#sentipensares Siguiendo a la Ruah Divina

Siguiendo a la Ruah Divina
Siguiendo a la Ruah Divina

¡Jesús mirando a su alrededor dijo entonces a sus discípulos: !Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios! Lc 17, 23

Hay muchos tipos de riqueza, la hay de diversas formas, en la actualidad  le damos una connotación de abundancia positiva. Sin embargo, si hacemos analogías se ve que la opulencia puede tomarse en forma negativa también. Se puede tener exuberancia de agresividad, de confianza en sí misma, en el exceso de conocimientos, en holgura de iniciativa, de ímpetu, etc.

Todos estos elementos en equilibrio son necesarios para tener una existencia estable, por ello cuando el mandato evangélico, pide que se pongan a disposición de lo que la Palabra divina requiere, pues, entonces, si no se tiene bien claro que el seguimiento a Cristo, implica no erradicar estos comportamientos, sino de manera adecuada moderarlos para entonces compartirlos con los que lo necesitan y así ser discípulos cristianos verdaderos.

Y en estos momentos en que muchas estamos esforzándonos por encontrar un lugar digno en la Iglesia, lugar donde muy pocas veces se hace un reconocimiento real y verdadero a la mujer, necesitamos moderar nuestras acciones para dar testimonio verdadero de nuestro ser discípulas.

Esto es difícil, ya que se puede perder la perspectiva y la esperanza, pues aunque lo que se pide es adecuado y necesario, los modos, dichos y acciones para conseguir el objetivo necesitan ser prudentes, basados en la guía de la Rhua divina, manteniendo la vista fija en Cristo Jesús, para poder perseverar en él, y saber esperar el momento justo para conseguirlos, sin caer en la desesperanza y/o arrebatadas por el celo apostólico, desencaminar a otras y otros.

¿Qué difícil encontrar este equilibrio? Ya que lo contrario ocasiona de manera fácil caer en la riqueza que empobrece y estorba para lograr el objetivo.

"Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios" Mc 10, 25.

Entendiendo que ojo de una aguja se refiere a una puerta pequeña que se encontraba en la entrada de Jerusalén.

Por lo que la riqueza bíblica que se reconoce es la de considerar que lo que se tiene es bendición de Dios, que se necesita descubrir y poner en práctica sirviendo a los demás. Entonces si nosotras como mujeres, vivimos y nos esforzamos por sororamente conquistar nuestro lugar en la Iglesia, será con y solo la guía de la Rhua divina que marcará cómo, cuándo y de qué manera llevar a cabo el trabajo que engrandecerá a la Iglesia, para gloria de Dios. Por ello, es vital la oración constante y continua para que bajo la inspiración de la Rhua divina podamos discernir, lo que se necesita hacer, decir, etc., para continuar luchando.

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