El Rector de Comillas, recibido en audiencia por el Papa Francisco
El profesor Martínez comunicó a Su Santidad que la universidad está a su servicio y le dio las gracias por lo que está haciendo
Tras agradecer al Papa Francisco lo que está haciendo y cómo lo está haciendo, el Rector de Comillas, Julio L. Martínez, SJ, manifestó al Pontífice que la universidad está a su servicio y que cuenta con ella para lo que necesite. La conversación se produjo con ocasión de la audiencia papal, en el Vaticano, a los componentes del Encuentro Internacional de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice, en cuyo contexto el Rector había recibido, un día antes, el Premio Internacional Economía y Sociedad, por su libro Ciudadanía, migraciones y religión. Su Santidad agradeció las palabras del Rector y le felicitó por la distinción, que ha compartido ex aequo con el profesor Stefano Zamagni, con su obra L´economia del bene comune.
Ante los asistentes a la audiencia, el Obispo de Roma pronunció un apremiante llamamiento a tutelar la centralidad de la persona humana, y subrayó que la crisis ética y antropológica que vive la humanidad ha colocado el provecho por encima de la dignidad humana: "La crisis actual no es sólo económica y financiera, sino que tiene sus raíces en una crisis ética y antropológica. Seguir los ídolos del poder, del provecho, del dinero, por encima del valor de la persona humana, se ha vuelto una norma básica de funcionamiento y el criterio decisivo de la organización. Se ha olvidado y se sigue olvidando que por encima de la lógica de los negocios, de la lógica y de los parámetros del mercado, está el ser humano y que hay algo que es debido al hombre en cuanto hombre, en virtud de su dignidad profunda: ofrecerle la posibilidad de vivir con dignidad y de participar activamente en el bien común", señaló el Papa.
Francisco expresó su gratitud por los esfuerzos de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice para profundizar y difundir el conocimiento de la doctrina social de la Iglesia. Precisamente, el galardón instituido por la fundación distingue las obras publicadas por su contribución original a la explicación y profundización de la doctrina social de la Iglesia. Al informar del fallo del premio, el Cardenal Domenico Calcagno, Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, destacó que el libro del Rector de Comillas afronta los grandes desafíos del fenómeno migratorio. El padre Martínez, afirmó Calcagno, cree que la doctrina social de la Iglesia puede ofrecer una ayuda real, una contribución indispensable para responder adecuadamente a las incógnitas que plantean las migraciones en esta época. A esta primera edición del premio se habían propuesto 60 obras.
Al recibir el premio, el Rector expresó su agradecimiento porque su libro hubiera sido elegido, un honor que es aún mayor al compartir el galardón con el prestigioso profesor Stefano Zamagni.
Martínez agradeció al jurado que se hubiera fijado en su libro, "con su humilde pero genuina pretensión de discurso crítico teológico moral en diálogo directo con la filosofía y las ciencias humanas y sociales. Entiendo ese diálogo no como un adorno opcional, sino como constitutivo de la comprensión y comunicación teológica del Misterio", dijo. Al explicar la materia de su texto, Martínez destacó que "la doctrina social católica coincide con otras propuestas morales en la necesidad de crear nuevas formas de organizar las relaciones entre los seres humanos en clave más universalista, abriendo con pasos eficaces el camino hacia un principio de ciudadanía mundial, reconociendo a todas las personas como titulares de derechos y deberes, dado que las personas están unidas por un origen y supremo destino comunes, más allá de sus diferencias".
Ante los asistentes a la audiencia, el Obispo de Roma pronunció un apremiante llamamiento a tutelar la centralidad de la persona humana, y subrayó que la crisis ética y antropológica que vive la humanidad ha colocado el provecho por encima de la dignidad humana: "La crisis actual no es sólo económica y financiera, sino que tiene sus raíces en una crisis ética y antropológica. Seguir los ídolos del poder, del provecho, del dinero, por encima del valor de la persona humana, se ha vuelto una norma básica de funcionamiento y el criterio decisivo de la organización. Se ha olvidado y se sigue olvidando que por encima de la lógica de los negocios, de la lógica y de los parámetros del mercado, está el ser humano y que hay algo que es debido al hombre en cuanto hombre, en virtud de su dignidad profunda: ofrecerle la posibilidad de vivir con dignidad y de participar activamente en el bien común", señaló el Papa.
Francisco expresó su gratitud por los esfuerzos de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice para profundizar y difundir el conocimiento de la doctrina social de la Iglesia. Precisamente, el galardón instituido por la fundación distingue las obras publicadas por su contribución original a la explicación y profundización de la doctrina social de la Iglesia. Al informar del fallo del premio, el Cardenal Domenico Calcagno, Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, destacó que el libro del Rector de Comillas afronta los grandes desafíos del fenómeno migratorio. El padre Martínez, afirmó Calcagno, cree que la doctrina social de la Iglesia puede ofrecer una ayuda real, una contribución indispensable para responder adecuadamente a las incógnitas que plantean las migraciones en esta época. A esta primera edición del premio se habían propuesto 60 obras.
Al recibir el premio, el Rector expresó su agradecimiento porque su libro hubiera sido elegido, un honor que es aún mayor al compartir el galardón con el prestigioso profesor Stefano Zamagni.
Martínez agradeció al jurado que se hubiera fijado en su libro, "con su humilde pero genuina pretensión de discurso crítico teológico moral en diálogo directo con la filosofía y las ciencias humanas y sociales. Entiendo ese diálogo no como un adorno opcional, sino como constitutivo de la comprensión y comunicación teológica del Misterio", dijo. Al explicar la materia de su texto, Martínez destacó que "la doctrina social católica coincide con otras propuestas morales en la necesidad de crear nuevas formas de organizar las relaciones entre los seres humanos en clave más universalista, abriendo con pasos eficaces el camino hacia un principio de ciudadanía mundial, reconociendo a todas las personas como titulares de derechos y deberes, dado que las personas están unidas por un origen y supremo destino comunes, más allá de sus diferencias".