cursos.


Según sostiene el artículo, antes o después, el PP tendrá que pactar en el ámbito educativo con PSOE y Ciudadanos; los primeros que abogan entre la eliminación de la asignatura de religión o convertirla en una asignatura del hecho religioso sin confesionalidad alguna, y los segundos en eliminarla del currículo.

Pero ello tiene, a su vez, inconvenientes de gran calado, el primero de confianza en los Obispos que parece que conocen tal propuesta desde hace algún tiempo, y que tal vez sea lo que provocó que el Cardenal Cañizares dijese, recientemente y dirigido a los profesores de la Diócesis de Valencia, aquello de defender con uñas y dientes la asignatura de religión.

Pero el problema más grave es que estaremos provocando una salida de alumnos de la escuela pública para engrosar la escuela privada y concertada, con los intereses que ello conlleva, pues lo padres no tendrán más remedio que evacuar a sus hijos si quieren que sean educados en sus propias convicciones.

Otro problema de mayor calado si cabe, es la situación laboral de los miles de trabajadores de esta enseñanza, a los que no se les brinda alternativa alguna, más que despidos objetivos o reducciones de jornada hasta la miseria.

Como dice el Foro de la Familia, sería despreciable que el PP o cualquier otro partido plantease quitar la asignatura a cambio de (...).



Estamos ante un nuevo y reiterado ataque a los trabajadores por parte de partidos políticos que no tienen nada que ofrecer, y abundan en trasnochadas ideologías, que a su vez pone de manifiesto la conveniencia de trabajar en una asignatura no confesional de “Fenomenología del Hecho Religioso y Convicciones” para todos los alumnos sin distinción y que forme parte del currículo a todos los efectos. Y mientras tanto, de llevarse a efecto tal propuesta de reducción y alternancia en distintos cursos, y hasta la implantación definitiva de la asignatura no confesional, la actual asignatura de religión debe ir acompañada de la posibilidad de que su profesorado pueda completar jornada con otras materias y funciones, pues no es incompatible ser contratado para impartir religión con la impartición residual de otras materias para las que se sea competente.

Volver arriba