Comienza el gobierno de Claudia Sheinbaum, primer presidenta de México Obispos de México piden a la nueva presidenta promover la unidad nacional

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez presentan propuestas a obispos y dialogan sobre violencia en México
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez presentan propuestas a obispos y dialogan sobre violencia en México

Este primero de octubre, México inicia un nuevo gobierno que encabezará la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, por lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano confió en que al llegar, por primera vez a la Presidencia de la República una mujer, sabrá tener una gran sensibilidad y respeto impulsando todo aquello que redunde para el bien y el desarrollo social de todos los ciudadanos.

Los representantes de la Iglesia en México le desearon un buen inicio y una fructífera gestión como servidores políticos del pueblo mexicano para el próximo periodo 2024 – 2030, pero destacaron que la realidad habla por sí misma y exige, de manera inmediata, políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos.

La Conferencia del Episcopado Mexicano, en vísperas de la toma de posesión, unió sus voces para expresar sus mejores deseos a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, quien asumirá el cargo de Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y a todo su futuro equipo de gobierno. Les deseamos un buen inicio y una fructífera gestión como servidores políticos del pueblo mexicano para el próximo periodo 2024 - 2030.

Como Pastores de la Iglesia Católica en México, pero también como ciudadanos mexicanos, además de sus felicitaciones, oraciones y buenos augurios, expresaron sentimientos de esperanza al comienzo de esta nueva etapa de gobierno, tratando de reflejar el ánimo de millones de ciudadanos.

Sin embargo, también destacaron que la realidad habla por sí misma y exige, de manera inmediata, políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos.

“Estamos convencidos, con millones de mexicanos, que México está llamado a volver a vivir en un verdadero Estado de Derecho Democrático, constituido por una Federación de Estados autónomos, con equilibrio de poderes, que nos hace ser una República confiable para todos. Sin confianza no hay desarrollo, ni futuro estable”.

“Muy importante será trabajar con seriedad y visión, en el mejoramiento del Sistema Educativo Mexicano, tan descuidado recientemente por políticas públicas limitadas en los recursos y por la visión carente de un verdadero humanismo que forje el espíritu de la niñez y juventud mexicana para un mejor desarrollo en el presente y futuro”.

Los obispos mexicanos, señalaron que tienen la convicción de que México debe ser un país donde gobierno y ciudadanos respeten las Leyes, teniendo como marco de referencia la Constitución con la que nos identificamos y que no puede ser violentada por sectores sociales o políticos que pasen por encima del conjunto de la Nación.

Enfatizaron que se deben impulsar y garantizar políticas desde el gobierno de la República, que cuenta con las herramientas y los recursos para lograr el propósito de la paz social. “Nunca más el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general”

Así mismo, insistieron en la necesidad de un nuevo pacto educativo que involucre a todos los protagonistas en esta que es una de las tareas más importantes de toda la sociedad.

“Desde el pensamiento humanista de la Iglesia, reconocemos la dignidad de toda persona como un principio inviolable y fundamento de todos los derechos humanos, como lo reafirma la reciente declaración Dignitas infinita del Dicasterio para la Doctrina de la Fe”.

Por lo que señalaron que México tiene grandes retos que son oportunidades para crecer en participación y diálogo, superando la polarización, buscando la reconciliación hasta llegar a los acuerdos necesarios junto a todas las fuerzas políticas, -sin aniquilar a las minorías-, para construir, desde el dialogo y el consenso, el proyecto del bien común para que la sociedad mexicana viva en paz.

“Dios la bendiga a usted, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México, y a todos los mexicanos, miembros de esta nación, reiteramos nuestra voluntad de sumarnos a esta dinámica para convivir con justicia y solidaridad para todos. Que Santa María de Guadalupe nos ayude a valorar toda la riqueza de nuestras raíces históricas comunes que nos hacen ser una sola Nación”, finalizaron.

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