Las religiosas han acogido a 600 personas que ya no tienen hogar Las monjas de la madre Teresa en Gaza, bajo los bombardeos: "¿Adónde irá esta gente?"
Tras las muertes por la explosión en el hospital también hay gran preocupación en el convento de las Misioneras de la Caridad, que no está lejos y ha acogido a 600 personas que ya no tienen hogar
"En nuestras casas hay niños discapacitados y ancianos encamados con úlceras por presión"
En Jerusalén, el Comisario indio de Tierra Santa celebró una misa en el Sepulcro rezando por ellos a "el Príncipe de la Paz"
En Jerusalén, el Comisario indio de Tierra Santa celebró una misa en el Sepulcro rezando por ellos a "el Príncipe de la Paz"
| Nirmala Carvalho
(AsiaNews).- "También nosotros, en nuestro convento, hemos sentido los efectos de la explosión en el hospital al Ahli, estamos cerca de la zona afectada. Las personas que acogemos tienen miedo de que nos pueda pasar a nosotros también".
Este es el testimonio de las Misioneras de la Caridad, las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, presentes en Gaza desde hace 50 años. Lo recoge y lo comparte con AsiaNews el padre Francis Xavier, franciscano, comisario indio de Tierra Santa.
"Celebro la misa de la mañana en el Santo Sepulcro y también participan las monjas de la Madre Teresa", cuenta. En su convento de Jerusalén hay dos monjas indias, una europea y otra local. Ayer, después de esta celebración, en la Ciudad Vieja, vinieron a pedirme ayuda, contándome cómo la situación en Gaza es extremadamente grave".
"No estamos preocupadas por nosotras -le dijeron al P. Francisco Javier-, sino por los niños discapacitados y los ancianos que están postrados en cama con escaras. Y también por las 600 personas que se han refugiado en nuestro convento tras perder sus casas en los últimos días a causa de los bombardeos. ¿Dónde irán ahora?".
"En este momento hay tres monjas viviendo en el convento -continúa el franciscano indio-, mientras que otras dos están fuera por otras actividades relacionadas con su ministerio. La superiora del convento es una monja de Orisa. Aunque es una mujer muy valiente, tiene miedo de que la próxima bomba caiga sobre su convento o sobre la iglesia de la Sagrada Familia que está al lado". "Aunque mi cuerpo está en Jerusalén", concluye el Comisario indio de Tierra Santa, "mi corazón y mi mente están en Gaza. Que el Príncipe de la Paz dé paz a esta Tierra".
"Aunque mi cuerpo está en Jerusalén, mi corazón y mi mente están en Gaza. Que el Príncipe de la Paz dé paz a esta Tierra"
Desde febrero de 1973, las hermanas de la Madre Teresa están presentes en Gaza. Una presencia marcada desde el principio por compartir el sufrimiento de esta tierra atormentada: llegaron a la Franja pocas semanas después del asesinato del entonces párroco de la comunidad latina, el padre Hanna Al-Nimri. Les tocó limpiar los muros manchados de sangre.
A pesar de las innumerables dificultades debidas a las numerosas guerras y al bloqueo impuesto a Gaza durante años, las Misioneras de la Caridad son una presencia fundamental en la parroquia de la Sagrada Familia. En su centro de acogida para niños y adultos frágiles acogen a 70 personas. Pero además de ofrecer atención espiritual en la pequeña comunidad católica de Gaza, visitan cientos de hogares de pobres, necesitados y enfermos.