Francisco preside la eucaristía en el cementerio Commonwealth War Graves Papa, en el cementerio romano: “La guerra es siempre una derrota por el alto precio que hay que pagar”

Papa, en el cementerio romano
Papa, en el cementerio romano

Emocionado, Francisco contó que le impresionó al entrar ver tantas lápidas de soldados de menos de 30 años, “vidas arruinadas, héroes, sí, pero muertos”

Con un ramo de crisantemos en las manos, recorre una avenida del cementerio, esposita las flores a los pies de una lápida y se dirige al altar

"Dos pensamientos en este día: memoria y esperanza"

"En la memoria de los muertos y teniendo esperanza, pidamos al Señor por la paz, para que la gente no se mate en las guerras. Tantos soldados muertos…Las guerras son siempre una derrota, siempre. Porque el precio a pagar es muy alto"

En el día de los Fieles Difuntos, el Papa Francisco preside la eucaristía en el cementerio de la guerra de Roma y centra su homilía improvisada en dos palabras: memoria y esperanza. “Memoria de tanta gente que hizo el bien” y “una esperanza fecunda”, que es la virtud “de todos los momentos”.

Emocionado, Francisco contó que le impresionó al entrar ver tantas lápidas de soldados de menos de 30 años, “vidas arruinadas, héroes, sí, pero muertos”. Y eso le llevó a pensar en las guerras de hoy y pidió al Señor “que la gente no se mate en las guerras, porque la guerra es siempre una derrota por el alto precio que hay que pagar”.

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Papa. en el cementerio
Papa. en el cementerio

 El Papa llega en silla de ruedas y es recibido, a la entrada, por las autoridades militares. Después, con un ramo de crisantemos en las manos, recorre una avenida del cementerio, esposita las flores a los pies de una lápida y se dirige al altar, para presidir la eucaristía, celebrada bajo una pequeña carta instalada para la ocasión.

 Homilía

Dos pensamientos en este día: memoria y esperanza.

Memoria de los que nos han precedido. Memoria de tanta gente que hizo el bien a la familia, a los amigos. Memoria también a los que no consiguieron hacer tanto bien, pero han sido recibidos por Dios.

Una memoria para mirar adelante en nuestro camino. Caminamos hacia un encuentro con todos, con el Señor. Pedir la gracia de la esperanza, que nunca desilusiona, que nos lleva adelante, nos ayuda a resolver problemas y a buscar las vías de salida.

Una esperanza fecunda. La virtud de todos los momentos.

Lápidas
Lápidas

Entre memoria y esperanza, quisiera detenerme en una cosa que me ocurrió a la entrada. Miraba las tumbas de los caídos. La mayoría entre 20 y 30 años. Vidas arruinadas. Y pensé en sus padres, en sus madres, que reciben cartas calificando a sus hijos de héroes. Héroes, si, pero muertos.

Me llevó a pensar en las guerras de hoy. Hoy sucede lo mismo en las guerras del mundo. Cuánta muerte. Se destruye la vida, sin reconocerlo.

En la memoria de los muertos y teniendo esperanza, pidamos al Señor por la paz, para que la gente no se mate en las guerras. Tantos soldados muertos…Las guerras son siempre una derrota, siempre. Porque el precio a pagar es muy alto.

Pidamos al Señor por todos los difuntos. Que el Señor los reciba a todos, tenga piedad de nosotros y nos de la esperanza de seguir adelante, hasta que El nos llame.

Papa, en el cementerio
Papa, en el cementerio

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