Cuenta con más de 80.000 documentos, muchos de ellos únicos en el mundo, como la copia más antigua de la Biblia o incunables de Miguel Ángel o Galileo. La Biblioteca Vaticana es uno de los centros de conocimiento más importantes del mundo. Y, como tal, es objeto de continuos ataques de los ciberpiratas. Más de un centenar de ataques al mes desde hace casi una década, cuando se comenzó su digitalización.
"Un ataque cibernético contra la Biblioteca del Vaticano podría hacer que la colección se copiara, manipulara o erradicara por completo; proteger estos documentos es importante no solo para el Vaticano sino para la memoria histórica del mundo", denuncia el director de Información de la Biblioteca Apostólica del Vaticano, Manlio Miceli, en una entrevista con The Guardian.
¿Qué hacer frente a ello? Apostar por la tecnología de la Inteligencia Artificial, cuyo desafío afrontó el Papa Francisco en su Vídeo del Papa de este mes de noviembre. "No podemos ignorar que nuestra infraestructura digital es de interés para los piratas informáticos", recalca Miceli.
La Biblioteca Apostólica Vaticana ha apostado por trabajar conjuntamente con la tecnología empleada por la empresa Darktrace para proteger sus archivos de los ciberataques. El plan de la empresa plantea una evolución continua de los sistemas digitales del Vaticano, de modo que se puedan detectar, y prevenir, cualquier amenaza cibernética.
"Darktrace AI es fundamental para defender la colección porque está en constante evolución y aprendiendo constantemente cuál es la actividad normal de nuestros sistemas y qué puede ser anormal. Esto significa que sigue el ritmo de los cambios en nuestro entorno y también de los cambios en el panorama de las amenazas", ha asegurado Miceli.