Un abandono injustificado.
El palau de Sineu, antigua residencia de los Reyes de Mallorca, es un símbolo del abandono con que el obispado de Palma de Mallorca trata a la vida consagrada contemplativa y sus propiedades. Un monasterio que fue “donado” por las concepcionistas al obispado, de una manera un tanto extraña y sin que las Concepcionistas de otros conventos de España pudieran tener derecho alguno a la propiedad del monasterio de sus hermanas, después de más de 400 años de vida monástica concepcionista allí.
Primero, fueron las jerónimas de Palma, ahora el Palau de las Concepcionistas de Sineu, el Monasterio de la Inmaculada Concepción, sometido al abandono y sin luz eléctrica porque le han cortado el suministro por falta de pago del obispado. Un lugar donde aún trabaja Cáritas sin luz eléctrica. De esto mismo se hace eco la prensa de Palma en el día de hoy, con gran sorpresa cuando no escándalo de los habitantes de Sineu que siempre estuvieron muy unidos afectivamente a las monjas y temen ahora que el monasterio, el Palau, que contiene muchos bienes artísticos de una gran valor, quede condenado al abandono, sin los adecuados medios de conservación. Algo que no deberían permitir las autoridades.
Desde que murió sor Paquita, que fue toda una institución en Sineu por su cercanía y ayuda a los pobres, el monasterio de Sineu se ha visto abandonado y sin los cuidados necesarios para su conservación en perfecto estado. El último episodio de este abandono es el corte de la luz eléctrica por falta de pago del obispado. El obispado tuvo mucho interés por la propiedad, como ahora con las jerónimas, pero tiene muy poco por su mantenimiento, siendo, como es, un lugar histórico y de gran belleza.
Aquí, como en el caso de las jerónimas, argumentan que van a buscar nueva presencia de vida consagrada para habitarlo, pero nos tememos que, con las falta de vocaciones que hay, sea sólo un disculpa para mantener calmados los ánimos de la gente y mientras tanto no hacer nada para conservarlo de manera adecuada.
Y es que la ambición es mala compañera de camino para todos.
Primero, fueron las jerónimas de Palma, ahora el Palau de las Concepcionistas de Sineu, el Monasterio de la Inmaculada Concepción, sometido al abandono y sin luz eléctrica porque le han cortado el suministro por falta de pago del obispado. Un lugar donde aún trabaja Cáritas sin luz eléctrica. De esto mismo se hace eco la prensa de Palma en el día de hoy, con gran sorpresa cuando no escándalo de los habitantes de Sineu que siempre estuvieron muy unidos afectivamente a las monjas y temen ahora que el monasterio, el Palau, que contiene muchos bienes artísticos de una gran valor, quede condenado al abandono, sin los adecuados medios de conservación. Algo que no deberían permitir las autoridades.
Desde que murió sor Paquita, que fue toda una institución en Sineu por su cercanía y ayuda a los pobres, el monasterio de Sineu se ha visto abandonado y sin los cuidados necesarios para su conservación en perfecto estado. El último episodio de este abandono es el corte de la luz eléctrica por falta de pago del obispado. El obispado tuvo mucho interés por la propiedad, como ahora con las jerónimas, pero tiene muy poco por su mantenimiento, siendo, como es, un lugar histórico y de gran belleza.
Aquí, como en el caso de las jerónimas, argumentan que van a buscar nueva presencia de vida consagrada para habitarlo, pero nos tememos que, con las falta de vocaciones que hay, sea sólo un disculpa para mantener calmados los ánimos de la gente y mientras tanto no hacer nada para conservarlo de manera adecuada.
Y es que la ambición es mala compañera de camino para todos.