(Vatican News).- Abordando la cuestión de la atención pastoral, en esta época de pandemia, el Arzobispo de Concepción subrayó que "a pesar de la distancia física, paradójicamente, hemos estado más activos que nunca en la pastoral social", y durante el año, entre otras cosas, se abrieron comedores comunes, un hogar para mujeres migrantes con niños, y se abrieron las puertas a las personas que viven en la calle. Gracias a las donaciones y a un gran esfuerzo de la Iglesia, el trabajo realizado para proteger a los jóvenes con síndrome de Down también continuó.
Sin embargo, a pesar del compromiso y de los esfuerzos realizados para superar la difícil situación, un gravísimo problema que padece Chile ha aflorado aún más, dijo el prelado, a saber, el de no tener "un proyecto de país y una visión del sentido del ser humano y de la comunidad". "Se nos ha enseñado", continuó, "que la vida es una competición, que cada uno maneja lo mejor que puede, y que el sistema se encargará de regularla. No funciona, y hoy se ha hecho más claro que nunca."
El plebiscito y las subsiguientes elecciones primarias -explicó- fueron lecciones importantes, que demostraron que el pueblo chileno no está contento con sus líderes políticos. "Esto", añadió, "merece una reflexión muy profunda. Y aunque la nueva Constitución, según el arzobispo, puede ser "una buena oportunidad para tener un marco de referencia sobre los derechos y deberes, sobre el poder y sobre todo sobre cómo nos entendemos como sociedad", sería, sin embargo, "un error creer que la nueva Constitución", dijo, "resolverá los problemas que la mayoría de la gente tiene hoy en día".
Siendo éste, por tanto, "un momento extremadamente propicio para reconocer que no estamos solos, que estamos en deuda unos con otros y que todo lo que hagamos repercutirá positiva o negativamente en los demás", Monseñor Chomali llamó, en conclusión, a "actuar teniendo en cuenta a las personas que amamos", esforzándose así por respetar las medidas restrictivas y el distanciamiento físico.