El trono del Señor
¡Feliz lunes! El trono del Señor está en el cielo y la música de hoy lo va a poner aún más de manifiesto. El compositor de la impresionante obra de hoy nos visita de vez en cuando y es uno de los que trabajaron insistentemente por la música barroca alemana.
Hablo de Nicolaus Bruhns (1665-1697), compositor alemán nacido en Schwanstedt. Además de compositor, destacó como organista, violinista y tañedor de la viola que procedía de una familia llena de músicos. Su abuelo era laudista profesional y sus tres hijos también eligieron carreras musicales. Según Gerber, «Nicolaus Bruhns podía tocar el órgano y escribir bastante bien para el teclado y la voz a una temprana edad». Cuando cumplió dieciséis años su padre lo envió a vivir a Lübeck con su tío Peter que le enseñó a tocar el violín y el bajo de viola. Del mismísimo Buxtehude aprendió e órgano y este lo consideró su mejor discípulo, de quien hablaba maravillas. Trabajó como violinista en Copenhague, que estaba llena de músicos italianos, que también le ayudaron a ampliar su estilo de componer.
Vamos a escuchar su cantata titulada Der Herr hat seinen Stuhl im Himmel bereitet. Su texto está tomado del salmo 103 y la pieza está compuesta para bajo solista, dos violines, dos violas y bajo continuo. Está escrita en la tradición del concierto sacro alemán, sin una división formal en secciones y con episodios que alternan solistas y tutti. El coral luterano siempre solía jugar un papel menor. Encontramos influencias italianas unidas al tradicional contrapunto germánico. La parte del violín es muy exigente técnicamente puesto que tiene virtuosas figuraciones. De alguna forma, nos recuerda a las más destacables obras de su contemporáneo Biber.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de Yale Institute of Sacred Music dirigido por Masaaki Suzuki.