Monseñor Castillo reconoce que desde aquella visita, “todos se han sentido sumamente renovados” por el mensaje de Francisco y “han visto nuevos caminos para la Iglesia en Perú con los sectores más marginados y abriendo pasos para que su Iglesia se transforme en una Iglesia verdaderamente misionera y solidaria”.
Además – puntualiza – “no pensábamos que después de esa visita nos ocurriría esa tragedia mundial de la Pandemia, sin embargo, su visita nos preparó, nos anunció que había un mundo cambiante que tenía debilidades muy grandes y que teníamos que estar a la altura para vencer la corrupción, los vicios de nuestra historia, y para reparar sus heridas, especialmente para recobrar toda la tradición de esta Patria ‘ensantada’ que está llamada a producir frutos de amor, de vida, de santidad, de justicia y de paz para todos los peruanos y peruanas, y también para todos los migrantes que nos visitan y a los cuales hemos de ayudar con el corazón”.
Por último, el arzobispo de Lima agradece al Señor por darnos al Papa Francisco como un signo de su amor en nuestra historia actual: “así, testigo de Jesús por el mundo, nos invita permanentemente a la conversión, al servicio y a la acción misionera, mantenlo siempre con fuerza, con ánimo, con alegría y con esperanza para que el Evangelio que Tú nos has dado se siga proclamando en toda la humanidad, especialmente entre los descartados de esta sociedad que necesitan de su fuerza, de su ánimo, del Espíritu de Dios que nos inunde, nos proteja, nos acompañe, nos envuelva y suscite en nosotros la alegría”.
Tres años en que el Papa Francisco visitó Chile y Perú:
— Voluntario Papal (@voluntariopapal) January 16, 2021
15 al 21 de enero de 2018.
(Este fue el motivo de esta cuenta: #VoluntarioPapal)
Revisa el viaje desde la web del Vaticano:https://t.co/z0P6VYqQwwpic.twitter.com/79qEVhajlP