La culpa de la Iglesia bloquea el mensaje cristiano, según el teólogo Hans-Joachim Sander ¿Por qué a la Iglesia le resulta tan difícil lidiar con su propia culpa?

La admisión de la culpa juega un papel central en la proclamación de la Iglesia. Pero esto ahora tiene graves consecuencias para ella. Así lo afirma el teólogo dogmático Hans-Joachim Sander, quien, en una entrevista publicada en la web de la diócesis alemana de Essen, sostiene que la institución eclesial debe confesar y afrontar su propia culpa en un nivel elemental.

"La culpa de la Iglesia, que no se aborda de forma elemental, es un bloqueo total del mensaje cristiano orientado a la Iglesia", asegura este profesor de la Universidad de Salzburgo, y se trata, además, de una cuestión que tendrá que reconocer porque se evidencia en numerosos aspectos.

Según Sander, las confesiones de culpabilidad y conmoción de los obispos, por ejemplo en relación con los abusos sexuales en la Iglesia, van en serio. Sin embargo, como muchas de estas confesiones son necesarias, se han convertido en un ritual y siempre se relacionan con cada caso específico. "Ningún obispo alemán se disculpa por los graves abusos sexuales en la Iglesia católica italiana, donde ni siquiera han empezado a aceptarlos. ¿Cómo debería hacerlo?", señala Sander en la citada entrevista, recogida también por Kathoslich.

No alcanzan el nivel elemental

"Aquí se aplica el modo mea culpa. Y en el contexto de este déficit de mea culpa frente al poder de acusación integral y global de la Iglesia, que llega a los ámbitos más íntimos de la vida, esto significa que las confesiones episcopales no alcanzan el nivel elemental. Los afectados lo sienten y ya no pueden oírlo. Porque han tenido que experimentar dolorosamente cuán fundamentalmente ellos mismos han sido destrozados por el abuso sexual, el abuso espiritual, la falta de comprensión por parte de casi todos los demás y, por último, pero no menos importante, por décadas de encubrimientos episcopales", explica el teólogo.

“Lamentablemente, mientras las confesiones de culpabilidad de los obispos y del Papa no alcancen este nivel elemental, seguirán siendo insuficientes e incluso ritualmente irrelevantes”, subraya el profesor.