Ha transcurrido un año desde que Domenico Giani dejó la dirección de la Gendarmería Vaticana, después de liderarla durante los tres últimos papados: el de Juan Pablo II, el de Benedicto XVI y el de Francisco.
Conocido como el 'ángel de la guarda' de los pontífices, después de su importante trayectoria el italiano no ha dejado de recibir propuestas profesionales. Sin embargo, en medio del escenario de la pandemia, ha preferido dedicarse a hacer llegar mascarillas y material médico a lugares necesitados.
Hasta que este 1 de octubre, como ha publicado La Nazione, Giani se ha convertido en el presidente de la Fundación Eni, encargada de desarrollar proyectos humanitarios en los países donde opera el gigante petrolero.
Con su carrera en pedagogía y ciencias de la seguridad financiera y la experiencia de los viajes por todo el mundo junto a los tres papas, Giani ha tomado el timón del organismo y pretende extender su labor. La fundación trabaja en la creación de escuelas y en campañas sanitarias en países de África como Mozambique, y de Asia, como Myanmar.
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