Mensaje de la Conferencia Episcopal al papa Francisco al concluir su asamblea plenaria "Los Obispos del Perú, sin excepción, unánimemente, compartimos la expresión de comunión con su ministerio"
Al finalizar la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), que se desarrolló del 22 al 26 de enero, los obispos del país llaman a no dejarse vencer por "el pesimismo, pues el pueblo peruano es luchador, creativo, emprendedor y capaz de realizar grandes obras, como lo ha demostrado a lo largo de la historia nacional. Es el momento de poner en evidencia nuestra gran reserva moral”
Ante la grave situación general que está atravesando el Perú, y que está generando angustias y tristezas, pero también gozos y esperanzas, los obispos manifiestan “el compromiso de la Iglesia con la justicia social, a la cual no puede renunciar y que ha estado siempre presente en su misión”
Igualmente, los obispos le han dirigido una carta de adhesión al papa Francisco tras las críticas y descalificaciones de que ha sido objeto tras la publicación, el 18 de diciembre, de la declaración doctrinal 'Fiducia supplicans", algunas llegadas desde ese país, como en el caso del obispo de Moyobamba
Igualmente, los obispos le han dirigido una carta de adhesión al papa Francisco tras las críticas y descalificaciones de que ha sido objeto tras la publicación, el 18 de diciembre, de la declaración doctrinal 'Fiducia supplicans", algunas llegadas desde ese país, como en el caso del obispo de Moyobamba
| RD/JL
(Aica).- Al finalizar la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), que se desarrolló del 22 al 26 de enero, los obispos del país llaman a no dejarse vencer por "el pesimismo, pues el pueblo peruano es luchador, creativo, emprendedor y capaz de realizar grandes obras, como lo ha demostrado a lo largo de la historia nacional. Es el momento de poner en evidencia nuestra gran reserva moral”, tal y como señalan en un mensaje conclusivo. Igualmente, los obispos le han enviado una carta de adhesión al papa Francisco tras las críticas y descalificaciones a raíz de Fiducia supplicans, algunas de ellas llegadas desde el propio país, como fue el caso de la diócesis de Moyobamba.
Ante la grave situación general que está atravesando el Perú, y que está generando angustias y tristezas, pero también gozos y esperanzas, los obispos manifiestan “el compromiso de la Iglesia con la justicia social, a la cual no puede renunciar y que ha estado siempre presente en su misión”.
“Hoy –señalan los prelados– vivimos en un mundo en el que se mezcla paradójicamente el progreso tecnológico con la desatención a la pobreza y el maltrato a la naturaleza, un ‘mundo de sombras’ que necesita de la justicia y del cuidado de la Casa Común. La misión de la Iglesia, en fidelidad a Jesucristo es construir la fraternidad, hoy muy maltratada”.
Una suma de crisis
Asimismo, los obispos peruanos evidencian que el país vive una suma de crisis que afectan la vida social, la economía, la política y, sobre todo, la ética. “La corrupción generalizada –indican– juega un rol central en los últimos años. Ella acompaña la historia republicana. Es una verdadera pandemia que se ha incrementado por el aumento de una economía ilegal”. Y que se manifiesta, según los pastores, en el narcotráfico, la minería ilegal, la tala ilegal, la trata de personas y el tráfico ilegítimo de inmuebles, así como en la aprobación de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre -que favorece la deforestación de la Amazonia- y en el lavado de activos mediante “inversiones” en todos los rubros.
Según los obispos peruanos, en todo esto se impone una economía que busca beneficios subalternos, violando la legalidad. Esta clase de economía se vale de un Estado débil y manipulable y, en ella, “las redes criminales han visto lo estratégico de corromper la política, y los partidos han sido reemplazados por organizaciones que no existen para representar, sino solo para ganar puestos para sí mismas en el Estado”. Todo esto golpea a los sectores más vulnerables de la población, "que exige una actitud urgente, decidida y eficaz de las autoridades competentes".
La responsabilidad de gobernantes y gobernados
Asimismo, los obispos peruanos señalan que es necesario que los gobernantes asuman sus responsabilidades, especialmente sobre los dramáticos hechos del frustrado golpe de Estado de diciembre de 2022. En este sentido, los pastores exponen que “el equilibrio de poderes con el Ejecutivo es muy débil y que la independencia de los órganos de control político ha sido dañada”. Por ello, están deslegitimados el Poder Ejecutivo y el Legislativo, como lo demuestran los altos niveles de desaprobación, según señalan los prelados.
Se estaría así ante una situación política forzada y peligrosa que alienta más el rechazo de la opinión pública. “Este es el problema político más urgente. No basta que haya elecciones en dos años, que pueden ser muy críticos. Hay que promover ahora iniciativas claras que rompan pronto con este empantanamiento y que los líderes que lo sostienen se abran a nuevos caminos, a un diálogo distinto”.
Ante esta situación, los obispos peruanos animan a retomar un proyecto de país justo, fraterno, solidario y reconciliado, en el que “debemos encontrar el rumbo caminando juntos, corresponsablemente, en busca del bien común”. Para ello, proponen un cambio de mentalidad, según la cual “la economía debe estar unida a la justicia social y ambiental” y se considere necesario proteger y defender la vida en toda circunstancia, desde la concepción hasta la muerte natural. Y, para esto, también es necesario que “la política vuelva a ser efectivamente representativa de los intereses ciudadanos y transparente para salir del gran hoyo en el que nos encontramos”.
Buscar el bien común
Finalmente, el Episcopado peruano invoca “a todas las fuerzas sociales y políticas a buscar el consenso con políticas eficaces, por las cuales la agenda prioritaria sea el bienestar de todos los peruanos”.
Obispos peruanos: “Hay un creciente autoritarismo”
— Política y Economía La República (@Politica_LR) January 26, 2024
Señalan que Ejecutivo y Legislativo “están deslegitimados”, que hay una corrupción generalizada y que redes criminales han visto estratégico corromper la política.
✍️ Carlos Paucar [@CarlosPaucar3]https://t.co/P28Pfsxzm1
"No nos dejemos vencer por el pesimismo, pues el pueblo peruano es luchador, creativo, emprendedor y capaz de realizar grandes obras, como lo ha demostrado a lo largo de la historia nacional", manifestaron los obispos. Por ello, piden al Estado, a las empresas y a las organizaciones sociales que lleguen a acuerdos concretos y sostenibles, mediante un diálogo justo, bien intencionado, transparente, sin violencias de ningún tipo y, también, que rindan cuentas a la ciudadanía. Y convocan asimismo al pueblo peruano "a tomar posición y asumir un compromiso activo, para participar en la identificación y construcción de las salidas que requerimos para superar la crisis".
Carta de adhesión al papa Francisco
Por otra parte, los obispos le han dirigido una carta de adhesión al papa Francisco tras las críticas y descalificaciones de que ha sido objeto tras la publicación, el 18 de diciembre, de la declaración doctrinal 'Fiducia supplicans", algunas llegadas desde ese país, como en el caso del obispo de Moyobamba, quien escribió una carta pidiendo a sus sacerdotes no atender el citado escrito sobre las denominadas "bendiciones pastorales" a parejas en situación "irregular".
"Su Magisterio es una fuente de inspiración para nosotros y para las comunidades cristianas en las que estamos insertos. En un mundo poblado de ruidos su voz suena con nitidez para proclamar la presencia de Dios en nuestras vidas, la defensa de la dignidad humana y de la creación", señala la carta.
"Acogemos con alegría su insistencia en aceptar a todos para manifestarles la cercanía, la ternura y la misericordia de Dios", añaden los obispos quienes, "sin excepción, unánimemente, compartimos la expresión de comunión con su ministerio Petrino: 'Con Pedro y bajo Pedro' siempre".
"Imploramos, Santo Padre, para nosotros y para nuestras Iglesias particulares, su Paternal Bendición", concluye la carta dirigida al Papa tras la clausura de la Plenaria.