El cardenal confirma que "se puede dar la ayuda del sacramento en ciertos casos" Cardenal Schonborn: "Algo ha cambiado en el discurso eclesial"
(Guillermo Martín Rodríguez, corresponsal de RD en el Vaticano).- A las 11,30 dio comienzo en la Sala Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede la rueda de prensa en en la que iba a ser presentada la tan esperada Exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia. Estaban presentes todos los medios de comunicación acreditados tanto los tradicionales como los digitales, que tanta importancia y expansión están adquiriendo en todo el mundo, como es el caso de nuestro portal Religión Digital.
La presentación del cocumento corrió a cargo de dos cardenales y de un matrimonio italiano, profesores de filosofía los dos. Los purpurados eran el cardenal Lorenzo Baldisseri, Secterario General del Sínodo de los Obispos y el cardenal Christoph Schönborn, O.P. arzobispo de Viena.
Comenzó el cardenal Baldisseri poniendo de relieve no sólo los aspectos internos y los valores intrínsecos del documento sino también las circunstancias en que ha sido elaborado y publicado, como es su coincidencia con el Jubileo de la Misericordia. El purpurado destacó que el texto hace referencia seis veces a la Bula de de convocación del mismo. El documentom corona dos años de trabajo del Sínodo, cuya reflexión hs abrazado todas las dimensiones de la institución familiar, que en la actualidad se resiente de una fuerte crisis en todas las Iglesias particulares del mundo.
"Las sociedades humanas, afirmó el Cardenal, marcadas por donflictos y violencias, tienen necesidad de reconciliación y de perdón, empezando por su núcleo vital: la familia. El Jubileo de la misericordia es en verdad una buena noticia para las familias de todos los continentes, especialmente para las heridas y humilladas".
A continuación manifestó la plena continuidad de Amoris laetitia con la Exhortación apostólica Evangelium vitae: de la alegría del Evangelio a la alegría en el amor de la damilia. El papa Francisco define el conjunto de las intervenciones de los Padres sinodales a los que he escuchado con constante atención, afirma el Papa, me ha parecido "un precioso poliedro". En efecto, el resultado del trabajo sinodal de los Padres recoge la pluralidad de las experiencias y de los puntos de vista. "En la Iglesia es necesaria una unidad de doctrina y de praxis, pero esto no impide que existan diversos modos de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que de ella se derivan. Teniendo en cuenta el pleno acuerdo con el tiempo jubilar que la Iglesia está viviendo, la clave de lectura del documento es la lógica de la misericordia".
El Papa afirma que hoy más importante que una pastoral de los fracasos es el esfuerzo pastoral por consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas.
Después de describir la estructura de la Exhortación y citar las fuentes de la misma, el cardenal Baldisseri destacó algunos de los puntos más salientes. Entre ellos indicó la mirada y el mimo con que el documento contempla la belleza del amor conyugal, proponiendo cada expresión del amor en el himno a la caridad de San Pablo (cf. 1Cor 13,4-7) como una meditación espiritual ycondiciones de existencial para la vida de los esposos. Otro punto importante es el papel del Obispo, a quien está confiado conducir al pueblo de Dios, siguiendo las huellas de Jesús buen Pastor. Consecuencia de esto es que el prelado, a través de los presbíteros y de los operadores pastorales, adecuadamente preparados, organice servicios idóneos a aquellos que se encuentran en estado de necesidad familiar, de crisis y de fracaso.
El punto tercero tiene un impacto bastante fuerte pues se refiere "a la innumerable variedad de situaciones concretas". El documento afirma que los bautizados que viven en una segunda unión deben ser integrados y no excluidos. Por lo tanto lo que se requiere es discernir cuáles de las formas de exclusión actualmente precticadas pueden ser superadas. Por le que se refiere a las personas llamadas "irregulares", es necesario que los pastores las miren en los ojos directamente una por una y acompañar a las interesadas por la vía del discernimiento según la enseñanza de la Iglesia y las orienta es del Obispo. Indica, entre otras cosas que el discernimiento se desarrolla através del coloquio con el sacerdote.
En cuanto a la perspectiva del cumplimiento del ideal del matrimonio, la Exhortacióncion hace mucho hincapié en la preparación de los novios al sacramento, con el fin de darles todos los elementos necesarios para poderlo recibir en las mejores condiciones. La Exhotación destaca también la necesidad de que este camino se prosiga después de la celebración en especial los primeros años de vida conyugal.
Por último, en el acompañar las fragilidades y curar las heridas el principio de la gradualidad en la pastoral refleja la pedagogía divina: como Dios se preocupa de todos sus hijos, empezando por los más débiles y alejados, del mismo modo la Iglesia... pues todos deben ser integrados en la vida de la comunidad eclesial. Y termina el cardenal Baldisseri con esta frase del documento: "... la misericordia es la plenitud de la justicia y la manifestación más luminosa de la verdad de Dios".
El cardenal austríaco, por su parte, no ha tenido reparo alguno en manifestar la alegria y la emoción que le ha causado la lectura del documento. Entrando de lleno en el tema del matrimonio pone de relieve cómo cuando se tratan estos temas se suele entrar en una especie de doble camino. Por una parte están los matrimonios y las familias que "están bien", donde todo "va bien", "en orden", que corresponden a la regla. Y luego están las situaciones "irregulares", que representan un problema... El papa Francisco haya puesto su Exhortación bajo esta frase-guía: "Se trata de integrar a todos", porque se trata de una comprensión fundamental del Evangelio, pues todos tenemos necesidad de misericordia.
El purpurado analiza con una cierta minuciosidad este concepto, introduciendo una percepción personal suya a propósito del lenguaje usado en este documento. Para él la Amoris laetitia es un "acontecimiento lingüístico". Algo ha cambiado en el discurso eclesial, afirma sin rodeos. Se afrontan determinadas situaciones de otra manera. El lenguaje se ha convertido en algo más rico y el modo de tratar rico en la estima. Se acogen simplemente las situaciones de vida sin juzgarlas o condenarlas de inmediato. En este documento este se ha convertido en su tono lingüístico. Y este cambio de lenguaje sa había notado ya en el camino sinodal. Esto le lleva a decir que su gran alegría por este documento está en el hecho de que coherentemente supera la artificiosa, exterior, neta división entre "regular" e "irregular" y los ponga a todos bajo la instancia común del Evangelio.
Más adelante pone de relieve que el Papa está convencido de que la visión cristiana del matrimonio y de la familia tienen hoy también una inmudada fuerza de atracción. Pero él exige "una saludable reacción autocrítica". Francisco añade: "Debemos ser humildes y realistas para reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas y el modo de tratar a las personas han ayudado a provocar esto de que hoy nos lamentamos" "Hemos presentado un ideal teológico del matrimonio excesivamente abstracto, casi construido artificiosamente, lejos de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias así como son".
Para el cardenal Schönborn el papa Francisco habla desde una profunda confianza en los corazones y en la nostalgia de los hombres. Lo expresan muy bien sus exposiciones sobre la educación. No hemos de olvidar que "estamos llamados, afirma Francisco, a formar las conciencias, no a sustituirlas". De nuevo aparece el concepto ignaciano del "discernimiento". Es el discernimiento el que hace de la persona una personalidad madura.
Se trata de llegar a un "discernimiento pastoral", del que habla el capítulo octavo del documento. Para el Papa son centrales por su contenido los capítulos 4 y 5. Con un poco de ironíPabloa el purpurado austríaco dice que estos dos capítulos han sido probablemente saltados por muchos para llegar rápidamente a las "patatas calientes", a los puntos críticos. Pero el Papa, como buen pedagogo sabe muy bien que nada atrae tanto y motiva como la experiencia positiva del amor.
También el cardenal dominico habla del himno a la caridad de San Pablo. De él deriva el título de la Exhortación. Por esop el octavo capítulo atrae la atención y el interés. Luego alude a la denominada "via caritatis". El Papa, en este sentido, afirma de una manera humilde y sencilla, en una nota, que se puede dar también la ayuda del sacramento en "ciertos casos". El cardenal va terminando su exposición citando una frase de Papa Francisco: "A los sacerdotes les recuerdo que el confesonario no debe ser una sala de tortura sino el lugar de la misericordia del Señor". Y concluye que el Papa Francisco confía en la ·alegría del amor. No es un camino fácil el que nos ofrece el Papa con su Exhortación Amoris laetitia. El camino no es fácil pero está lleno de alegría.
El matrimonio Miano habla del documento partiendo del hecho de que el lenguaje del Papa involucra y fascina. Es un lenguaje que deja que hable la vida concreta de las familias. La iglesia es pueblo de Dios en camino. La categoría del camino es fundamental para comprender el sentido de la vida de la familia que transparentan estas páginas.
Desde su lado de familia que camina les ha impactado el himno de San Pablo a la caridad y lasa diversas dimensiones en que lo coloca el documento. Por eso afirman que el amor en la vida de familia está hecho de pciencia, la paciencia es benéevola. El amor no es arrogante, no miente. No pone en primer lugar el amor por si mismos. "La familia deben ser siempre, citan al Francisco, el lugar en el que cualquiera que haga algo bueno en la vida, sabe que allí lo festejarán juntos con él".
El amor en la familia es un amor que es alegría. Por eso en este amor que es alegría las emociones tienen una enorme importancia por eso deben ser ayudadas pues, dice el Papa, se puede hacer un buen camino con las pasiones.
Afirman los dos esposos que el amor en la familia no teme el cambio... la vida va pasando, la edad aumenta, la vejez se echa encima, pero el auténtico amor no cambia. Sigue dando valor a la unión, por eso es un amor que genera vida. Alaban mucho las páginas dedicadas por el Papa al padre y a la madre. "La familia no debe pensarse a sí misma como un recinto llamado a protegerse de la sociedad. No se queda esperando, sino que sale de sí en una búsqueda solidaria".
Por último el amor se hace encuentro. El amor de la familia y en la familia es un amor que educa, pues la familia es la primera escuela de los valores humanos donde se aprende el buen uso de la libertad. Terminan con esta frase de la Exhortación "la familia, debe asumirse el compromiso en fravor de la promoción del bien común, incluso mediante la transformación de las estructuras sociales injustas, a partir del territorio en el que vive, practicando obras de misericordia corporales y espirituales".