Un grupo de personas sin hogar participan en la procesión del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Barcelona "Participar en esta procesión es el mejor gesto de agradecimiento que puedo hacer a la parroquia de Santa Anna"

(Agencia FLAMA).- Casi tres horas después de iniciar su procesión de Domingo de Ramos desde la parroquia de Santa Anna de Barcelona, la Congregación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte llegaba a la basílica de la Merced, donde era recibida por su rector, Fermín Delgado, y el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella. Un recorrido en que una docena de cofrades —la mayoría de ellos, mujeres— ponían en práctica “una técnica y una complicidad admirable“, como apuntaba Xavier Morlans, vicario de Santa Anna y una de las personas que acompañaban el paso en su trayecto hasta el templo jubilar, y en que otros miembros de la comitiva, con el cuerpo cubierto, eran voluntarios y usuarios del Hospital de Campaña de Santa Anna.

Con la voluntad de compartir la experiencia de religiosidad popular con las personas que se benefician de este centro de atención dirigido a quien se encuentra en situación de calle y, en pleno Año Santo, la celebración conseguía "un séquito amplio y colorista, reflejo de cómo la procesión está arraigando y de las ganas que se tienen por querer participar", observaba el presidente de esta cofradía desde 2016, Manuel Zamora.

En la que era su primera entrada a la Merced atravesando la Puerta Santa, una de la decena que hay en la capital catalana este Año Santo, dos de los hombres que este año se estrenaban en esta procesión eran los peruanos Leonardo Pari y Renzo Gustavo, de 30 y 33 años, respectivamente. Luciendo estandartes con fotografías en blanco y negro que reflejaban la tarea que desarrolla la parroquia y su Hospital de Campaña, los dos evidenciaban su emoción por "agradecer con este gesto el apoyo que nos dan". "Son momentos para reflexionar juntos y para aprender a hacer el bien, a pesar de las adversidades", señalaban.

Con la presencia de la Agrupación Musical del Cristo de la Buena Muerte de Tarragona, de los Armados de Balaguer y de la Asociación Templaria de Gavà, la procesión servía para calentar motores en una Semana Santa barcelonesa que continuará, este próximo Jueves Santo por la noche, con el Via Crucis de la Sangre, que arrancará desde la parroquia de Santa Maria del Pi a cargo de la Real e ilustre Archicofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.