El drama para todos del falso socialismo del PSC
En Cataluña no habría drama si no se hubiera inoculado nacionalismo en la izquierda.
| Eugenio A. Rodríguez
Algunos creen que la debacle de la izquierda es una bendición. Se equivocan de cabo a rabo. Puede estar bien tirar el muro de Berlín y que se desvele que el comunismo lleva millones de muertos en la mochila. Pero eso es una cosa y que baje el izquierdismo es otra. Alguien dijo que "ser de izquierdas es una actitud moral ante la vida". Y el mismo Papa ha dicho que "nunca he sido precisamente de derecha". Los que duden de ello, que observen este asunto en Cataluña.
En Cataluña no habría drama si no se hubiera inoculado nacionalismo en la izquierda. Bastaría que Esquerra y CUP no hubieran entrado a la trampa nacionalista para reducir a la mitad el independentismo.
No creo que la oligarquía "convergente" sea divergente precisamente de la España de la que viene mamando con intensidad. Pero todo pudiera ser. Que sea egoísta esa derecha no deja de tener su lógica.
Sin embargo, es la izquierda la que ha tenido que desideologizarse para pactar con semejante diablo. No es coherente una visión de clases, pensar que la lucha es capital/trabajo, y pasarse con armas y bagaje a la causa que ve la lucha entre España y Cataluña.
¿Cómo van a entenderse más allá del corto plazo Puigdemont y Junqueras? ¿Cómo no va a ser lógico que uno tenga un salto a Bruselas preparado y el otro esté dispuesto a pagar? Pasó siempre: salvadas las enormes distancias es cierto que -por ejemplo- el burgués Negrín se fue al exilio mientras Besteiro iba a la cárcel.
Y, sin embargo, el drama del drama (ahora que pensamos en Negrín/Besteiro) es el desizquierdismo del PSOE, precisamente por ser más PSC que PSOE. Cuando el PSC mira más a su espacio (Cataluña) que a su tiempo (historia obrera) se desizquierdiza. Dramático.