Una semana en la Iglesia latinoamericana: el resumen de Luis Miguel Modino Rio Negro: la 'autopista' de un misionero madrileño en la arquidiócesis de Manaos
Entender que la vivencia de la fe es algo que no siempre es fácil en estas regiones de la Amazonía
La falta de misioneros que puedan llegar a las comunidades tiene que llevarnos a reflexionar sobre la necesidad de crear misioneros aquí dentro de las comunidades, que puedan acompañar la vida de fe de la gente, también la celebración de los sacramentos
Cómo hacer posible que ministros y ministras de aquí puedan celebrar los sacramentos con la gente
Cómo hacer posible que ministros y ministras de aquí puedan celebrar los sacramentos con la gente
En el Río Negro, uno de los mayores ríos de la Amazonía, están las comunidades que acompaño como misionero en la arquidiócesis de Manaos. Son 26 comunidades a las que solamente se llega a través del río, por agua, y esta es la primera vez que vengo desde el mes de agosto, septiembre.
La causa de eso es la gran sequía que afectó a la Amazonía brasileña en 2023, la mayor sequía en los últimos 120 años y que ha condicionado también la vida de la gente y la vida de las comunidades, la vida de la Iglesia, porque era imposible llegar hasta aquí. La gente tenía que andar grandes distancias para poder llegar al río y tener sus alimentos que llegaban desde Manaos que está a unos 40 o 50 km bajando el Río Negro y eso tiene que llevarnos a reflexionar sobre las dificultades que la gente vive en su vida del día a día, pero también para vivir su fe.
Entender que la vivencia de la fe es algo que no siempre es fácil en estas regiones de la Amazonía. La falta de misioneros que puedan llegar a las comunidades tiene que llevarnos a reflexionar sobre la necesidad de crear misioneros aquí dentro de las comunidades, que puedan acompañar la vida de fe de la gente, también la celebración de los sacramentos. Cómo hacer posible que ministros y ministras de aquí puedan celebrar los sacramentos con la gente.
Son reflexiones que visitando las comunidades después de tanto tiempo vienen a mi cabeza. La misión no es fácil, y tenemos que preguntarnos muchas veces e intentar dar soluciones a partir de la realidad local. La realidad de la Iglesia católica es muy diferente y el Sínodo sobre la Sinodalidad tiene que ayudarnos a buscar caminos para todos los católicos, no solo para los católicos de una región determinada y sí para todos los católicos, para que así puedan vivir su fe. Es un desafío, algo sobre lo que poco a poco vamos refexionando.