"El nombramiento de pastores de origen hispano es esencial para la vida pastoral de la iglesia" Mario Paredes: "El Papa aboga por una patria grande y cree en la solidaridad y en la fraternidad, como Bolívar, San Martín y Martí "
"Monseñor. Gómez vio la necesidad de identificar y reunir a los líderes profesionales católicos del mundo de habla hispana en Estados Unidos, para que como hispanos y creyentes hiciesen presencia hispana de liderazgo y a favor de nuestra comunidad, desde sus puestos decisorios en la vida de la sociedad norteamericana"
"La agenda pendiente de la Iglesia en el mundo de las comunicaciones católicas, en el caso de habla hispana, tiene que ver con el idioma, la cultura y la penetración de los mercados de habla hispana en este vasto país"
"El hispano, marcado por una fuerte religiosidad popular, ha llevado a la iglesia a una nueva primavera de la fe en una sociedad en la que el el materialismo ha calcinado sus raíces religiosas"
"La solución al asunto migratorio ya no está en manos de políticos, conservadores o liberales, de derecha o de izquierda, porque todos ellos juegan y manipulan con este drama humano para sus intereses partidistas y electoreros"
"El hispano, marcado por una fuerte religiosidad popular, ha llevado a la iglesia a una nueva primavera de la fe en una sociedad en la que el el materialismo ha calcinado sus raíces religiosas"
"La solución al asunto migratorio ya no está en manos de políticos, conservadores o liberales, de derecha o de izquierda, porque todos ellos juegan y manipulan con este drama humano para sus intereses partidistas y electoreros"
"El Papa Francisco ha impulsado lo que quisieron los grandes libertadores en el continente americano porque él también aboga por una patria grande y cree en la solidaridad y en la fraternidad así como lo pensaron Bolívar, San Martín, Martí entre otros". Lo dice Mario J. Paredes, uno de los más prestigiosos líderes laicos hispanos en USA, en contacto permanente tanto con las bases como con la cúpula jerárquica católica estadounidense. Fue fundador y presidente emérito de la Junta de la Asociación Católica de Líderes Latinos (CALL) de los Estados Unidos, fundador de una cadena de periódicos religiosos o presidente, director de operaciones de la Conferencia episcopal norteamericana durante muchos años y, en la actualidad, director ejecutivo de SOMOS Community Care, para la atención sanitaria de los más desfavorecidos y miembro del consejo general directivo de la Academia de Líderes.
El doctor Paredes no se prodiga mucho en los medios, pero, cuando lo hace, habla alto y claro, desde la atalaya de su prestigio y de su experiencia, sin obviar pregunta alguna. En esta entrevista exclusiva con RD, reivindica el valor y la presencia de lols hispanos en el catolicismo USA: "El hispano, marcado por una fuerte religiosidad popular, ha llevado a la iglesia a una nueva primavera de la fe en una sociedad en la que el el materialismo ha calcinado sus raíces religiosas". Cree que la presencia hispana en Estados Unidos "es una bendición" y, por eso, apuesta por "el nombramiento de pastores de origen hispano es esencial para la vida pastoral de la iglesia".
Cree, además, que la Iglesia tiene "una agenda pendiente" con los medios de habla hispana en USA, le duele el fenómeno migratorio y cree que su solución "ya no está en manos de políticos, conservadores o liberales, de derecha o de izquierda, porque todos ellos juegan y manipulan con este drama humano para sus intereses partidistas y electoreros". Dice que "la plaga de los abusos sexuales ha sido, en tiempos modernos, la pagina más oscura en la historia de la Iglesia católica" y tiene la impresión "de que como pueblos latinoamericanos no hemos sabido apreciar y comprender el nuevo brillo que aporta el Papa Francisco al quehacer de la Iglesia en el mundo actual".
Para el doctor Paredes, el Papa Francisco no sólo "ha roto los esquemas tradicionales de la Iglesia al abrir el gobierno de la misma a las diferentes culturas y países", sino que lo compara con los grandes libertadores latinoamericanos, porque "aboga por una patria grande y cree en la solidaridad y en la fraternidad así como lo pensaron Bolívar, San Martín, Martí entre otros".
¿Quién es Mario Paredes como persona y como creyente?
Nací en Chile y cursé mis estudios de primaria, secundaria y universitarios con los padres jesuitas y obtuve la Licenciatura en Filosofía en la Universidad EL Salvador de Buenos Aires. Hice estudios de Postgrado en Filosofía y Letras en la Universidad de Georgetown, Washington D.C.
Mi núcleo familiar lo conformaron mi padre, un agnóstico de origen sefardita español, mi madre católica practicante, cinco hermanos y una hermana, hoy todos fallecidos. Mi vida religiosa y espiritual como cristiano creyente, desde muy temprana edad, se la debo a la formación de los padres jesuitas, como miembro que fui de la Congregación Mariana en el colegio.
El Cardenal Raúl Silva Enríquez de Chile, fue mi mentor y un testimonio verdadero y ejemplo de vida cristiana que me motivó e inspiró siempre. Por muchos años él vino a visitarme muy frecuentemente a los Estados Unidos, mostrando interés por mi formación humana, cristiana y profesional, al tiempo que buscaba ayuda y apoyo para su labor pastoral en tiempos muy difíciles de nuestra historia contemporánea.
Al graduarme de la escuela secundaria, tuve la intención de ingresar al noviciado de los jesuitas pero siendo menor de edad debía tener el consentimiento de mi padre y él no lo permitió. Corrían los tiempos de la celebración del Concilio Vaticano II en los años sesentas y mi director espiritual me aconsejó que, para dicho propósito, esperara unos años hasta graduarme de la universidad.
Al terminar mis estudios en el año 1973 en Washington, regresé a Chile y no pude ingresar a Chile porque la dictadura militar tenía mi nombre en una lista negra por haber estudiado filosofía y por pertenecer a una familia de la que algunos miembros habían trabajado o estaban relacionados con el gobierno de Salvador Allende.
En Buenos Aires siendo estudiante de la Universidad del Salvador, bajo otra dictadura militar en los años 60s, la vida estudiantil y académica y, por tanto, la práctica religiosa fueron muy convulsas. Después de 1973 regresé a Estados Unidos, debido a que no se me permitió el ingreso a Chile. En esas circunstancias, el Cardenal Arzobispo Terence Cooke me auxilió y me dio acogida en la arquidiócesis en New York. Este hecho marcó un nuevo rumbo en mi vida, dedicándome a la pastoral con la comunidad hispana residente en los Estados Unidos.
Usted es fundador y presidente emérito de la Junta de la Asociación Católica de Líderes Hispanos. ¿Cómo surgió dicha Asociación y a qué se dedica?
La Asociación Católica de Líderes Hispanos, fue fundada por el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Denver, luego arzobispo de San Antonio Texas y hoy arzobispo de Los Ángeles en California, Monseñor José Gómez.
Fui el primer presidente de la junta de directores de CALL y el primer presidente de la organización, hoy soy presidente emérito. Monseñor. Gómez vio la necesidad de identificar y reunir a los líderes profesionales católicos del mundo de habla hispana en Estados Unidos, para que como hispanos y creyentes hiciesen presencia hispana de liderazgo y a favor de nuestra comunidad, desde sus puestos decisorios en la vida de la sociedad norteamericana. La organización por el país, en diferentes diócesis y arquidiócesis como Miami, San Antonio, Los Ángeles, Denver, New York, Houston.
También es miembro del consejo editorial de varias publicaciones y fundador del semanario nacional “El Visitante Dominical” en USA y “El Visitante” de Puerto Rico. ¿La presencia de la Iglesia Católica en los medios de comunicación es una asignatura pendiente también en USA?
En el año 1975 fui invitado a ser editor en la empresa de publicaciones católicas llamada “Our Sunday Visitor”, siendo responsable de la publicación en español de este periódico nacional. El proyecto era realizar una cadena de periódicos en español que incluyera Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominica y los países de Centro América. Durante el primer año lanzamos el Visitante Dominical en Puerto Rico, además de la publicación en Estados Unidos. Al hacer un balance de las publicaciones se decidió cancelar el proyecto debido a la baja circulación.
Al final de este proyecto piloto se donó “El Visitante” de Puerto Rico a la conferencia episcopal de ese país que hasta el día de hoy lo mantiene en circulación y “El Visitante” de Estados Unidos se le vendió a los Padres Oblatos, que después de varios años cerraron el periódico. La empresa matriz OSV continúa, en forma muy exitosa, publicando una red de periódicos en inglés para distintas diócesis y a la vez una colección de libros de temas católicos con más de 100 títulos al año. Se trata de una empresa católica prestigiosa, grande y de mucho éxito por la buena gerencia que han tenido siempre.
La agenda pendiente de la Iglesia en el mundo de las comunicaciones católicas, en el caso de habla hispana, tiene que ver con el idioma, la cultura y la penetración de los mercados de habla hispana en este vasto país, dado que hay grandes concentraciones étnicas diferentes según los países de origen en Miami, como en San Antonio, Los Ángeles o Nueva York. Además existe el fenómeno de las redes sociales con todo lo que ello implica. También debo agregar que la tarea de formación y especialización de personal idóneo en este campo por parte de la Iglesia no ha sido muy exitoso. El hecho de ser un sacerdote o un laico educado no es garantía necesaria para ser un buen comunicador en las distintas ramas, sobre todo todavía cuando hay que competir y hacerlo en un mundo pluralista.
Entre sus numerosas obras, me llamó la atención 'El catecismo del Pueblo'. Al mismo tiempo, ha sido usted durante años director de operaciones de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos. ¿Es, por tanto, un buen conocedor tanto de las bases como de la jerarquía católica de los Estados Unidos?
Desde el año 1973 hasta el presente, he tenido la oportunidad y el privilegio de servir a la iglesia prácticamente toda mi vida profesional, con excepción de los últimos veinte años que he pasado así: diez años en Wall Street, en la empresa de Merrill Lynch, y en estos últimos siete años en una empresa dedicada a la salud llamada SOMOS COMMUNITY CARE, para dar atención a los más desfavorecidos, con una red de 2,500 médicos primarios esparcidos por toda la ciudad de Nueva York, que atienden alrededor de un millón de pacientes en sus prácticas.
También he servido por diez años como director de la Sociedad Bíblica Americana, responsable de ofrecer servicios al mundo católico desde una empresa de origen protestante cuya principal tarea consiste en diseñar programas para redescubrir la Palabra de Dios escrita a través de la lectura orante de la Biblia, rescatando el método de la Lectio Divina.
Mis treinta años de servicios a la Iglesia Católica en el Nordeste de Estados Unidos como director y fundador del Centro Católico de Pastoral del Nordeste, auspiciado por la Conferencia Episcopal y treinta diócesis en la región del nordeste. En dicho Centro, nuestra tarea fue desarrollar y entrenar personal de habla hispana y americana para servir a las comunidades de origen hispano, a la vez ofrecer medios para formar y mantener ese personal en las diócesis y con espíritu y visión de la pastoral de conjunto.
Para ello realizamos a nivel nacional el primer encuentro nacional de pastoral hispana en Washington, sede de la Conferencia Episcopal, el año 1971. Desde ese primer encuentro se han realizado cuatro más. El último tuvo lugar el año pasado en Texas.
Para el primer encuentro, en el año 1971, se convocó a los agentes de pastoral en un número de 300 personas. El segundo encuentro, también realizado en Washington, reunió a unas 800 personas. El tercer encuentro, también en Washington, convocó a 3.500 participantes. En estos tres primeros encuentros me correspondió una participación destacada, junto al personal que trabajaba en la sede de la Conferencia Episcopal.
Los obispos de Estados Unidos, después del año 2000, comenzaron a replantearse el ministerio hispano y sus servicios y fueron creando modelos de oficinas de agencias multiculturales dado el fenómeno migratorio que se ha experimentado. Sin lugar a dudas, la presencia hispana es abrumadora: en la actualidad contamos con la presencia de 62 millones de hispanos residentes en esta nación según el censo, de los cuales, se estima, hay unos 45 millones pertenecientes a la Iglesia Católica.
Los obispos americanos han buscado respuestas pastorales a la nueva presencia hispana que es una bendición en un país de una cultura diferente a la de los inmigrantes. Población nueva que llega con un sin números de problemas que tienen que ver con educación, familia, vivienda, trabajo, salud, etc. Esta población inmigrante, en acelerado y permanente crecimiento, es recibida por una sociedad y una iglesia dominadas por sus raíces irlandesas, italianas y germánicas. Este encuentro de historias y culturas distintas, no ha resultado siempre fácil debido a la discriminación y el racismo. Sin embargo, gracias al apoyo decisivo de la Iglesia Católica a los inmigrantes, a los trabajadores del campo, a las luchas obreras y a la presencia evangelizadora en barrios marginales, hoy podemos admirar lo que ha significado este esfuerzo.
Los hispanos han rejuvenecido y contagiado su alegría a la Iglesia Católica en los Estados Unidos, lo mismo que lo están haciendo en España? ¿Se puede decir que los hispanos son el presente y la esperanza de la Iglesia católica en esta Nación?
La presencia hispana en la iglesia católica en los Estados Unidos, indiscutiblemente es una inyección de nueva savia lo mismo que la presencia de los sacerdotes de origen hispano que traen una formación dada por sus iglesias de origen y pagadas por ellas. Los catequistas, los agente de pastoral, los y las liturgistas, la vida sacramental que practica el inmigrante, etc., le han dado vitalidad a una Iglesia que ha envejecido y que por fenómenos culturales como el secularismo, el consumismo y el hedonismo, ha ido perdiendo presencia y relevancia. El hispano, marcado por una fuerte religiosidad popular, ha llevado a la iglesia a una nueva primavera de la fe en una sociedad en la que el el materialismo ha calcinado sus raíces religiosas.
¿Es hora de que se escuche más la voz de los hispanos en todos los niveles eclesiásticos y eclesiales de los Estados Unidos?
En el año 1970 el primer obispo de origen México-americano, fue Monseñor. Patricio Flores, auxiliar de San Antonio, más tarde arzobispo de la misma sede, hoy la iglesia cuenta con 45 obispos de origen hispano.
El nombramiento de pastores de origen hispano es esencial para la vida pastoral de la iglesia. Los números exigen que se identifiquen modelos de vida espiritual y religiosa con capacidad de liderazgo. Gracias a Dios hoy día tenemos a un arzobispo, José Gómez como pastor de la arquidiócesis más grande los Estados Unidos en Los Ángeles. Recientemente se ha nombrado Arzobispo de Filadelfia a Monseñor. Nelson Pérez en una iglesia local de tradición admirable y en una ciudad histórica donde los obispos han sido en su mayoría de origen anglo. Para las comunidades de origen hispano, es fundamental nombrar pastores que tengan la capacidad de comunicarse en el mismo idioma, de comprender sus necesidades y entregarse al servicio de ellos. Los logros y el crecimiento de la pastoral hispana son razón de gran esperanza y podemos constatar con estos hechos la voluntad de la Iglesia en recibir, atender y cultivar esta porción del pueblo de Dios que conoce y vive su fe a través de su vocación mariana.
¿Qué opina de la actual situación de pobreza y violencia - en los países de origen - que obliga a tantos hispanos a emigrar hacia los Estados Unidos?
La situación actual del fenómeno migratorio se ha vuelto muy compleja, dado que ese movimiento migratorio de grandes masas se da a nivel mundial. Los países desarrollados no han tomado conciencia de la responsabilidad que tienen de ofrecer acogida all derecho natural de todo ser humano que busca mejores condiciones de vida.
Todos hemos visto en la prensa la experiencia trágica, inhumana y de peligro de grandes masas de población africana tratando de llegar a los países europeos o la de los millones de asiáticos tratando de encontrar nuevos horizontes… En el continente americano hemos vivido la triste experiencia de los cientos de miles que tratan de cruzar la frontera con México para entrar legal o ilegalmente a esta nación. Si a eso, agregamos el hecho de que ya en Estados Unidos hay más de 10 millones de indocumentados viviendo en el territorio por décadas y los gobernantes han sido incapaces de buscar una salida digna y honrosa para quienes se han establecido con sus familias, tienen a sus hijos educándose en los distintos niveles escolares y con grandes números en los colegios y universidades, entonces tenemos que hablar – sin eufemismos ni rodeos - de un drama humano a nivel nacional y global que a todos debería conmovernos y avergonzarnos.
Los sistemas políticos y sucesivos gobiernos que hemos conocido no se plantean esta problemática. Las soluciones que ofrecen son meramente pragmáticas, abogando por soluciones rápidas, tales como cierre de frontera, persecución, deportaciones sin interés real por el ser humano y por sus necesidades.
En Estados Unidos la última reforma migratoria, la realizó el Presidente Reagan en el año 1986 y esa fue una reforma parcial. La solución al asunto migratorio ya no está en manos de políticos, conservadores o liberales, de derecha o de izquierda, porque todos ellos juegan y manipulan con este drama humano para sus intereses partidistas y electoreros. La única salida que hay es esa por la que aboga el Papa Francisco - desde el Evangelio - en sus encíclicas recientes: la búsqueda de la amistad y fraternidad de todos los hombres con la conciencia de compartir una Casa y un destino común.
¿La plaga de los abusos de índole sexual ha hecho daño a la credibilidad de la Iglesia? ¿Es un daño reversible?
La plaga de los abusos sexuales ha sido, en tiempos modernos, la pagina más oscura en la historia de la Iglesia católica y se trata de un daño a nivel mundial. En un principio pensamos que éste era un fenómeno de una sociedad y cultura especifica como en el caso de los Estados Unidos o de los sacerdotes formados en ámbito Irlandés. Luego, por los medios de comunicación, hemos entendido que este fenómeno no era tan particular y local, ni que se debía a una persecución de la Iglesia por sentimientos históricos como podría ser el caso de judíos en contra de católicos.
Hemos ido descubriendo que este fenómeno no es exclusivo de los Estados Unidos y que sucede en América Latina y en Europa pues todos nos hemos enterado de los escándalos en Chile, México, España, Alemania, Polonia, entre otros países. El escándalo mediático forzó a la iglesia a enfrentar la verdad y comenzaron a tomarse medidas para reparar los daños a las víctimas y poner la exigencias del caso en el entrenamiento y la formación de las nuevas generaciones sacerdotales.
El Papa Benedicto es el primero que enfrenta en forma dramática el escándalo y continuó en la misma línea el actual Papa. Han pasado ya dos décadas y, por todas partes, continúan apareciendo casos y escándalos. En mi formación, no conocí este fenómeno y me eduqué toda mi vida con sacerdotes.
Hoy constatamos por los datos que tenemos que estos abusos sucedieron entre los años 1960 y 2000. ¿Qué ocurrió en este tiempo? La iglesia se abrió al mundo, se renovó por el Concilio Ecuménico Vaticano II y, en paralelo, comenzó una época marcada por la revolución juvenil en Francia donde la permisividad y el libertinaje, el hedonismo y el pansexualismo coparon todos los estamentos de la sociedad. En esta dolorosa y vergonzosa problemática hay que hacer una distinción entre el abuso de niños como menores de edad y los casos de abuso de jóvenes no adultos que revelan un destape de la homosexualidad dentro de los cuadros de la Iglesia Católica.
Espero que después de esta tragedia tan engorrosa que han sido los abusos sexuales por parte del clero católico, la sociedad y la Iglesia en ella – Iglesia que somos todos los bautizados - superen los simplismos, los aspavientos, la hipocresía y la doble moral y que todos nos planteemos estos hechos con la sinceridad, seriedad, gravedad y firmeza que requieren. Las medidas que se han tomado deberían traer soluciones radicales en el presente y hacia el futuro para enmendar rumbos. Confío que estos escándalos tan dramáticos, queden atrás en la triste historia de este periodo de la Iglesia.
Un Papa latino como Francisco, que cree en la Patria Grande, le da una fuerza especial y dota de orgullo a su comunidad latinoamericana?
El Papa Francisco ha impulsado lo que quisieron los grandes libertadores en el continente americano porque él también aboga por una patria grande y cree en la solidaridad y en la fraternidad así como lo pensaron Bolívar, San Martín, Martí entre otros. La llegada del Papa Francisco a la Sede de Pedro y su ministerio Petrino, son un nuevo estilo de gobernar la Iglesia a través de símbolos y gestos. Sus enseñanzas nos llevan al Evangelio y a los orígenes del cristianismo. Francisco es un amante del Dios de la Biblia. Su doctrina a través de la Lectio Divina y sus testimonios nos invitan a regresar a las fuentes de la fe. Él es un convencido, desde su vocación sacerdotal hasta el día de hoy como Papa, que el alma de la Teología y de la evangelización es la Palabra de Dios escrita y consignada en la Biblia.
A veces tengo la impresión de que como pueblos latinoamericanos no hemos sabido apreciar y comprender el nuevo brillo que aporta el Papa Francisco al quehacer de la Iglesia en el mundo actual. Su ejemplo de sencillez, de dialogo, apertura y de tolerancia que ha manifestado en su Papado son realmente admirables para una sociedad como la nuestra, tan convulsionada por el pluralismo y las fuertes corrientes ideológicas que buscan imponerse en la hora actual.
Finalmente el Papa ha roto los esquemas tradicionales de la Iglesia al abrir el gobierno de la misma a las diferentes culturas y países. La iglesia católica no es ya más una iglesia eurocéntrica. Ahora, gracias a Francisco, la Iglesia es más fiel a su universalidad, con un acento particular: el rol que Francisco asigna en la Iglesia a las “periferias” y a los pobres y “descartados” de la sociedad.
Etiquetas