Te Deum

¡Feliz martes! Como himno de agradecimiento, la Iglesia cuenta con el te deum, en el que toda la creación da gracias a Dios. Cuando esas potentes palabras vienen acompañadas de música, el efecto podemos decir que es doble.

Hoy nos visita Kenneth Leighton (1929-1988), compositor británico nacido en Wakefield. Realizó su formación en Oxford, concretamente en el Queen's College. En 1951 consiguió una beca que le permitió estudiar en Roma y perfeccionar así sus conocimientos de una forma muy remarcable. Poco a poco se fueron sucediendo premios y galardones hasta que fue nombrado miembro del Worcester College en 1968. Dos años más tarde fue nombrado, nada menos, que catedrático de la universidad de Edimburgo. Compone usando la técnica dodecafónica siguiendo los patrones de Alban Berg aunque, como el austríaco, no renuncia al gusto por la melodía. En otras composiciones los sonidos son eminentemente diatónicos aunque siempre con un gran control de los medios y con un sentido de la forma muy especial.
Escuchemos su Te Deum laudamus. En la década de 1960 recibió una serie de encargos de música religiosa, que se han convertido en sus obras más famosas. La obra de hoy fue un encargo de la iglesia del Santo Sapulcro de Holborn y fue estrenado en 1964. La obra fue compuesta para coro y órgano y luego fue orquestada (dos años más tarde). Leighton se muestra totalmente imaginativo a la hora de tratar un texto tan largo, y elimina, en la versión orquestal, casi todos los pasajes a solo para lograr un mejor equilibrio entre las voces y la orquesta. Es especialmente remarcable la primera sección y el resto de ellas terminan en estado de clímax, hasta el bello final.
La interpreación es de la Orquesta Nacional de la BBC de Gales y el coro de la BBC de Gales dirigidos por Richard Hickox.