Erigido en 1813 y gobernado por los jesuitas, contemplativo en la acción La Iglesia de La Merced en Guatemala, un icono religioso, histórico, cultural y actual

El decimonónico templo de la Iglesia de La Merced erigido el 31 de enero de 1813 y que forma parte del centro histórico de la ciudad capital de Guatemala, es todo un ícono por el gran valor que representa religiosa, histórica y culturalmente hablando, además que para su parroquia ha sido un imperativo mostrar el camino hacia Dios mediante los ejercicios espirituales y el discernimiento, dado a que en él se veneran imágenes como las consagradas de Jesús Nazareno y Santísima Virgen de Dolores, como las de San Judas Tadeo, Sagrado Corazón de Jesús y tantas más con una inmensa y arraigada feligresía, lo que ha permitido que a sus pies se hayan podido realizar eucaristías, procesiones,velaciones y actos de piedad popular.

Se ha trabajado y se siguen desarrollando los planes necesarios para que la Iglesia de la Merced en la ciudad de Guatemala sea un lugar de acogida, apertura y oración para cualquier persona, mostrando un rostro de Dios liberador, amoroso, misericordioso, solidario, cercano y humano por medio de la vida sacramental: confesión, bautismo, primera comunión, confirmación matrimonio y atención a los enfermos.

En el año 1853 a la Compañía de Jesús se le encomendó la atención pastoral del templo de La Merced. En los años cincuenta por gestión del P. Iriarte fue elevado el templo al rango de parroquia. Desde entonces al día de hoyel párroco y los demás sacerdotes jesuitas buscan dar una formación liberadora acompañando el proceso de transformación no solo en su historia personal sino también de la historia parroquial, para lograr que los laicos se sientan corresponsables de realizar las actividades pastorales manifestando el amor de Dios en todo momento.

De esa cuenta y tomando como base las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, que constituyen la hoja de ruta de la Parroquia de La Merced, además de la espiritualidad de conducir a las personas a Dios, hemos seguido sus demás principios.

Caminando junto a los pobres

La centralidad de Cristo y su seguimiento ha llevado a asumir retos para defender la fe y promover la justicia y así, la parroquia ha podido discernir el paso del Señor en medio de los signos de los tiempos, siendo contemplativos en la acción. Así se ha caminado junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia.

En la parroquia, desde los últimos doce años cuenta con un acompañamiento y colaboración para casi un centenar de familias del sector parroquial y en medio de una situación de vulnerabilidad que nos ha tocado vivir, la colaboración ha sido clave para poder seguir con la misión encomendada. “El amor ha de ponerse más en obras que en palabras” nos dicta San Ignacio de Loyola (fundador de la Compañía de Jesús) por lo que caminar con el pueblo de Dios más necesitado se hace imperativo.

Acompañando a los jóvenes

La creación de un futuro esperanzador sigue siendo una de las metas de la Parroquia de La Merced, en donde se tiene el regalo de contar con un numeroso grupo de jóvenes, los cuales han estado dispuestos para servir y amar. Han participado en la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá (2019). Forman parte del movimiento MAGIS y se han incorporado a la Red Juvenil Ignaciana de la provincia jesuita centroamericana. Por ahora varios de ellos están llevando el Diplomado en Pastoral Juvenil y otros participan de Gestión Ignaciana para la Misión. Las muchas y diversas actividades realizadas no se hubieran podido llevar a cabo sin la participación activa y creativa de ellos, quienes ponen al servicio de los demás todos sus dones recibidos, acompañados de un gran entusiasmo y dedicación.

La casa común

Desde finales del año 2015 con la publicación de la encíclica “Laudato Si” en los planes de formación parroquial se han realizado charlas de sensibilización para el cuidado de la casa común a través de talleres,catequesis y homilías.

Durante el tiempo de la pandemia del coronavirus se ha realizado un proceso evangelizador de concientización que tiene como fin primordial el cuido de la vida, por lo que las orientaciones para asumir modos o formas responsables ante la pandemia ha sido clave, dada la credibilidad de la actividad evangelizadora de la parroquia.

Además, desde el uso responsable de los medios y donaciones de alimentos obtenidos en las misas de “la Libra y de la Leche” se ha hecho una distribución justa para aquellas familias en situación de vulnerabilidad, siendo muy importante destacar que las catequesis han sido muy útiles para desarrollar esta preferencia con la formación de grupos y prédicas dominicales, sobre todo porque también la encíclica del Papa Francisco “Fratelli tutti”ha sido un eje transversal de nuestra formación y evangelización en este tiempo de crisis mundial. Ambas encíclicas son el hilo conductor de nuestra formación de la evangelización parroquial.

No solo en la ciudad sino también en el interior

El trabajo no se circunscribe a la ciudad de Guatemala, pues a lo largo de los 200 años de la Parroquia de La Merced dejó de ser solo arte y religiosidad popular, pasando a ser un lugar en donde se une la fe, la historia, las tradiciones y las costumbres del pueblo con acciones de liderazgo evangelizador y catequético que transforma la vida de las parroquias urbanas para incidir en los decanatos vicarías y arquidiócesis. De esa cuenta, las parroquias rurales y urbanas han tomado los aportes compartidos en los encuentros de la parroquia de nuestra provincia, aportando luces para un mejor caminar eclesial.

Necesidad de hacer cambios

Creemos que si todos los agentes de pastoral trabajan en unión con el párroco es posible que todos los que integran el Consejo Pastoral (religiosidad popular, pastoral juvenil, de enfermos, la social, la familiar y la catequesis) pueden compartir ese mismo sentir apoyándose mutuamente en las distintas actividades que cada quien realiza, logrando con ello unificar la formación catequética sólida, continua y permanente; formar líderes corresponsables con la parroquia; contar con instalaciones funcionales para el cumplimiento de nuestra misión (salones, bodegas, etc.)

En el templo propiamente dicho se ha logrado el resguardo y protección de su legado histórico tangible, lo que incluye imágenes, retablos y restauración de altares, incluyendo el mayor, aparte de dar el permanente mantenimiento y limpieza, incorporando la modernización del sistema eléctrico, alarmas, circuito cerrado e iluminación.

Efectos de la pandemia

Debido a las disposiciones gubernamentales y eclesiásticas fue necesario limitar el acceso al templo de la feligresía y por ende las actividades tanto litúrgicas como sacramentales, como la suspensión de reuniones de formación católica en los salones parroquiales, lo que consecuentemente redujo drásticamente las ofrendas y los aportes, como la suspensión de despliegues públicos presenciales de religiosidad popular, aunque lo anterior logramos superarlo en gran parte, a través del uso de las redes sociales y de la televisión, instrumentos que resultaron valiosos e indispensables para mantener la comunicación social.

Desde el 22 de marzo de 2020 de manera ininterrumpida se ha llevado a cabo la transmisión de la Santa Misa Dominical por medio de la televisión abierta y por las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram) originadas desde el templo de La Merced.

A partir de la pandemia en la Parroquia semanalmente se tiene un registro promedio máximo de 4500 y un mínimo de 3000 hogares de audiencia, siendo una de las más elevadas en audiencia de la región Centroamericana. Lo anterior se originó con el acercamiento del canal de frecuencia abierta y por cable de Guatemala denominado GUATEVISIÓN, el cual ocupa el rating top 10 entre los canales más vistos en el país, habiéndose logrado que Eventos Católicos Radio y Televisión fueran los encargados de la producción, tanto en audio como en video, generando una estupenda alianza con el fin de mantener cercana a la feligresía católica del país e internacionalmente, lo que motivó a ofrecer que el P. Orlando Aguilar Castrillo, S.J. fuera quien la oficiara todos los domingos a las 11:00 horas y en otras festividades o celebraciones.