Dejé para esta última parte el resumen de la Conferencia, pronunciada el 7 de septiembre de 2023 por el jesuita Jaime Tatay Nieto, sobre un nuevo foro de diálogo, de carácter medioambiental, entre ciencias y religiones. A su importancia intrínseca, se añade que, al día siguiente, importancia añadida, un obispo español, sin declararse “negacionista” del fenómeno del Medio Ambiente -lo cual le hubiese situado en oposición al magisterio pontificio-, si se manifestó crítico sobre ciertos aspectos, generándose una gran polémica (“Agenda 2030” y los que llamó “ecolojetas”). La ruidosa polvareda fue grande, con ecos hasta aquí llegados(Religión Digital).

I.- La Conferencia:      

 “La 4ª.- Conferencia del joven jesuita y profesor de la Universidad de Comillas, Ingeniero de Montes y Teólogo, Director de la Revista Razón y Fe, don Jaime Tatay Nieto, titulada “La sostenibilidad como nuevo foro de dialogo entre las ciencias y las religiones””. 

El conferenciante aclaró de entrada que, por ser ingeniero, no es científico en sentido estricto, pues los ingenieros resuelven problemas, mientras que los científicos, según él, hacen preguntas. Un problema importante –añadió- es que no hay un concepto único, ni de Ciencia ni de Religión, faltando un concepto básico en ambas. Se precisa -según el jesuita- para que exista un verdadero diálogo, la profundización teológica y el conocimiento de la Historia y la Filosofía de la Ciencia.    

Se refirió Jaime Tatay a esa nueva ciencia llamada “Ecología” o “leyes de la casa”, que es ciencia de ciencias y de relaciones con las demás, habiendo importantes debates, incluido el de la llamada sostenibilidad (años 80 del siglo XX). Y hablando de la “interdisciplinariedad”, el conferenciante  citó el párrafo 63 de la Encíclica Laudatio si, siendo la misma Encíclica la prueba del fenómeno que llamó “Espiritualización de la Ecología”. De cómo la Religión católica, junto con las demás religiones, se preocupan y preocuparon del fenómeno ecológico, recogiendo lo mejor aportado por la Ciencia sobre el Planeta Tierra. 

El profesor Tatay Nieto, citando al físico y teólogo Ian Barbour desarrolló en detalle las cuatro tipologías o modelos de relación entre Ciencia y Religión: 

--el conflicto entre ambas: la Ciencia señala a las religiones como las causantes de la dificultad para alcanzar la sostenibilidad pretendida. Las religiones, por otra parte, atribuyen a la Ciencia cierta “idolatrización”, contraria a la verdadera sostenibilidad.

--La independencia entre Ciencia y Religión: su respectiva autonomía, proclamada por San Juan Pablo II.

--El diálogo necesario entre Ciencia y Religión: al que se refiere la Encíclica Laudarto Si, en el número 62.

--La integración o convergencia entre Ciencia y Religión: línea del magisterio Pontificio (las dos alas que mencionó San Juan Pablo II en su Encíclica Razón y Fe) y las funciones correctivas, recíprocas, a las que se refirió Francisco (Laudato Si, en el número 199).

Escribió el Papa a este propósito: “No se puede sostener que las ciencias empíricas explican completamente la vida, el entramado de todas las criaturas y el conjunto de la realidad. Eso sería sobrepasar indebidamente sus confines metodológicos limitados. Si se reflexiona con ese marco cerrado, desaparecen la sensibilidad estética, la poesía y aun la capacidad de la razón  para percibir el sentido y la finalidad  de las cosas”. 

II.- Conclusión de las Jornadas: 

Conferencias en las mañanas de los días 6 y 7 de diciembre, y en ambos días, durante la tarde, las llamadas “mesas redondas”, dialogando los conferenciantes con los asistentes sobre temas tan distintos, como los siguientes entre otros: Revelación y Ciencia, la Agenda 20/30, la necesidad recíproca entre la Ciencia y Teología, diferenciar lo que es “hacer ciencia” y lo que es “hacer teología”, Dios y la revolución de la especies. 

Don Roberto Martínez Díaz, profesor y Secretario General del Instituto Teológico Compostelano, en unas finales palabras, dijo que la Teología tiene como finalidad no ser un clavo que cierra sino una clave, una llave, que abre. Añadió que hay que encontrar -citando al Papa Francisco- caminos de esperanza que abran nuevos horizontes a nuestra sociedad. 

Esa fue la intención de estas Jornadas, y objetivo –añadió don Roberto- que si no se cumplió en la totalidad, ha supuesto un paso muy importante en esa dirección.

III.- Caminando por el claustro de San Martín Pinario:

Silencio al caminar por ese impresionante claustro monástico, sólo interrumpido por el sonido del agua, tan importante y evocador, al salir de la fuente central. En ese marco encontré a don José Fernández Lago, Director que fue del Instituto Teológico compostelano y autor de ponencias que constan en la rica Collectanea Scientifica Compostellana.

Hoy, don José, es Deán Presidente del Cabildo de la Catedral de Santiago de Compostela. Al haberle escuchado previamente, en las Ofrendas Reales al Apóstol, le pregunté, con ironía, sobre su “condición monárquica”, recibiendo, con sonrisas, una respuesta muy gallega. Menos gallegas y con afecto fueron sus respuestas a mis preguntas por el Cardenal Quiroga.  

A don José pregunté también por don Elisardo Temperán, Secretario Capitular y maestro de ceremonias, y por Daniel Lorenzo, párroco, vicario judicial, canónigo y director de la Fundación Catedral, de los que ya escribí en las Crónicas de 2 y 3 de junio último. Me respondió don José que estaban perfectamente: el primero ya recuperado del susto por lo del atentado en acto de misar, y el segundo atendiendo sus múltiples trabajos, en tránsito continuo por la Quintana. 

También caminando por el silencioso claustro me acordé de dos frailes franciscanos, fallecidos ambos, que, por aquí, tanto pasearon, viviendo muy cerca, en el llamado Convento de San Francisco: Fray Carlos Amigo y Fray José Gómez, Obispo este último fallecido a primeros de enero de 2008, siendo ya administrador apostólico de Lugo, la que fue su Diócesis durante tantos años. Pudo saber, antes de fallecer, que su sucesor en el obispado lucense era, precisamente, Carrasco Rouco. 

La expectación ante la publicación próxima de la continuación de la Encíclica Laudato SI, del Papa Francisco, no puede ser mayor. La esperamos y comentaremos.