El amante secreto



¡Feliz miércoles! Para este día de mitad de semana te traigo música de lo más sensual. No se trata de ningún tipo de obra religiosa en la que se compare místicamente a Jesús con el amante (a modo de san Juan de la Cruz) sino música puramente mundana pero llena de expresividad y casi podíamos decir que erotismo. ¿Quién la escribió? Pues una persona que escribió una música increíble pero que, no me explico por qué, nunca ha aparecido por aquí. ¿Te apetece conocerla?

Si es así te presento a Barbara Strozzi (1619-1677), compositora italiana nacida en Venecia. Era hija adoptada y posiblemente ilegítima de Giulio Strozzi, poeta y dramaturgo. Fue discípula de Francesco Cavalli y debió ser tan famosa que incluso otros compositores le dedicaban obras. Era muy habitual que Barbara cantase en su casa de Venecia ante ilustrados de la ciudad, con obras que su padre había escrito. En 1644 comenzó su carrera profesional gracias a la publicación de un volumen de madrigales a dos y tres voces. Casi todas las obras suyas que se conservan son madrigales y arias para voz y continuo. Algunas tienen una estructura más compleja de cantata, con varias secciones contrastantes y de diversos estilos: recitativo, arioso y aria. Muchos de los textos son anónimos pero presenta unas fuertes características manieristas, siempre con una bella poesía. Se aprecia en sus obras cómo dominaba el arte de la «seconda prattica» tal y como indudablemente recibió de su maestro el gran Cavalli.

Hoy vamos a disfrutar de su cantata L'amante segreto, op. 2. Es una de sus composiciones más conocidas. Podemos apreciar a un amante que no termina de confesarle sus sentimientos a otro. A esa tema tan típicamente barroco Strozzi se enfrenta con bellos melismas a cargo de la voz. Se muestra contenida a la hora de usar cromastismos o acordes algo extraños. La compositora presta una especial e intensa atención a las palabras y escribe la música al servicio de ellas. A lo largo de toda la pieza mantiene de forma magistral la tensión y el carácter digamos que nocturno y a la vez triste y melancólico.

La interpretación es de Raquel Andueza (soprano) y Jesús Fernández Baena (tiorba).

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