Sanguíneo y melancólico



¡Feliz martes! ¡Espero que tengas un buen día! En estas dos palabras reconocerás dos de los reconocidos antiguos temperamentos. Se me ocurre la obra de Hindemith como ejemplo de música relacionada con este aspecto psicológico pero, sin embargo, no voy a traerte ninguna composición de este hombre. Hoy nos va a acompañar un nombre de una familia grandísima de compositores. Seguro que estás ya imaginando cuál es.

A quien me refiero es a Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788), maestro alemán nacido en Weimar y evidentemente hijo de Johann Sebastian. ¿Sabes qué decía Mozart de Bach? Una frase muy famosa: "Bach es el padre y nosotros somos hijos". Lo curioso es que no se refería a Johann Sebastian sino a su hijo C. P. E. Es más, en la segunda mitad del siglo XVIII el apellido Bach iba casi ligado a este último. Desgraciadamente debido a la gran influencia del "viejo Sebastian" la historia no ha sido del todo justa con su hijo. Tras la muerte del padre su música quedó algo pasada de moda con lo que las figuras de sus hijos emergieron. C. P. E. era llamado el Bach de Hamburgo porque sucedió a Telemann allí. La calidad de su música está fuera de toda duda y está llena no solo de la sabiduría de los Bach sino de esa chispa característica del estilo galante que conecta el Barroco con el Clasicismo.

Quisiera que disfrutaras hoy con su Sonata en trío en do menor, Wq 161 nº 1 que lleva el subtítulo "Sanguineus und Melancholicus". Fue compuesta en 1749. Pretende ser un ejemplo de música que trasciende a la música. C. P. E. Bach intenta describir en ella los cuatro temperamentos de la persona tal y como se conocían en la antigüedad. El violín es precisamente el que representa dos de estos temperamentos. En realidad se trata de una impresionante sonata en tres movimientos en los que estos temperamentos dialogan entre sí. Finalmente, en ese duelo especial, gana el temperamento sanguíneo pero ambos terminan conversando de forma educada y llena de encanto.

Los movimientos son:

1. Allegretto – Presto.
2. Adagio.
3. Allegro.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Evgeny Sviridov y Anna Dmitrieva (violines), Davit Melkonyan (chelo) y Ekaterina Biazrova (espineta).

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