El cardenal de Managua visitó al obispo detenido por la policía de Daniel Ortega Cardenal Brenes: "La condición física del obispo Álvarez está desmejorada"
A las pocas horas de su traslado a la capital del país, donde se encuentra bajo "resguardo domiciliar", según informó la policía, pudo recibir la visita del cardenal de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes, quien le encontró con "una condición física desmejorada"
"Conscientes de que la oración es la fuerza del cristiano, invitamos a continuar implorando a Cristo que interceda y vele por éste su pequeño rebaño", le comentó Álvarez, uno de los obispos más críticos con el régimen de Daniel Ortega y su esposa Isabel Murillo
| JL/EFE
Enorme preocupación en la Iglesia de Nicaragua por la situación que atraviesa el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, detenido en la madrugada del viernes 19 de agosto después de que varias patrullas de la policía asaltasen la curia diocesana y le llevasen detenido a Managua, junto con otros ocho sacerdotes que permanecían bajo asedio en la dependencias episcopales desde hacía 16 días.
A las pocas horas de su traslado a la capital del país, donde se encuentra bajo "resguardo domiciliar", según informó la policía, pudo recibir la visita del cardenal de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes, quien le encontró con "una condición física desmejorada".
"Si bien su condición física esta desmejorada, su ánimo y espíritu están fuertes", afirmó la Arquidiócesis de Managua, que dirige el cardenal Brenes, en una declaración pública, en la que se explica que el también vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua "tuvo la oportunidad de visitar y conversar con monseñor Álvarez en su residencia familiar", en la que patentizó "su estima fraterna en nombre de nuestra iglesia nicaragüense".
"Confianza en la oración ante esta difícil situación"
Según la Arquidiócesis, Álvarez le manifestó al cardenal nicaragüense "su confianza en la oración de todos ante esta difícil situación que vivimos en comunión eclesial". "Conscientes de que la oración es la fuerza del cristiano, invitamos a continuar implorando a Cristo que interceda y vele por éste su pequeño rebaño", abogó el obispo, uno de los más críticos con el régimen de Daniel Ortega y su esposa Isabel Murillo, que hace meses iniciaron una campaña de hostigamiento contra la Iglesia que incluso llevó a la expulsión fulminante el pasado mes de marzo del nuncio del Vaticano en Nicaragua.
"Esperamos que la razón, así como el entendimiento respetuoso, abran camino a la solución de esta crítica y compleja situación para todos", señaló igualmente el obispo Rolando Álvarez, quien hace ya semanas hubo de permanecer confinado en Managua ante las amenazas que se vertían contra él.
Firme defensor de los derechos humanos, de la libertad religiosa y de los más vulnerables en un país que sufre una fuerte polarización a consecuencia de la deriva autoritaria del Gobierno de Ortega hacia una autocracia de nuevo cuño, se teme que Rolando Álvarez, que no ha dejado de denunciar las arbitrariedades del régimen sandinista en sus homilías, pueda seguir los pasos del exilio forzoso del obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez.
Mientras tanto se multiplican las expresiones de condena de los episcopados del mundo, entre ellas, las del cardenal Omella, pero también las de organismo internacional como la ONU. También la Santa Sede mostró hace unos días "su preocupación" por los ataques a la Iglesia y las detenciones de sacerdotes y expulsión de religiosos, en una deriva que un informe de expertos cree que tiene como razón final convertir Nicaragua en un estado policial.
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