#pascuafeminista2025 Voces de la Tierra y la Cruz: Un Canto Sincrético en el Día Sagrado

Voces de la Tierra y la Cruz: Un Canto Sincrético en el Día Sagrado
Voces de la Tierra y la Cruz: Un Canto Sincrético en el Día Sagrado

El aire huele a tierra húmeda y a la dulce fragancia de las flores recién cortadas. Es el tres de mayo, el Día de la Cruz, y en muchos rincones de Latinoamérica, la celebración trasciende la mera conmemoración religiosa. Aquí, la tierra habla, las cruces florecen con significados ancestrales, y las ofrendas susurran historias de sincretismo profundo. Escuchemos estas voces que emanan del corazón de la celebración.

En El Salvador, la conmemoración del Día de la Cruz es una tradición muy colorida por los adornos elaborados en papeles vistosos (crespón, lustre e incluso periódicos), en un inicio se trataba de una celebración al dios Xipe Totec de la cultura nahua – pipil – que así fueron llamados por los Tlaxcaltecas que vinieron aliados por Pedro de Alvarado durante la exploración y conquista de Kuskatan -. Según las diferentes narraciones y poemas que se escriben en derredor de dicho tema los patios de las casas son adornados con una cruz hecha del árbol de jiote. Las cruces están adornadas de frutos como mangos, naranjas, jocotes, mandarinas, papayas, sandías, piñas, mamones, coyolitos y otros, con lo cual se forma un altar tejido de multicolores. La celebración del día de la cruz hace referencia a agradecer a Dios por las bendiciones recibidas y pedirle prosperidad y abundancia.

Claudia Lars en su libro Tierra de Infancia recoge una serie de poemas de nuestra tierra El Salvador, entre ellos “El día de la cruz” y manifiesta la experiencia de crecer en un entorno respetuoso a la Madre Naturaleza, “Recogimos frutas de muchos sabores o las hicimos caer de los gajos, sacudiendo las ramas. Paladeamos aquellos bocados riquísimos como criaturas sanas y glotonas: nísperos que se partían con los dedos y que ocultaban semillas lisas y lustrosas; caraos repletos de jarabe oscuro; cujines con carne que parecía algodón... Los papaturros eran como guirnaldas de flores de azúcar; los caimitos hacían pensar —al abrirlos— en helados de leche; y las manzanarrosas, que huelen a rosal y son tan livianas, nos esperaban sobre la yerba regadas o amontonadas, como huevos finísimos de algún extraño pájaro tropical”.

La Voz de la Tierra:

“Tierra nuestra, de sangre y de maíz, de volcanes dormidos y ríos de cristal. Tus valles se mecen en un sueño feliz, bajo el cielo que siempre te quiere besar.

Tus colinas, mujeres dormidas al sol, guardan secretos de siglos bajo su verdor. Y el viento que viaja sin rumbo ni rol, te peina los campos con suave temblor”. "Valle de las Hamacas" poema de Claudia Lars.

La tierra de El Salvador ha inspirado a sus poetisas. Cada una, desde su perspectiva y estilo, han plasmado en versos la esencia de este territorio, su belleza, su historia y su significado profundo para el alma salvadoreña.

La Voz de la Cruz de Madera:

"Cruz de madera oscura, en la colina erguida, testigo silente de siglos de vida. Has visto pasar el sol y la tormenta, el llanto y la plegaria que el alma fermenta.

Tus brazos abiertos al cielo infinito, abrazan la esperanza y el dolor bendito. Eres marca profunda en la tierra morena, la fe que florece, la antigua cadena."

“Cruz Antigua", poema de Claudia Lars.

Claudia Lars, expresa en cada verso o prosa su sensibilidad histórica y espiritual, su obra por lo general explora la interrelación entre la tierra, la tradición y la espiritualidad.

La Voz de las Palancas en San Pedro Nonualco

Las palancas hechas de varas de bambú miden aproximadamente cuatro metros de largo y son cargadas por varios hombres. Son adornadas con mangos, flor de coyol, coyoles, piñas, aguacates, paternas, cocos, entre otras.

El recorrido de las palancas es una exaltación que hace el pueblo y que combina aspectos ancestrales de los pueblos originarios de la región de los nonualcos que agradecen a Dios la llegada de las lluvias, esperando con ello, la abundancia de las cosechas y tener los alimentos necesarios para la vida.

El desfile de las tradicionales palancas son acompañada por los historiantes.

La Voz de la Flor de Ensarta, Enhebradas o «flor de cuervo».

“Más arriba, en el cráter, dentro de las paredes del cráter, viven familias campesinas que cultivan flores que sus hijos pueden vender. El ciclo se cierra, las flores cuscatlecas prosperan en la ceniza volcánica, crecen fuertes, altas, brillantes. Los hijos del volcán fluyen como lava con sus ramos de flores, como raíces serpentean como ríos; el ciclo se cierra.”

Poema Flores del volcán de Claribel Alegría.

El nombre de este árbol es cacaloxóchitl, del náhuatl cacalote, cuervo, y xóchitl, flor, que significa: «flor de cuervo». Su nombre científico es Plumeriarubra. Es originario de Mesoamérica, pero su presencia se extiende hasta Brasil. Puede medir hasta 20 metros de alto, con un tronco delgado y bifurcado. Copa globosa y follaje durante algunos meses. Su flor puede ser blanca, rosa, roja, naranja, fucsia o amarilla.

Este árbol también tiene otros nombres comunes como: flor blanca, flor de ensarta, flor de la cruz, flor de la cruz tinta, flor de mayo, flor de señora, entre otros. Este árbol es considerado una obra maestra de la naturaleza.

La Voz de la Ofrenda de Maíz:

"Por el húmedo surco en que el maíz se siembra, por la tierna mazorca y el vaivén de la milpa; por el tibio panal, anegado de flores, por las humildes yerbas de todas las cocinas, ¡Gracias, mi tierra!."

Poema Gracias, mi tierra de Claudia Lars.

En el Día de la Cruz latinoamericano, no hay una sola voz, sino una polifonía de significados que se entrelazan. La tierra, la cruz, las flores, las frutas (mangos, coyoles, guindas, aceitunos, pepetos, cujines, paternas, etc.) – cada elemento participa en un diálogo silencioso pero profundo, revelando la riqueza del sincretismo religioso que ha dado forma a la espiritualidad de la región. Al escuchar estas voces, comprendemos que la fe no es una imposición, sino una adaptación, una floración nueva que se nutre de raíces antiguas, un canto unificado que celebra la vida, la tierra y la esperanza bajo la sombra protectora de la cruz.

Viví la Celebración del Maíz en los cantones del departamento de La Libertad, dicha fiesta reafirma la importancia del maíz en la identidad cultural de la región. Además, destaca el espíritu de unidad y resiliencia que prevalece en esta comunidad. La celebración del Maíz se ha convertido en una tradición arraigada en el corazón de dichos cantones, una celebración que continuará reuniendo a las comunidades y recordando la importancia de unirnos en aquellas tradiciones que fortalecen nuestro sentido de comunidad, identidad y pertenencia.

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