“La Asamblea Arquidiocesana tiene como propósito preparar el camino de nuestra Iglesia arquidiocesana hacia 2031-2033 a través de un triple momento:
“VER con actitud de discípulo y con la mirada del Padre la realidad que clama hoy la atención pastoral a los destinatarios prioritarios del II Sínodo arquidiocesano, para JUZGAR con el ejemplo y criterio del Hijo la respuesta misionera a la que nos sentimos llamados, ofreciendo a las comunidades parroquiales, movimientos, vida consagrada y ambientes, las LÍNEAS DE ACCIÓN PASTORAL para un renovado compromiso misionero guiado por la presencia del Espíritu Santo”, se indica.
¿Pero, cuáles son los gritos, las urgencias y las necesidades que tienen los cuatro destinatarios prioritarios de la Iglesia en la Ciudad de México y que serán la base sobre las que se desarrollarán durante las jornadas de trabajo de la Asamblea Arquidiocesana? Aquí te contamos.
La Iglesia busca a las personas en situación de pobreza
De acuerdo con el análisis realizado durante los Foros APM rumbo a la Asamblea Arquidiocesana, las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad perciben diferentes gestos y actitudes de parte de la Iglesia y de los agentes eclesiales que se engloban en la indiferencia o rechazo, y que son consideradas como un verdadero escándalo para la fe, pues Cristo mismo se identifica con las personas en vulnerabilidad.
“El rechazo y la indiferencia hacia las personas en situación de pobreza no solo contradicen los principios fundamentales del Evangelio, sino que también constituyen un obstáculo para cumplir con nuestra vocación y misión de evangelizar y construir un mundo más justo y solidario”, destaca el análisis.
Las urgencias y necesidades de las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad son:
Urgencia: ¡Justicia! Las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad tienen urgencia de contar con oportunidades de trabajo justas, debido a que viven injusticias que van desde los malos tratos a trabajos mal pagados y sin derechos laborales
Urgencia: ¡Ayuda! Las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad gritan por la ayuda para satisfacer sus necesidades básicas: casa, albergues, vestido, afecto, atención médica, alimentos.
Necesidad: ¡Encontrarse con el Dios del consuelo! Muchas personas en situación de pobreza y vulnerabilidad no conocen los servicios que ofrece la Iglesia; además, se observa pérdida de fe, ya que no cuentan con acceso a procesos evangelizadores y no tienen ningún tipo de acompañamiento espiritual.
Asamblea Arquidiocesana definirá líneas para apoyar a las personas alejadas
El principal grito que tienen las personas alejadas de la Iglesia es el rechazo, según se establece en la evaluación realizada en los Foros que se realizaron previo a la Asamblea Arquidiocesana, pues este sector expresó haber experimentado diferentes gestos y actitudes de parte de agentes eclesiales que se engloban en la actitud de rechazo.
“A veces los alejados se encuentran con experiencias de rechazo, de falta de inclusión, falta de comprensión y falta de cercanía, además de que algunas personas consideran que las comunidades eclesiales son para los ‘buenos’, para los que tienen ‘buena apariencia’ o exclusivamente para los que prestan un servicio en la parroquia”, se indica.
Se añade que la llamada a abrazar, incluir, acompañar, aceptar y comprender, no tiene como único objetivo a las personas que ya forman parte de “nuestras comunidades, sino a todas aquellas personas con las que nos hermana el hecho de ser hijos del mismo Padre”.
Estas son las urgencias y necesidades de las personas alejadas:
Urgencia. Falta de interés y desconocimiento. Cada vez es más común encontrarnos con personas que no tienen ningún interés en acercarse a la Iglesia, que desconocen el sentido de la vida de fe, que no identifican lo que una sana relación con Dios puede aportar a sus vidas y, por supuesto, que no están dispuestas seguir un proceso de formación cristiana.
Urgencia. Decepción. Las personas alejadas del influjo evangelizador miran con decepción a la Iglesia por diferentes razones.
Necesidad: Acompañamiento. Las personas buscan espacios en los que se sientan escuchadas y desean crear lazos afectivos. Además, desean que la Iglesia encuentre métodos innovadores para transmitir el evangelio.
Las Familias, sus gritos y necesidades se oirán en la Asamblea Arquidiocesana de la Iglesia
Uno de los factores que más afecta a las familias, sostiene la evaluación, es la desintegración familiar, que muchas ocasiones derivan de las crisis matrimoniales que, cada vez se dan con más frecuencia en nuestras comunidades, y que por ello terminan en separaciones e incluso divorcios.
A este factor se suma el hecho de que “se ha normalizado la ausencia de los padres a causa del trabajo; lo que ha provocado que el cuidado y responsabilidad de los niños, en el mejor de los casos recaiga en los abuelos u otros miembros de la familia, a raíz de lo que se manifiesta la falta de expresiones de afecto, falta de comunicación y, lamentablemente, la falta de respeto que deriva en violencia muchas veces”.
¿Cuáles son las urgencias y necesidades de las familia?
Urgencia: Evangelización. Es urgente la tarea de reevangelizar los núcleos familiares, debido a que un gran número de padres de familia han perdido la fe y viven con indiferencia religiosa. Además, cada vez aumenta el número de parejas jóvenes que ya no comprenden el valor del sacramento del matrimonio ni asumen la responsabilidad de transmitir la fe.
Urgencia: Formación. A las familias les urge en el ámbito religioso que les permita renovar su encuentro con Cristo y profundizar en los valores de la fe cristiana y vivir una experiencia de Iglesia;
Necesidad: Inclusión. Las familias viven muchas experiencias distintas a las ordinarias, por lo que necesitan de la Iglesia respeto, atención personalizada y misericordia. Por ejemplo, las familias desintegradas, las monoparentales o los adultos mayores en soledad, o aquellas que enfrentan difíciles situaciones culturales, religiosas, de enfermedad, pobreza, alcoholismo o drogadicción, que necesitan ser escuchadas y acompañadas.
Los gritos y urgencias de los jóvenes que la Iglesia escuchará en la Asamblea
El principal grito de los jóvenes en torno al papel de la Iglesia es la falta deinclusión, la falta de unión en los grupos, la falta de escucha, de comprensión y de acompañamiento, especialmente cuando necesitan hablar de sus necesidades y problemas.
“Además, los jóvenes experimentan ausencias de parte de la Iglesia, abandono y soledad. Necesitan ser reconocidos, tienen deseos de participar activamente y de tener espacios de convivencia sanos”, reconoce el análisis realizado durante los Foros APM.
Conoce las urgencias y necesidades de los jóvenes:
Urgencia: Formación espiritual y conocimiento de la Iglesia. Los jóvenes no tienen relación con Dios y no asisten a la Iglesia, porque algunos de ellos manifiestan el temor a ser criticados o rechazados, por esta razón desconocen por completo las verdades de fe, así como todo lo que hace la Iglesia, ya que muchos piensan que en la Iglesia solo se reza. En este sector la imagen que tienen de la Iglesia es generalmente negativa.
Urgencia: Cultura que genera sensación de vacío y soledad. Los jóvenes se mueven en un ambiente en el que carecen de atención y acompañamiento para aprender a manejar sus emociones. Algunos de ellos han caído en las garras de la adicción al alcohol o a las drogas. Cuentan con una moral muy pesimista y también sufren por la falta de autoestima.
Necesidad: Familia y relaciones interpersonales. Muchos adolescentes y jóvenes forman parte de familias rotas o disfuncionales. Experimentan violencia intrafamiliar. En muchos casos, carecen de conducción y evangelización por parte de sus familiares inmediatos, lo que refleja una pérdida de valores. Por esta razón necesitan un acompañamiento cercano, que muestre un auténtico interés en ellos.