El presidente abordó con Parolin la crisis de los abusos y la resignificación de Cuelgamuros Sánchez invita al Papa a Canarias... y a Sevilla, en una "visita breve, aunque muy fructífera" de 35 minutos de duración
Una "reunión de trabajo", no una visita de Estado al uso. Así califican desde Moncloa el encuentro que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha mantenido, por espacio de 35 minutos, con el Papa Francisco en la Biblioteca Apostólica del Vaticano. Ha sido el segundo encuentro entre ambos mandatarios, casi cuatro años después del primero
"Ha habido dos peticiones de invitación: una es a las islas Canarias, y he solicitado la presencia de la Santa Sede, si puede ser del Papa Francisco mejor, en la conferencia para el desarrollo que se celebrará en junio en Sevilla", aclaró Sánchez
Sánchez condenó “los ataques que está sufriendo las Naciones Unidas por parte de las fuerzas armadas de Israel”, que “nos recuerda la urgencia de que cese la espiral de violencia en Líbano, Gaza y Cisjordania, y podamos encontrar la vía diplomática para la resolución pacífica de los conflictos"
El presidente llamó a “hacernos la pregunta de qué España, qué Europa queremos ser, si queremos ser una España y Europa abierta y próspera, o cerrada y pobre, durante las próximas décadas"
Sánchez condenó “los ataques que está sufriendo las Naciones Unidas por parte de las fuerzas armadas de Israel”, que “nos recuerda la urgencia de que cese la espiral de violencia en Líbano, Gaza y Cisjordania, y podamos encontrar la vía diplomática para la resolución pacífica de los conflictos"
El presidente llamó a “hacernos la pregunta de qué España, qué Europa queremos ser, si queremos ser una España y Europa abierta y próspera, o cerrada y pobre, durante las próximas décadas"
Jesús Bastante , Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
"Una visita breve, aunque muy fructífera". Así definió el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el mantenido, por espacio de 35 minutos, con el Papa Francisco en la Biblioteca Apostólica del Vaticano. Ha sido el segundo encuentro entre ambos mandatarios, casi cuatro años después del primero. La misma duración, por cierto, que el encuentro que después ha mantenido el Papa con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
"Ha habido dos peticiones de invitación: una es a las islas Canarias, y he solicitado la presencia de la Santa Sede, si puede ser del Papa Francisco mejor, en la conferencia para el desarrollo que se celebrará en junio en Sevilla", aclaró Sánchez en su comparecencia posterior ante los medios.
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En la misma, el presidente del Gobierno recalcó los dos temas principales abordados con el Papa: “las cuestiones que tienen que ver con la paz, con el fin de la guerra, en Ucrania y Oriente Medio”, y sobre migración, “un tema que preocupa, y mucho, al Papa Francisco”.
Respeto al derecho internacional humanitario
Sobre el primero Sánchez explicó al pontífice la posición del Gobierno, que se basa en “el respeto al derecho internacional humanitario, y nuestra firme condena a cualquier violación de ese derecho, sea en Gaza, en Cisjordania, en Ucrania, o más recientemente, en Líbano”. En este punto, Sánchez condenó “los ataques que está sufriendo las Naciones Unidas por parte de las fuerzas armadas de Israel”, que “nos recuerda la urgencia de que cese la espiral de violencia en Líbano, Gaza y Cisjordania, y podamos encontrar la vía diplomática para la resolución pacífica de los conflictos”.
Sobre migración, Sánchez informó al Papa de sus políticas, basadas en el control de fronteras y mejorar los sistemas de acogida; ayuda a los países de origen y tránsito; políticas de integración de la inmigración; así como una “política vinculada a la migración regular, legal, segura y ordenada”.
Junto a ello, el presidente llamó a “hacernos la pregunta de qué España, qué Europa queremos ser, si queremos ser una España y Europa abierta y próspera, o cerrada y pobre, durante las próximas décadas”, y se mostró “contundente contra las mafias que trafican con seres humanos, reduciendo la llegada de irregulares, pero también favoreciendo la llegada de mano de obra de manera regular”. El Papa, confesó Sánchez, “se ha mostrado muy interesado” en estos temas.
En esta ocasión, Sánchez ha viajado solo, y llegó en una berlina negra, y con algo de retraso al patio de San Dámaso, en torno a las 08,50, siendo recibido por el responsable de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza. Después ha sido guiado por un cortejo de gentilhombres hasta el ascensor que le ha trasportado hasta el segundo piso del Palacio Apostólico y lugar de trabajo del Papa. El encuentro, como en otras ocasiones, se produjo en la Biblioteca Apostólica.
En el segundo encuentro entre ambos jefes de Estado, el Papa obsequió al mandatario una obra de terracota con el título "ternura y amor", se informó, además de sus escritos. Sánchez, en tanto, le regaló un cofre de monedas conmemorativas acuñadas en ocasión del aniversario de la muerte de Pablo Picasso.
Abusos a menores y Ley de Memoria Democrática
Tras la audiencia con el Santo Padre, el presidente del Gobierno mantuvo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Paul Gallagher, antes de dirigirse a la sede de la Real Academia de España en Roma, donde llevó a cabo una comparecencia ante los medios para dar cuenta de la conversación con el Pontífice.
Junto a la reunión con el Papa, Sánchez mantuvo una reunión con Parolin y Gallagher, en el que se plantearon, entre otras cuestiones, la “aplicación y desarrollo del informe y conclusiones del Defensor del Pueblo, donde se planteaban recomendaciones en relación las víctimas de abusos sexuales de la Iglesia católica”. Junto a ello, el desarrollo de la ley de Memoria Democrática, con especial énfasis en “la resignificación del Valle de Cuelgamuros”. En este punto, Sánchez mostró “nuestra absoluta predisposición a llegar a un acuerdo con la Iglesia católica” para hacer cumplir la ley.
Posteriormente, el comunicado de la Santa Sede habló de una reunión en Secretaría de Estado "en un ambiente de cordialidad", que "permitió intercambiar puntos de vista sobre las relaciones bilaterales y las cuestiones de interés común, con el fin de fomentar un diálogo fructífero entre la Iglesia local y las autoridades gubernamentales, además de entre los distintos componentes de la sociedad civil".
Por último, "se abordaron algunas cuestiones regionales e internacionales, con especial atención a los conflictos en curso, señalando la importancia de un compromiso urgente para apoyar la paz, así como a la grave crisis migratoria, especialmente en el Mediterráneo y en las Islas Canarias".