Cardenal preso del comunismo Misa por el reconocimiento de las virtudes heroicas de Van Thuan
El cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, presidió en Roma una misa solemne de agradecimiento con motivo del reconocimiento de las virtudes heroicas del cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân, quien padeció la persecución del régimen comunista en Vietnam.
La Eucaristía tuvo lugar en la Iglesia de Santa María della Scala en Roma, el viernes 15 de septiembre, víspera del 15º aniversario de la muerte del cardenal Van Thuân.
"Como cada año, en el aniversario de la muerte del cardenal Van Thuân, nos reunimos en este lugar de culto que fue su Iglesia titular para celebrar lo que comparte con todos nosotros y por lo que fue y sigue siendo para nosotros: un maestro y un testigo", dijo el cardenal Turkson en su homilía, según informa Radio Vaticano. "Es el glorioso misterio de la presencia de Cristo en nosotros como esperanza de la gloria, y es el misterio glorioso de la presencia de Cristo en nosotros como una promesa que está destinada a madurar y ser cumplida en nuestra gloriosa revelación como hijos de Dios".
En la celebración de la memoria del difunto cardenal, continuó el prelado, "la Eucaristía es nuestra oración a Dios para manifestar a su Iglesia y a nosotros, a través del proceso de canonización, el nacimiento en gloria de su siervo el cardenal Van Thuân".
A continuación, se procedió a la lectura del Decreto sobre las virtudes heroicas del difunto cardenal vietnamita, firmado por el Papa Francisco en el mes de mayo pero dado a conocer ahora, en la víspera del quince aniversario de su fallecimiento.

El decreto compara al purpurado con el grano de trigo que cae al suelo y muere. "¡Caer en la tierra y morir, no es por lo tanto el solo camino para dar fruto sino también para salvar la propia vida, es decir, para continuar a vivir!" Esta consigna, asumida por el siervo de Dios François Xavier Nguyên Van Thuân, expresa eficazmente el recorrido de su vida".
El texto cita las palabras del Papa Benedicto XVI, quien en su encíclica Spe Salvi describió la permanencia del venerable durante trece años en prisión, nueve de los cuales fueron en total aislamiento, y lo calificó como "un testigo de la esperanza, de una esperanza mayor que no mengua incluso en las noches de soledad". El decreto fue leído en su totalidad en lenguas italiana y vietnamita.
El cardenal Van Thuân nació en Hué en 1928. Durante ocho años fue obispo de la diócesis vietnamita de Nhatrang (entre 1967 y 1975) y en 1975 Pablo VI le nombró arzobispo coadjutor de Saigón. Sin embargo, pocos meses después, con la llegada del régimen comunista, el gobierno le detuvo.
Pasó trece años en la cárcel, nueve de ellos en régimen de aislamiento. En 1988 fue liberado y puesto bajo régimen de arresto domiciliario en Hanoi, pero no se le permitió regresar a su diócesis. Finalmente, en 1991 se le autorizó a ir a Roma pero no se le permitió el regreso y tuvo que vivir exiliado en esta ciudad hasta 2002 cuando murió de cáncer.
En el Vaticano, el cardenal Van Thuân fue primero secretario y después presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, y fue creado cardenal por Juan Pablo II en 2001.
El ahora venerable cardenal Van Thuân es muy famoso por su cruz pectoral, que una vez liberado hacía ver a todo el mundo, y que se convirtió en el símbolo de su cautiverio y también de su espiritualidad. Construyó esta cruz durante su prisión, con trocitos de madera que le daban los guardias, y después consiguió construir una cadena con cable eléctrico. Una vez hecho cardenal, siguió llevando esta cruz, relató a Radio Vaticano el postulador de la causa, doctor Waldery Hilgeman.
(RD/Aica)
