De "injustas, vejatorias y potencialmente problemáticas" califica las novatadas una investigación de Comillas
El Consejo de Colegios Mayores y la universidad han financiado y elaborado el primer estudio sobre este fenómeno
"Injustas, vejatorias y potencialmente problemáticas" son los calificativos que el libro NOvatadas. Comprender para actuar dedica a estas prácticas. Esta obra, fruto de la primera investigación académica sobre este fenómeno hecha en España, gracias al impulso y financiación del Consejo Nacional de Colegios Mayores Universitarios de España y Comillas, se presentó en la universidad. Sus autoras son las psicólogas Ana Aizpún Marcitllach, tutora colaboradora del Practicum del grado en Psicología, y Ana García-Mina Freire, Vicerrectora de Servicios a la Comunidad Universitaria y de Estudiantes, de Comillas.
Tras la presentación del libro, se celebró una mesa redonda en la que participaron Ricardo Calleja, miembro de la comisión del Consejo Permanente de Colegios Mayores Universitarios de España y Director del Colegio Mayor Moncloa; Loreto González-Dopeso, Presidenta de la Asociación "No más novatadas", y Enrique Fuentes, Director del Colegio Mayor Pío XII. Más de cincuenta personas, entre las que se encontraban numerosos responsables de residencias y colegios de todo el país, participaron en el acto, que aprovecharon para compartir sus reflexiones y plantear sus inquietudes sobre las novatadas.
Las autoras de la investigación definen como novatada "cualquier acción realizada por un individuo recién llegado a un grupo (novato/a) e inducida por los veteranos/as de ese grupo, que no se llevaría a cabo en circunstancias normales, y que el principiante no efectuaría por iniciativa propia. Se trata de un fenómeno de carácter grupal, que cumple la función de un rito de iniciación a una agrupación, y se caracteriza por una dinámica de "poder-sumisión" en la que el consentimiento de las víctimas a participar es irrelevante. Constituyen una forma de violencia interpersonal que puede presentarse en forma de violencia física, psicológica o sexual".
Este fenómeno, mal conocido en general y poco o superficialmente desarrollado a nivel teórico, encuentra las mayores aportaciones, principalmente desde un enfoque psicológico, en universidades estadounidenses; mientras que en España las investigaciones han sido prácticamente inexistentes hasta ahora.
Las referencias a estas prácticas se remontan siglos atrás. Platón fue el primero que reflejó la violencia con la que los recién llegados a la Academia (387 antes de Cristo) eran tratados por los veteranos. En 530, después de Cristo, durante el Imperio Bizantino, el emperador Justiniano decretó la primera ley contra las novatadas. En 1340, la Universidad de París las prohibió bajo sanción de expulsión. La primera noticia sobre la expulsión de un alumno por cometer novatadas se produjo en 1657, en la Universidad de Harvard. A finales de 1600 y principios de 1700 estas prácticas se prohibieron de forma general, debido a la gravedad de sus consecuencias y al incremento de muertes que causaban.
Durante los siglos XVIII y XIX apareció un nuevo estilo de novatada, el fagging, originario de Gran Bretaña, que se extendió por universidades norteamericanas y europeas. Consistía en una relación amo-sirviente que incluía maltrato físico y psicológico, y se justificaba como una manera legítima de enseñar humildad y buenos modales. Sus consecuencias eran, a menudo, agresiones físicas arbitrarias e, incluso, la muerte o el suicidio de los recién llegados.
Es la literatura científica norteamericana la que más interés ha puesto en estudiar y comprender este fenómeno durante los últimos tiempos. Desde 1979 a 2013, se han documentado 173 muertes en aquel país como consecuencia directa de una novatada, la gran mayoría de ellas por la ingesta de alcohol.
En España se encuentran ejemplos de novatadas en la Universidad de Salamanca durante el siglo XV, y se han mantenido de manera estable durante los siglos XX y XXI en distintas instituciones, como colegios, centros de enseñanza media, internados, colegios mayores, residencias, universidades, equipos deportivos, instituciones militares o clubes y organizaciones privadas. Desde finales del siglo pasado la sensibilidad social ha evolucionado hacia una mayor condena de estas acciones. Algunas entidades académicas las han prohibido expresamente, pero han pasado a cometerse fuera de estas instituciones.
No hay novatadas del todo inofensivas, sentencian las autoras del libro. ?Las consecuencias de una broma en un novato/a son impredecibles puesto que no se tiene en cuenta la historia de vida de quien recibe un trato humillante. Toda experiencia de vejación, humillación y maltrato deja una huella en las personas que lo sufren y también en quienes la perpetran. Repercute en la imagen que tienen de sí mismos, en su valoración personal y en su manera de relacionarse con los otros. A menudo quienes viven esta experiencia presentan un cuadro de ansiedad que puede ir acompañado de otros síntomas físicos dependiendo del tipo de novatada y de su estructura de personalidad. Suelen experimentar dificultades para dormir o concentrarse, cefaleas, cansancio, problemas digestivos, alteración del sistema inmunológico y neurohormonal que puede favorecer la aparición de enfermedades autoinmunes, infecciosas, cardiovasculares?, así como el empeoramiento de otras como asma, diabetes, hipertensión? Con frecuencia, suele disminuir su rendimiento en el estudio y tienen alteraciones en el apetito y en el carácter, pudiéndose mostrar más irritables, tristes o huidizos."
La principal teoría psicosocial que explica por qué se valora más un grupo por el que se ha sufrido y a mayor más sufrimiento, mayor valor es la disonancia cognitiva. Este proceso afecta por igual al agresor y a la víctima, puesto que ambos se enfrentan a un cierto grado de tensión para poder explicarse y comprender su comportamiento. Las víctimas mitigan su incomodidad: minimizando los aspectos negativos ("No fue humillante, fue divertido"), sobrevalorando al grupo ("Pertenecer a este grupo y ser aceptado socialmente por sus miembros, merece cualquier tipo de sufrimiento"), o con ambas reacciones. Existe una alta correlación entre haber sido objeto de novatadas y cometerlas al llegar a veterano/a, lo que convierte estas acciones en una espiral de violencia, por la que quienes fueron víctimas tienen tendencia mayor a convertirse en abusadores.
Las novatadas pueden producir un "daño oculto" si "retraumatizan" a una persona que haya pasado por una situación de trauma. Las situaciones no necesitan ser dramáticas, ni las consecuencias aparentemente graves, para que la estabilidad emocional de una persona se tambalee.
Aizpún y García-Mina proponen un cambio fundamental en la cultura pro-novatadas. "Necesitamos protocolos de actuación y sanción -afirman en su trabajo- que sean lo suficientemente amplios y eficaces, e incluyan la política de investigar TODOS los hechos en los que se sospeche que ha podido haber un abuso de poder de los veteranos/as sobre los novatos/as. Esta afirmación se basa en la lógica de que para que haya denuncias tiene que existir un proceso de investigación y esclarecimiento de los hechos, sus consecuentes sanciones aplicadas consistentemente, así como una protección de las víctimas".
Y para conseguir ese cambio se necesita que todos los agentes sociales caminen en una misma dirección de denuncia, repulsa y medidas de prevención. Para ello, concluye el libro, se requieren normas claras y carentes de ambigüedad, razonables y razonadas, justas, coherentes y consecuentes.
Ante la extensión del problema de las novatadas en diversos ambientes, el Consejo Nacional de Colegios Mayores Universitarios de España y Comillas ICAI-ICADE decidieron financiar un estudio sobre las novatadas que facilite el camino para su erradicación. Para ambas entidades, las novatadas son un problema más allá de que se produzcan agresiones graves o problemas de orden público. Las novatadas son un reto al proyecto formativo de educación integral de estas instituciones, que solo puede realizarse en un clima de convivencia constructiva y de autoexigencia propiamente universitario.
El Consejo Nacional de Colegios Mayores y Comillas hacen un llamamiento a todas las instituciones educativas y civiles para que colaboren en el empeño por erradicar las novatadas y el clima de indulgencia que existe hacia ellas en parte de la sociedad española. Las instituciones que han promovido este estudio, primero de su género en España, están interesadas en continuar esta línea de investigación para conocer mejor la naturaleza de las novatadas y contribuir a cambiar la opinión generalizada, sobre la base de un conocimiento científico, y no sobre prejuicios.
Durante la mesa redonda, moderada por Ricardo Calleja, miembro de la comisión del Consejo Permanente de Colegios Mayores Universitarios de España y Director del Colegio Mayor Moncloa, Loreto González-Dopeso, Presidenta de la Asociación "No más novatadas", hizo un llamamiento para reforzar la movilización social en contra de las novatadas, que pese a moverse en el ámbito del maltrato, son un fenómeno "muy tolerado y aceptado socialmente, en parte por desconocimiento". González-Dopeso pidió la implicación clara y decidida de los responsables de los colegios mayores que, a su juicio, deberían aportar información seria y rigurosa a las familias; agilizar los cauces de denuncia o tomar medidas disciplinarias definitivas. "Se les pone cerco a las novatadas cuando los abusadores empiezan a saber que se toman medidas", aseguró. La Presidenta de la asociación reclamó también la implicación de los equipos de gobierno de las universidades y de los poderes públicos. "El problema de las novatadas distorsiona el juicio moral. Son un auténtico problema social", sentenció.
"Las novatadas intervienen radicalmente con la finalidad formativa de un colegio mayor. Son antiformativas, incluso una patología para el crecimiento integral", afirmó Enrique Fuentes, Director del Colegio Mayor Pío XII. Para abordar este tema, explicó, es necesario establecer estrategias sinérgicas, que superen la normativa interna de los colegios y vinculen a toda la sociedad. "Los directores no podemos quedarnos solos", afirmó.
Tras la presentación del libro, se celebró una mesa redonda en la que participaron Ricardo Calleja, miembro de la comisión del Consejo Permanente de Colegios Mayores Universitarios de España y Director del Colegio Mayor Moncloa; Loreto González-Dopeso, Presidenta de la Asociación "No más novatadas", y Enrique Fuentes, Director del Colegio Mayor Pío XII. Más de cincuenta personas, entre las que se encontraban numerosos responsables de residencias y colegios de todo el país, participaron en el acto, que aprovecharon para compartir sus reflexiones y plantear sus inquietudes sobre las novatadas.
Las autoras de la investigación definen como novatada "cualquier acción realizada por un individuo recién llegado a un grupo (novato/a) e inducida por los veteranos/as de ese grupo, que no se llevaría a cabo en circunstancias normales, y que el principiante no efectuaría por iniciativa propia. Se trata de un fenómeno de carácter grupal, que cumple la función de un rito de iniciación a una agrupación, y se caracteriza por una dinámica de "poder-sumisión" en la que el consentimiento de las víctimas a participar es irrelevante. Constituyen una forma de violencia interpersonal que puede presentarse en forma de violencia física, psicológica o sexual".
Este fenómeno, mal conocido en general y poco o superficialmente desarrollado a nivel teórico, encuentra las mayores aportaciones, principalmente desde un enfoque psicológico, en universidades estadounidenses; mientras que en España las investigaciones han sido prácticamente inexistentes hasta ahora.
Las referencias a estas prácticas se remontan siglos atrás. Platón fue el primero que reflejó la violencia con la que los recién llegados a la Academia (387 antes de Cristo) eran tratados por los veteranos. En 530, después de Cristo, durante el Imperio Bizantino, el emperador Justiniano decretó la primera ley contra las novatadas. En 1340, la Universidad de París las prohibió bajo sanción de expulsión. La primera noticia sobre la expulsión de un alumno por cometer novatadas se produjo en 1657, en la Universidad de Harvard. A finales de 1600 y principios de 1700 estas prácticas se prohibieron de forma general, debido a la gravedad de sus consecuencias y al incremento de muertes que causaban.
Durante los siglos XVIII y XIX apareció un nuevo estilo de novatada, el fagging, originario de Gran Bretaña, que se extendió por universidades norteamericanas y europeas. Consistía en una relación amo-sirviente que incluía maltrato físico y psicológico, y se justificaba como una manera legítima de enseñar humildad y buenos modales. Sus consecuencias eran, a menudo, agresiones físicas arbitrarias e, incluso, la muerte o el suicidio de los recién llegados.
Es la literatura científica norteamericana la que más interés ha puesto en estudiar y comprender este fenómeno durante los últimos tiempos. Desde 1979 a 2013, se han documentado 173 muertes en aquel país como consecuencia directa de una novatada, la gran mayoría de ellas por la ingesta de alcohol.
En España se encuentran ejemplos de novatadas en la Universidad de Salamanca durante el siglo XV, y se han mantenido de manera estable durante los siglos XX y XXI en distintas instituciones, como colegios, centros de enseñanza media, internados, colegios mayores, residencias, universidades, equipos deportivos, instituciones militares o clubes y organizaciones privadas. Desde finales del siglo pasado la sensibilidad social ha evolucionado hacia una mayor condena de estas acciones. Algunas entidades académicas las han prohibido expresamente, pero han pasado a cometerse fuera de estas instituciones.
No hay novatadas del todo inofensivas, sentencian las autoras del libro. ?Las consecuencias de una broma en un novato/a son impredecibles puesto que no se tiene en cuenta la historia de vida de quien recibe un trato humillante. Toda experiencia de vejación, humillación y maltrato deja una huella en las personas que lo sufren y también en quienes la perpetran. Repercute en la imagen que tienen de sí mismos, en su valoración personal y en su manera de relacionarse con los otros. A menudo quienes viven esta experiencia presentan un cuadro de ansiedad que puede ir acompañado de otros síntomas físicos dependiendo del tipo de novatada y de su estructura de personalidad. Suelen experimentar dificultades para dormir o concentrarse, cefaleas, cansancio, problemas digestivos, alteración del sistema inmunológico y neurohormonal que puede favorecer la aparición de enfermedades autoinmunes, infecciosas, cardiovasculares?, así como el empeoramiento de otras como asma, diabetes, hipertensión? Con frecuencia, suele disminuir su rendimiento en el estudio y tienen alteraciones en el apetito y en el carácter, pudiéndose mostrar más irritables, tristes o huidizos."
La principal teoría psicosocial que explica por qué se valora más un grupo por el que se ha sufrido y a mayor más sufrimiento, mayor valor es la disonancia cognitiva. Este proceso afecta por igual al agresor y a la víctima, puesto que ambos se enfrentan a un cierto grado de tensión para poder explicarse y comprender su comportamiento. Las víctimas mitigan su incomodidad: minimizando los aspectos negativos ("No fue humillante, fue divertido"), sobrevalorando al grupo ("Pertenecer a este grupo y ser aceptado socialmente por sus miembros, merece cualquier tipo de sufrimiento"), o con ambas reacciones. Existe una alta correlación entre haber sido objeto de novatadas y cometerlas al llegar a veterano/a, lo que convierte estas acciones en una espiral de violencia, por la que quienes fueron víctimas tienen tendencia mayor a convertirse en abusadores.
Las novatadas pueden producir un "daño oculto" si "retraumatizan" a una persona que haya pasado por una situación de trauma. Las situaciones no necesitan ser dramáticas, ni las consecuencias aparentemente graves, para que la estabilidad emocional de una persona se tambalee.
Aizpún y García-Mina proponen un cambio fundamental en la cultura pro-novatadas. "Necesitamos protocolos de actuación y sanción -afirman en su trabajo- que sean lo suficientemente amplios y eficaces, e incluyan la política de investigar TODOS los hechos en los que se sospeche que ha podido haber un abuso de poder de los veteranos/as sobre los novatos/as. Esta afirmación se basa en la lógica de que para que haya denuncias tiene que existir un proceso de investigación y esclarecimiento de los hechos, sus consecuentes sanciones aplicadas consistentemente, así como una protección de las víctimas".
Y para conseguir ese cambio se necesita que todos los agentes sociales caminen en una misma dirección de denuncia, repulsa y medidas de prevención. Para ello, concluye el libro, se requieren normas claras y carentes de ambigüedad, razonables y razonadas, justas, coherentes y consecuentes.
Ante la extensión del problema de las novatadas en diversos ambientes, el Consejo Nacional de Colegios Mayores Universitarios de España y Comillas ICAI-ICADE decidieron financiar un estudio sobre las novatadas que facilite el camino para su erradicación. Para ambas entidades, las novatadas son un problema más allá de que se produzcan agresiones graves o problemas de orden público. Las novatadas son un reto al proyecto formativo de educación integral de estas instituciones, que solo puede realizarse en un clima de convivencia constructiva y de autoexigencia propiamente universitario.
El Consejo Nacional de Colegios Mayores y Comillas hacen un llamamiento a todas las instituciones educativas y civiles para que colaboren en el empeño por erradicar las novatadas y el clima de indulgencia que existe hacia ellas en parte de la sociedad española. Las instituciones que han promovido este estudio, primero de su género en España, están interesadas en continuar esta línea de investigación para conocer mejor la naturaleza de las novatadas y contribuir a cambiar la opinión generalizada, sobre la base de un conocimiento científico, y no sobre prejuicios.
Durante la mesa redonda, moderada por Ricardo Calleja, miembro de la comisión del Consejo Permanente de Colegios Mayores Universitarios de España y Director del Colegio Mayor Moncloa, Loreto González-Dopeso, Presidenta de la Asociación "No más novatadas", hizo un llamamiento para reforzar la movilización social en contra de las novatadas, que pese a moverse en el ámbito del maltrato, son un fenómeno "muy tolerado y aceptado socialmente, en parte por desconocimiento". González-Dopeso pidió la implicación clara y decidida de los responsables de los colegios mayores que, a su juicio, deberían aportar información seria y rigurosa a las familias; agilizar los cauces de denuncia o tomar medidas disciplinarias definitivas. "Se les pone cerco a las novatadas cuando los abusadores empiezan a saber que se toman medidas", aseguró. La Presidenta de la asociación reclamó también la implicación de los equipos de gobierno de las universidades y de los poderes públicos. "El problema de las novatadas distorsiona el juicio moral. Son un auténtico problema social", sentenció.
"Las novatadas intervienen radicalmente con la finalidad formativa de un colegio mayor. Son antiformativas, incluso una patología para el crecimiento integral", afirmó Enrique Fuentes, Director del Colegio Mayor Pío XII. Para abordar este tema, explicó, es necesario establecer estrategias sinérgicas, que superen la normativa interna de los colegios y vinculen a toda la sociedad. "Los directores no podemos quedarnos solos", afirmó.