El Papa envía un videomensaje antes de su visita a Rabat Francisco viaja a Marruecos: "Cristianos y musulmanes queremos que los hombres vivan como hermanos"
"Los migrantes representan una llamada para construir juntos un mundo más justo y solidario"
"Voy como peregrino de la paz y de la fraternidad, en un mundo que tiene tanta necesidad de ellas"
"Como cristianos y musulmanes creemos en Dios Creador y Misericordioso, que creó a los hombres y los ha puesto en el mundo para que vivan como hermanos, respetándose en su diversidad y ayudándose en sus necesidades". El Papa envió un videomensaje al pueblo de Marruecos, país que visitará este fin de semana.
El mensaje arranca con el tradicional saludo en árabe: As-Salamu Alaikum. En el mismo, el Papa da gracias a Dios "por esta oportunidad que me concede" de viajar al reino alauita, y agradece al rey Mohammed VI "su amable invitación".
Peregrino de la paz y la fraternidad
"Voy como peregrino de la paz y de la fraternidad, en un mundo que tiene tanta necesidad de ellas", clama Francisco, que añade que Dios "nos confió la tierra, nuestra casa común, para protegerla con responsabilidad y conservarla para las generaciones futuras".
Así, junto al encuentro interreligioso de Rabat, el Papa espera "la preciosa posibilidad de visitar la comunidad cristiana que está presente en Marruecos y de animarla en su camino". Del mismo modo, "encontraré a los migrantes, que representan una llamada para construir juntos un mundo más justo y solidario".
Videomensaje del Papa al pueblo de Marruecos
Querido pueblo de Marruecos,
As-Salamu Alaikum
Dentro de poco iré a vuestro querido país para una visita de dos días. Doy gracias a Dios por esta oportunidad que me concede.
Agradezco a su Majestad el rey Mohammed VI por su amable invitación y a las Autoridades marroquíes por su solícita colaboración.
Siguiendo los pasos de mi predecesor Juan Pablo II, voy como peregrino de la paz y de la fraternidad, en un mundo que tiene tanta necesidad de ellas. Como cristianos y musulmanes creemos en Dios Creador y Misericordioso, que creó a los hombres y los ha puesto en el mundo para que vivan como hermanos, respetándose en su diversidad y ayudándose en sus necesidades; Él les confió la tierra, nuestra casa común, para protegerla con responsabilidad y conservarla para las generaciones futuras.
Será para mí una alegría compartir personalmente con vosotros estas convicciones en el encuentro que tendremos en Rabat. Además, este viaje me ofrecerá la preciosa posibilidad de visitar la comunidad cristiana que está presente en Marruecos y de animarla en su camino. Asimismo, encontraré a los migrantes, que representan una llamada para construir juntos un mundo más justo y solidario.
Queridos amigos marroquíes: desde este momento, os doy las gracias de corazón por vuestra acogida y sobre todo por vuestras oraciones, asegurándoos mi plegaria por vosotros y por vuestro querido país.
Hasta pronto.