(J. B./Agencias).- El cardenal Gerhard Müller, hasta ayer prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se confesó "sorprendido", pero no "irritado" ante la decisión de Francisco de cesarle en sus funciones como guardián de la ortodoxia vaticana.
En una entrevista con el Allgemeine Zeitung, el purpurado alemán recalcó que no tenía "la intención de estar en la Curia más allá de cinco años", y que "no hubo diferencias entre el Papa y yo".
Tampoco, asegura en unas declaraciones aparentemente conciliadoras, en lo tocante a "Amoris Laetitia". Sin embargo, el purpurado reconoce que la decisión del Papa de despedir a tres oficiales de la Congregación le disgustó, pues "eran personas competentes".
Respecto a su futuro, Müller asegura que no tiene intención de regresar a Alemania, sino que permanecerá en el Vaticano. "Voy a hacer trabajos de investigación, cumpliré con mi función como cardenal, estaré activo en el cuidado de las almas... Tengo bastante que hacer en Roma", declaró.