La jornada ha contado con la presencia del obispo de Vic Mons. Romà Casanova, que en la celebración de bienvenida, en la homilía, se ha referido a los religiosos y religiosas y la importancia de la oración con Dios. «Estando con el Señor, nace y renace la esperanza en nuestro corazón para que miremos la realidad desde su mirada, llena de libertad y amor. Éste es el reto: que Cristo ocupe el centro en nuestra vida», ha dicho.

¿Llamados a qué y para qué?

Tras la misa, se ha dado paso a la Asamblea, que ha comenzado con la intervención de la presidenta de la URC, Hna. Susana García del Álamo. ¿Estamos llamados a qué y para qué? Esta pregunta ha interpelado a los religiosos y religiosas a actuar siendo «constructores valientes de Evangelio encarnado», cada uno en sus realidades. Respondiendo a la pregunta inicial ha expuesto que “estamos llamados a ser, a estar en la primera línea de la Iglesia. Y no basta con estar, sino que debemos ser testigos».

Instó a los presentes, como responsables de las instituciones, a volver «a poner la mirada en los fundadores», intentando cómo ellos ser capaces de «superar las dificultades del momento y reanudar el camino una y otra vez». «Dios nos dice: ¡Sal! Sal y ponte en camino ante el Señor hacia el mundo que clama ayuda, compasión, justicia», ha dicho. Insistiendo en la importancia del legado de los fundadores, ha destacado la responsabilidad de los consagrados y consagradas de ponerse «al servicio de los demás y hacer corresponsables a todas las generaciones de la renovación de los carismas y de los sueños de nuestros fundadores».

La presidenta de la URC ha subrayado el papel de los religiosos y religiosas en el mundo de hoy como mensajeros de Dios recordándoles que son «llamados a ser signo visible del amor y de la misericordia de Dios», y «convocados, a poner los ojos en Dios, a volver a escuchar su llamada, su Palabra y desde el corazón contagiar la alegría de la entrega, la esperanza en el presente y futuro inmediato». Una misión que pide «ser testigos coherentes de vida plena nacida en el silencio, y cuidada en el servicio».

Reflexión en torno al Sínodo

Desde los puntos de vista de la Hna. Jolanta Kafka y del P. Màxim Muñoz, se ha hecho una valoración sobre el Sínodo y cómo éste interpela a los consagrados y consagradas.

Jolanta, misionera claretiana de la comunidad de Reus, ha aportado su razonamiento como religiosa y miembro de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, explicando su experiencia como participante del Sínodo. Ha subrayado la convicción de que a los religiosos y religiosas «les toca animar el proceso sinodal en todas sus instancias». «No podemos ser meros observadores sino participantes, que forman parte en la corriente renovadora».

La expresidenta de la Unión Internacional de las Superiores Generales ha expuesto que «el Sínodo nos invita a entrar en la Iglesia, ofreciendo el carisma de cada uno para caminar juntos y releer el don carismático con las comunidades y con las familias carismáticas». Ha transmitido también la necesidad de un «discernimiento en común y continuado para que la Iglesia siga siendo un sitio abierto de encuentro». Ha asegurado que «la Iglesia es misión y, por tanto, todas las congregaciones son misioneras». Por eso ha insistido en que «hay que ser compañeros y compañeras del camino de la Iglesia desde el testimonio y con la convicción de hacérnoslo propio, dejándonos interpelar por los demás en las acciones del día a día y especialmente en el momento de anunciar el Evangelio.»

Por su parte el P. Màxim Muñoz ha incidido especialmente en aquellas conclusiones de los documentos del sínodo referentes a la vida consagrada. Ha destacado algunas «interpelaciones a la vida consagrada» como la necesidad de «revisar el ejercicio de autoridad» que existe en las comunidades, «a veces verticalizada y poco participativa». También el papel de la mujer, sobre el que los documentos sinodales detallan su importancia y denuncian la situación de exclusión y cómo avanzar al ampliar la participación y reconocimiento de la mujer. Aparte, ha destacado cómo se subraya la implicación de los miembros de la vida consagrada en la acción social de la Iglesia.

Tanto el P. Màxim Muñoz como la Hna. Jolanta han destacado la importancia de la vida consagrada y la participación que ha tenido y tiene en el camino sinodal, sobre todo por el largo legado de sinodalidad que precede a las comunidades religiosas. Tal y como ha mencionado el P. Màxim Muñoz, miembro del gobierno de los Claretianos, en las conclusiones del sínodo se percibe «una gran valoración de la vida consagrada, por el testimonio profético, de seguimiento de Jesucristo, para saber escuchar los signos de los tiempos, del Espíritu, y por la capacidad de discernimiento en los distintos momentos».

Otros invitados

Antes de finalizar, se ha dedicado un momento para informar sobre distintos temas de actualidad. En este caso, han intervenido: P. Manel Gasch, abad de Montserrat, para hablar sobre el Milenario de Montserrat; P. Jordi Latorre, SDB, que ha informado sobre la aportación formativa del Instituto Ciencias Religiosas Don Bosco de Barcelona; y la Hna. Gemma Morató, para presentar el Estudio de la incidencia que han tenido los cambios de organización territorial en las órdenes religiosas en el período 2010-2020.

Fuente: Unión de Religiosos de Cataluña