¡Feliz miércoles! Hoy tenemos música de un apellido muy reconocido. Sin embargo, no vendrá del representante masculino, sino de la parte femenina. Esta mujer nos ha legado unas grandísimas obras, incluso en forma de miniaturas, como las de hoy.

Antes vamos con la protagonista, que es Clara Schumann (1819-1896), compositora alemana nacida en Leipzig. Como es habitual, sobre todo siendo mujer en la antigüedad, no fue reconocida como debía, algo que se extendió a lo largo del tiempo. Primero solo era conocida como la esposa de Robert Schumann, luego se le empezó a apreciar sus cualidades como pianista y, ya a principios del siglo XX, se empezó a valorar como compositora. Sus compositores fueron importantes a pesar de que su producción era breve. Si sus obligaciones como madre no le hubiesen ocupado tanto tiempo (dio a luz a ocho hijos) seguramente se hubiera convertido en una compositora de primera fila, como demuestran sus últimas composiciones, llenas de profundidad. Una de las figuras importantes en la vida de Clara fue Johannes Brahms, a quien conoció gracias al violinista Joseph Joachim. Pero quien lo dominaba todo era su marido Robert. Clara compuso poco tras la muerte de este, a pesar de que sus hijos iban creciendo. Su actividad en sus últimos años prácticamente se redujo a la docencia.

Escucharemos sus Trois Romances, op. 22, composición para violín y piano. Es una de las últimas obras que compuso y la romanza era uno de sus géneros preferidos y esta obra de alguna forma se ha convertido en una de las más conocidas de la compositora. Fue compuesta en 1853 y están dedicadas a Joachim, con quien ella misma la interpró por lo menos un par de veces (Clara tocando el piano, obviamente) parece ser que incluso ante el rey de Hannover. Al escuchara, un crítico musical dijo: «Es una obra exuberante y conmovedora, y es una pena que la carrera de Clara como compositora se subordinara a la de su esposo». Se divide en tres partes: Andante molto - Allegretto - Leidenschaftlich schnell.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Céline Moinet (oboe) y Reiko Hozu (piano).