El Papa pide en la audiencia del miércoles "no olvidar al martirizado pueblo de Ucrania" Francisco: “El pacto de ancianos y niños salvará a la familia humana”
“El testimonio de los ancianos es creíble para los niños”, mientras que “los jóvenes y los adultos no son capaces de hacerlo tan auténtico, tan tierno, tan conmovedor, como los ancianos”
“Cuando los ancianos bendicen la vida que les llega, dejando de lado todo resentimiento por la vida que se va, es irresistible"
“¿Podríamos, por favor, devolver a los niños, que deben aprender a nacer, el tierno testimonio de los ancianos que poseen la sabiduría de la muerte?"
“¿Podríamos, por favor, devolver a los niños, que deben aprender a nacer, el tierno testimonio de los ancianos que poseen la sabiduría de la muerte?"
Dentro de su serie de catequesis sobre la vejez iniciadas el pasado mes de febrero, el papa Francisco, en su audiencia de este miércoles 17 de agosto, volvió a incidir en ella, señalado que “el testimonio de los ancianos es creíble para los niños”, mientras que “los jóvenes y los adultos no son capaces de hacerlo tan auténtico, tan tierno, tan conmovedor, como los ancianos”.
“Cuando los ancianos bendicen la vida que les llega, dejando de lado todo resentimiento por la vida que se va, es irresistible", añadió Francisco, lamentando lo “doloroso -y perjudicial- “que es “ver las edades de la vida concebidas como mundos separados y en competencia, cada uno de los cuales trata de vivir a expensas del otro”.
“El pacto de ancianos y niños salvará a la familia humana”, aseguró el Pontífice, quien se preguntó: “¿Podríamos, por favor, devolver a los niños, que deben aprender a nacer, el tierno testimonio de los ancianos que poseen la sabiduría de la muerte? ¿Podrá esta humanidad, que con todos sus progresos nos parece una adolescente nacida ayer, recuperar la gracia de una vejez que encierra el horizonte de nuestro destino?”.
“La muerte es, sin duda, un pasaje difícil en la vida: pero también es el pasaje que cierra el tiempo de la incertidumbre y desconecta el reloj. Porque la belleza de la vida, que ya no tiene fecha de caducidad, comienza precisamente entonces”, concluyó el Papa.
El encuentro con los fieles presentes en el Aula Pablo VI concluyó con la tradicional bendición apostólica del Papa a los matrimonios de recién casados que ocupaban las primeras filas, así como a todos los ancianos, enfermos y a cuantos están pasando por momentos de sufrimiento.
Finalmente, Francisco, en lo viene siendo una constante en los últimos tiempos, señaló que "mis pensamiento van para Ucrania" y pidió que "no olvidemos a este pueblo martirizado".
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