Este domingo, Jornada Mundial de oración por las Vocaciones y Jornada de Vocaciones Nativas 2021 Y yo, ¿para quién soy? Las vocaciones de la Iglesia española, esperanza frente a la mayor crisis vocacional
La jornada tiene tres objetivos: “suscitar en los jóvenes la pregunta por su vocación en un sentido amplio; invitar a toda la comunidad a orar y acompañar a los jóvenes; y sostener las vocaciones de especial consagración que surgen en otros países”
España cuenta con 1.066 seminaristas, 37.286 religiosos y 2.354 miembros de Institutos Seculares, una de las cifras más bajas de su historia
“Un hombre que siempre ora, no tiene temor a la adversidad”. Carlos Armando Ochoa, seminarista entre los tarahumaras, los indígenas ultramaratonianos de México, relató su experiencia vocacional, durante un webinar para presentar la Jornada Mundial de oración por las Vocaciones y Jornada de Vocaciones Nativas 2021, que se celebra este domingo.
Una jornada que está organizada al alimón por la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Obras Misionales Pontificias (OMP) y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS), y que trata de responder a la pregunta ‘¿Para quién soy yo?’.
El camino del sacerdocio, explicó Ochoa, se parece un poco a una ultramaratón, “al servicio de cerros y barrancos, al servicio de indígenas y mestizos, partiéndome y compartiendo, como Jesús”.
Crisis numérico que no se puede esconder
Según datos de la Comisión Episcopal del Clero y Seminarios de la CEE, son 1.066 los seminaristas mayores de todas las diócesis españolas (62 menos que el curso anterior) y fueron ordenados presbíteros 126 (2 más). Y en los seminarios menores de nuestro país hay 827 seminaristas (el pasado ejercicio eran 890), de los cuales pasaron al seminario mayor 25 (3 más que el año precedente).
Respecto a los institutos religiosos y sociedades de vida apostólica, según las estadísticas de CONFER de octubre de 2020, sus miembros son 37.286: de ellos, 28.323 religiosas (contando 659 junioras), de 302 congregaciones; y 8.963 religiosos (con 260 juniores), de 109. Ello supone un descenso de 1.402 respecto a 2019. Como realidad y esperanza de futuro, 207 novicias y 90 novicios, no contabilizados en el total citado.
A enero de 2021, las cifras de CEDIS, la Conferencia Española de Institutos Seculares, hablan de 2.354 integrantes (36 menos que a comienzos de 2020). De esos institutos, 26 son de fundación española, mientras que otros 14, fundados fuera de nuestras fronteras, tienen miembros presentes en nuestro país. En todos los casos, su carisma es seguir a Cristo y vivir su compromiso apostólico insertos en el mundo.
Vivir sin rumbo
Abrió la jornada Luis Manuel Suárez, CMF., responsable del área de pastoral juvenil vocacional de CONFER, quien ejerció de moderador, y quien explicó que “la cuestión vocacional “es fundamental, es lo contrario de vivir sin rumbo”. La jornada pretende poner en valor esas “vocaciones singulares”, pero también la “vocación en un sentido amplio”, la que tenemos todos los bautizados, porque “cualquier vocación cristiana tiene ingredientes en común”.
Según explicó el religioso, la jornada tiene tres objetivos: “suscitar en los jóvenes la pregunta por su vocación en un sentido amplio; invitar a toda la comunidad a orar y acompañar a los jóvenes; y sostener las vocaciones de especial consagración que surgen en otros países”, para lo que sirven las vocaciones nativas.
Testimonios de vida y vocación
Entre los testimonios, arrancó Manuel Vázquez Álvarez, seminarista de quinto curso en Toledo, quien apuntó que la vocación “es un camino a ciegas para confiar, un calendario en blanco”. Manuel sabía que quería ser sacerdote desde los 12 años, tras algunos años como monaguillo. Pese a las dudas, que siempre surgen, “ya no digo qué es lo que quiere Dios de mí. Yo no quiero que mi vida sea para mí, sino que sea para Dios”. Curiosamente, la pandemia ha supuesto que hayan entrado “casi el doble de los seminaristas”, aunque las cifras totales del Seminario son las más bajas de la historia.
Rocío Vázquez, por parte de Confer, relató su historia vocacional a través de un ‘virtual thinking’ coordinadora de la Pastoral Vocacional del Instituto y Directora Titular del Colegio de Sevilla. “No considero que el hecho de la pandemia frene, sino que es un momento para preguntarnos”, destacó.
“’Esta es mi hija la monja’, decían a mi madre. A veces se creen que somos anormales, pero no lo somos. Somos personas apasionadas, pero muy normales”, incidió la religiosa, cuya vocación surgió tras un accidente de coche en el que falleció una amiga. “Yo podía haber estado. Dios me dio una nueva oportunidad”. Por eso, pidió “dejarse conducir, y no tener miedo de estar entre la gente, especialmente entre los jóvenes”.
Lydia Herrero Casanova, del Instituto Secular Obreras de la Cruz, destacó cómo, en su caso, “la tradición, la cultura, la fe, la fiesta, van de la mano”. Respecto a su vocación, explicó que “ingresé en el instituto a los 20 años, y vi un modelo de imagen de mujer que me fascinó, que a veces incomoda a la sociedad, y también a la Iglesia”.
En los institutos seculares, recalcó, “la diversidad es una nota característica: de trabajos, de forma de vida, podemos vivir solas, con la familia o en grupos de vida fraterna”. En su caso, “fui descubriendo que lo que Dios quería para mí no encajaba en nada convencional. Pero lo de Dios se impone, se despliega y se hace verdad pese a nosotras mismas”.