Es "triste que no logramos que Honduras respete la vida" Cardenal Maradiaga lamenta la violencia en Honduras y rechaza despenalizar el aborto
El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, lamentó este domingo la ola de violencia que en las últimas semanas se ha recrudecido en Honduras y manifestó su rechazo a la despenalización del aborto en el país
El pasado 4 de marzo, la Conferencia Episcopal de Honduras señaló que en Honduras "se aprecia un cierto vacío de acción decidida en contra del crimen, los enemigos de la paz se aprovechan y se sienten a sus anchas"
Por otro lado, en el marco del Día Internacional de la Mujer, organizaciones feministas exigieron en Honduras el fin de la penalización del aborto en el país, mientras que la Iglesia católica y representantes de partidos de derechas han manifestado su oposición
El aborto es penalizado en Honduras en todas sus formas desde 1997, lo cual ha generado una persecución a las mujeres sospechosas de haberse practicado uno, por lo que podrían cumplir hasta 10 años de prisión
Por otro lado, en el marco del Día Internacional de la Mujer, organizaciones feministas exigieron en Honduras el fin de la penalización del aborto en el país, mientras que la Iglesia católica y representantes de partidos de derechas han manifestado su oposición
El aborto es penalizado en Honduras en todas sus formas desde 1997, lo cual ha generado una persecución a las mujeres sospechosas de haberse practicado uno, por lo que podrían cumplir hasta 10 años de prisión
| RD/EFE
El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, lamentó este domingo la ola de violencia que en las últimas semanas se ha recrudecido en Honduras y manifestó su rechazo a la despenalización del aborto en el país.
“La vida comienza en el seno materno y constantemente hay personas y grupos que están contra la vida”, indicó Rodríguez en una homilía celebrada en la Basílica Menor de Suyapa, en el extremo oriente de Tegucigalpa, la capital del país.
Dijo que es “triste que no logramos que Honduras respete la vida, que no haya muertos, nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie, y mucho menos la vida que no ha nacido”.
“Todo aquel que está en este momento empuñando armas, destruyendo y matando, está matando a los hijos amados y escogidos, a nadie se le puede quitar la vida, y mucho menos con esas armas de destrucción, no podemos seguir como espectadores inertes viendo como que es una película y sufrimiento de tantas personas”, enfatizó Rodríguez.
El pasado 4 de marzo, la Conferencia Episcopal de Honduras señaló en una declaración que en las últimas semanas “se ha recrudecido esta ola de violencia” en Honduras, donde “se aprecia un cierto vacío de acción decidida en contra del crimen, los enemigos de la paz se aprovechan y se sienten a sus anchas”.
El religioso afirmó que el aborto es la “peor de las injusticias” y cuestionó que hay “sociedades que se rasgan las vestiduras porque están contra la pena de muerte, (pero) quieren sentenciar a muerte a los que no han nacido, por eso es importante que reflexionemos en este camino de Cuaresma”.
Los diputados no deben caer en la trampa
El cardenal dijo que espera que los diputados hondureños “que quieren verdaderamente algo mejor para nuestra Honduras, no caigan en la trampa de la tiranía de algunas minorías, toda la humanidad está llamada a la transfiguración”.
“No a ningún atentado contra la vida, ni tampoco a todos los medios o medicamentos que son abortivos, eso no es progresar, es caminar hacia atrás”, subrayó Rodríguez.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, organizaciones feministas exigieron en Honduras el fin de la penalización del aborto en el país, mientras que la Iglesia católica y representantes de partidos de derechas han manifestado su oposición.
La interrupción del embarazo es penalizada en Honduras en todas sus formas desde 1997, lo cual ha generado una persecución a las mujeres sospechosas de haberse practicado uno, por lo que podrían cumplir hasta 10 años de prisión.
El religioso dijo que es necesario “tomar conciencia que la humanidad no puede seguir caminando sin Dios, necesitamos transparentar la verdadera vida, no podemos refugiarnos en la montaña del individualismo, necesitamos asumir la realidad”.
“Hoy hay una ideología en las sociedades muy desarrolladas que hablan de la sociedad del bienestar y ven al mundo solo a la luz del progreso, del desarrollo, del crecimiento económico, del sometimiento de toda la realidad a la razón, pero la historia ha demostrado que esa no era la solución”, acotó el cardenal hondureño.