#pascuafeminista2025 ¡JESÚS RESUCITADO, ERES LA PALABRA!

| Martha Eugenia, Mujer Mariposa
Levantaste la voz, sí, te escucharon también y por eso tuvieron miedo y te acallaron de la forma en que solo sabe hacerlo el prepotente, el miedoso, con brutalidad.
Eras tan sólo un hombre, pero lo profundo de tus ideas, lo valiente de tus acciones y los muchos que te seguían, los cuestionaba, por lo que tenían que pararse en seco. Te mataron, y pensaron que con ello te olvidarán. Lo que no sabían era que eras el Hijo de Dios, el que fue descubriendo al paso del tiempo y que cuando lo comprendió fuiste la voz, la Palabra de Dios, para traer esperanza a los desesperanzados, luz a los que vivían en tinieblas, y consuelo a los desamparados. Así eres, así lo dijiste, así te comportaste: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6).
Entonces el sacrificio más grande que un ser vivo puede hacer, se te pidió y aún con miedo, aún con angustia, obedeciste y lo hiciste para que cualquiera pudiera comprender que en la obediencia a la Madre/Padre celestial, está el culmen. Tú, siendo verdadero Dios y verdadero hombre, viviste el tormento que solo los infames dan. Pero triunfaste, sí ante lo que se creía el fin, la muerte, la venciste, resucitaste, resucitaste.
Pero eso fue acompañado de algo extraordinario, lo hiciste saber a las que se consideraban casi nada, a las sometidas por la fuerza de la cultura y la ruindad patriarcal, las invisibilizadas, a las sin valía, a las no creídas, a las MUJERES.
Sí a aquellas que te creyeron, te siguieron, te amaron y te honraron, aquellas que se sintieron entendidas, aceptadas, tomadas en cuenta, no de manera condescendiente, sino con la dignidad que les correspondía; tus discípulas, y que se interesaron en ungirte después de tu muerte en la mañana de Pascua; las valientes que sin importar las represalias que pudieran vivir, te fueron leales, porque creían en Ti. Ahora llamadas MIRÓFORAS, por la tradición cristiana y nombradas por los cuatro evangelistas.
Mt 28,1.9 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. He aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.
Mc 16,1 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.
Lc 24,1.10a El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas.
Jn 20,1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.
Y tú una vez más les diste el lugar que les correspondía como las amadas de la Madre/Padre celestial, les confiaste la MISIÓN de comunicar a los demás de tu resurrección. Lo hicieron, y fueron no creídas pero ellas aún con miedo, aún con asombro, valientes TESTIMONIARON que lo que habías dicho lo habías realizado, habías resucitado.
Mujeres de antes que como las de hoy valientes, testimonian de lo que han visto, de lo que han vivido y no son creídas por el sólo hecho de ser mujeres en un ambiente machista y/o misógino. De las que tienen que confiar en otras para seguir en algún proyecto, costándoles exponencialmente mayor esfuerzo porque son femeninas. De las que en muchos puntos del mundo, son rechazadas porque no se confía en ellas, de las que culturalmente son juzgadas como malas mujeres, porque no quieren tener hijos, o por el contrario son las que se hacen cargo total de la situación familiar, porque la pareja irresponsable ya no lo quiere hacer. Llevando con su hacer cotidiano, la esperanza, la presencia de la Madre/Padre celestial para los suyos, a pesar del arduo esfuerzo que se requiere. Las que aún con la capacidad intelectual que se necesita para desempeñar un puesto, por el hecho de ser mujeres se les menosprecia o a cambio de darles trabajo, se les denigra de formas diversas, como la sexual, de las que... pero ante cualquier eventualidad siguen fortaleciendo a los suyos, aún a pesar de su salud o anhelos o necesidades personales.
Por eso Señor Jesús resucitado, gracias por confiar en nosotras MUJERES de cualquier momento de la historia, gracias por enseñarnos que tu siendo el HIJO amado de la Madre/Padre celestial, estás a nuestro lado, por darnos a la Ruah divina para que nos de la fuerza de su amor y la capacidad con sus dones para poder llevar a cabo la misión.
Gracias Jesús, hijo de María por resucitar y confiárnoslo a nosotras MUJERES.
Martha Eugenia,
Mujer Mariposa.