"Hereje sodomita". El ex arzobispo cismático (y excomulgado) Carlo Maria Viganò ha arremetido con dureza contra el neo cardenal Timothy Radcliffe, con insultos nunca antes escuchados entre altos jerarcas de la Iglesia católica. Y es que la polarización, al menos la de un extremo, ha llegado, también, a los sectores rigoristas y sedevacantistas.

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Viganò, quien durante años se ha convertido en azote del pontificado de Bergoglio, al que sigue denominando "Papa ilegítimo", dedica buena parte de sus lindezas actuales al fraile dominico, uno de los predicadores e introductores del Sínodo de la Sinodalidad. Y uno de los 21 elegidos por Francisco para el que será el décimo consistorio de su papado. 

"El hereje sodomita Radcliffe, promovido al cardenalato por Bergoglio, se delata: acusa a los obispos africanos de rechazar la Fiducia Supplicans por dinero, porque como todos los desviados ve la realidad deformada por su propio comportamiento", perpetra Viganò en su cuenta de 'X', en la que concluye que "de esta forma entendemos que Fiducia Supplicans fue patrocinada por la izquierda global progresista y LGBTQ+, así como la aprobación moral de los sueros experimentales fue patrocinada por BigPharma".

No es la única diatriba lanzada por el ex nuncio. Así, sin despeinarse, asegura que "los miembros de la secta bergogliana comparten herejías, corrupción y vicios". "Las protecciones de que gozan incluso en casos de delitos proclamados señalan al antipapa Bergoglio como principal culpable", añade Viganò, que acusa al Papa de un "comportamiento tiránico y farisaico" que "ha socavado totalmente el honor de la Iglesia católica, ocupada por traidores y usurpadores de su autoridad".

"Golpe de Estado" bergogliano

Las acusaciones llegan al punto de asegurar que se ha tramado un "golpe de Estado de la junta bergogliana, cuya labor subversiva es totalmente análoga a la de los dirigentes y gobernantes de los países occidentales", un movimiento al que vincula su excomuniónm "tras un juicio-farsa en el que la sentencia ya estaba escrita", con un solo objetivo: "Acallar la única voz disidente que denunciaba y sigue denunciando la estrechísima relación entre corrupción moral y desviación doctrinal de la secta conciliar-sinodal".

"La única voz que ha denunciado repetidamente los encubrimientos de la mafia lavanda", finaliza Viganò, que se autodefine como "la única voz que ha acusado a Bergoglio de usurpar y traicionar a la Iglesia". Y, tal y como refiere, en una absoluta soledad, incluso entre sus supuestos afines. "Mientras mis hermanos insistan en reconocer al jesuita argentino como Papa legítimo -a pesar de las evidencias de su ajenidad al papado- podrán tal vez deplorar los casos más macroscópicos, pero no podrán hacer nada para impedir que siga demoliendo la Iglesia".

En este punto, concluye, "el nombramiento como cardenal del pervertido y hereje Timothy Radcliffe y las maniobras en el Sínodo para la ordenación de mujeres y la aceptación de la sodomía demuestran que las 'correcciones fraternas' y la obediencia servil son formas de complicidad".