El nuevo arzobispo de Tegucigalpa pone su episcopado en manos de "la Virgen de Suyapa y San Miguel Arcángel" José Vicente Nácher: "Este es un caso evidente de que Dios elige lo más débil. Yo no tengo títulos ni méritos"
"Sentí mi nombramiento como una experiencia de la voluntad de Dios sobre mí o, mejor dicho, de Dios que quiere guiar a su Pueblo a través mío o junto a mí"
"Hijo de un matrimonio muy católico, misionero en la distancia. Nacido en Valencia, parroquia Monteolivete"
"En el año 2000 llegué definitivamente a Honduras, donde he estado en San Pedro Sula y en la Mosquitia región indígena)"
"Mi mente ha estado sobre todo en el Pueblo de Dios, y en los estimados sacerdotes de la Arquidiócesis"
"En el año 2000 llegué definitivamente a Honduras, donde he estado en San Pedro Sula y en la Mosquitia región indígena)"
"Mi mente ha estado sobre todo en el Pueblo de Dios, y en los estimados sacerdotes de la Arquidiócesis"
José Vicente Nácher Tatay (Valencia, 1964) no esperaba que el Papa Francisco lo nombrase arzobispo de Tegucigalpa y sucesor nada menos que del cardenal Maradiaga, coordinador del Consejo de Cardenales y figura prominente de la jerarquía católica. "Este es un caso evidente de que Dios elige lo más débil de este mundo para que se manifieste su gloria. Yo no tengo títulos ni méritos", dice con toda naturalidad. Nacido en Valencia e hincha de su club de fútbol, lleva ya 23 años de misionero en Honduras, un pueblo y unas gentes a las que quiere con toda su alma y a las que entregó su vida. Sabe que no será fácil suceder al cardenal Maradiaga, pero confía en que el Espíritu Santo le ayude. Y, por supuesto, como su antecesor se muestra partidario de las reformas del Papa Francisco: "¿Hay alguien que no?".
¿Qué sintió cuando el señor Nuncio le comunicó su nombramiento como arzobispo de la capital de Honduras? ¿Se lo esperaba?
Lo sentí como una experiencia de la voluntad de Dios sobre mí o, mejor dicho, de Dios que quiere guiar a su Pueblo a través mío o junto a mí. Por tanto, sentí que algo trascendente estaba ocurriendo. Lo que esto significa o el alcance que pueda llegar a tener no soy capaz de conocerlo. Pero no se trata de "dominar" todo, sino de ser instrumentos de Dios.
Para que le podamos conocer un poco más. ¿Quién es el padre José Vicente, como persona y como religioso?
Hijo de un matrimonio muy católico, misionero en la distancia. Nacido en Valencia, parroquia Monteolivete. Crecí junto a los salesianos y a los padres vicentinos, y las Hijas de la Caridad fueron muy significativas en mi juventud. Guardo magnífico recuerdo de mi formación sacerdotal con los paúles en Barcelona y en el Seminari de Sant Pacià. Mis primeros años pastorales fueron en Alicante y Valencia, en Misiones Populares. Y en el año 2000 llegué definitivamente a Honduras, donde he estado en San Pedro Sula y en la Mosquitia (región indígena).
¿Ser misionero paúl imprime carácter?
Sin duda. San Vicente de Paúl fue el inspirador de un carisma propio en la Iglesia, que marca a quién se deja interpelar.
No será fácil suceder a una figura de renombre internacional como el cardenal Maradiaga, ¿verdad?
No es que no será fácil sino que es imposible. Por eso, estoy tan seguro de que no voy a ser yo, sino el Espíritu Santo a través mío. Este es un caso evidente de que Dios elige lo más débil de este mundo para que se manifieste su gloria. Yo no tengo títulos ni méritos. Lo único que alcanzo a escribir es mi homilía dominical y poco más.
Imagino que en lo que sí coincidirá con el cardenal Maradiaga es en la defensa de las reformas de Francisco.
¿Hay alguien que no? Soy hijo de la Iglesia, nací en tiempo del Concilio Vaticano II, para mí es connatural todo esto. No soy quién para "juzgar" lo que el Santo Padre, tras larga consulta, decide, sino para recibirlo como un don del Espíritu Santo. Sé que es un tema largo, pero no creo que en el s. XXI sea bueno caer en el "yo soy de Apolo, yo soy de Pablo...". Solo hay un Señor, Jesucristo. Sigo con interés las catequesis, homilías y declaraciones del Santo Padre cada semana.
Imagino que ya es muy hondureño, pero ¿sigue llevando a su Valencia natal en el corazón?
Y al Valencia CF.
¿A quién encomienda su episcopado?
A la Virgen de Suyapa y a San Miguel Arcángel.
¿Ha pensado ya en el lema, el anillo, la mitra y el báculo?
Aún no he tenido tiempo. La verdad, mi mente ha estado sobre todo en el Pueblo de Dios, y en los estimados sacerdotes de la Arquidiócesis.
¿Qué le sale del corazón a la hora de saludar a los que serán sus nuevos fieles?
Sigamos a delante con esperanza y alegría. El Señor es quién nos guía si estamos unidos.
Etiquetas