"Cada hora recibo una llamada de otra familia que lo ha perdido todo", dice uno de los párrocos Las parroquias de Los Ángeles ofrecen refugio y ayuda a las familias evacuadas por de los incendios

Los Lombardi, familia refugiada en la escuela St. Andrew de Pasadena
Los Lombardi, familia refugiada en la escuela St. Andrew de Pasadena Ángelus

Tenemos docenas y docenas de feligreses y familias de la escuela que lo han perdido todo”. Merrick Siebenaler, director de vida parroquial de la iglesia católica de Santa Mónica, en Los Ángeles, narra en la web diocesana la labor que están ofreciendo a los evacuados por uno de los cinco gigantescos incendios que están asolando la zona

(Ángelus).- “Tenemos docenas y docenas de feligreses y familias de la escuela que lo han perdido todo”. Merrick Siebenaler, director de vida parroquial de la iglesia católica de Santa Mónica, en Los Ángeles, narra en la web diocesana la labor que están ofreciendo a los evacuados por uno de los cinco gigantescos incendios que están asolando la zona.

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El recinto parroquial permaneció abierto hasta el miércoles por la tarde, que tuvo que cerrar después de que los bomberos lo designaran parte de una “zona de alerta”. Pero no sólo fue esa parroquia la que abrió para acoger a los afectados. Varias parroquias católicas abrieron sus puertas a las familias evacuadas de sus hogares mientras los incendios provocados por el viento seguían quemando partes del condado de Los Ángeles.

Una pareja de ancianos de Santa Mónica pasó la noche en la rectoría de la parroquia, después de que el párroco, Lloyd Torgerson, se enterara de que habían sido evacuados de la zona quemada por el incendio de Palisades. Otra familia cuya casa en Pacific Palisades se vio amenazada por el fuego pasó por Santa Mónica el martes por la noche para rezar. Horas más tarde, se enteraron de que la casa había sido destruida. A la mañana siguiente, dijo Siebenaler, la familia volvió para dejar sus bicicletas y rezar con el párroco Torgerson.

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Mientras tanto, el miércoles por la tarde, la iglesia del Sagrado Corazón, en la zona de Lincoln Heights de Los Ángeles, abrió su auditorio para poner agua, comida y mascarillas a disposición de los evacuados y las víctimas de los incendios de la zona.

El refugio estaba siendo gestionado por la ciudad de Los Ángeles, pero representantes del consejo local de la Sociedad de San Vicente de Paúl también se encontraban en el lugar con suministros, incluyendo ropa para niños y pañales, según señala en la web diocesana el párroco del Sagrado Corazón, el padre Tesfaldet Asghedom.

Juegos para los niños

Después de que se cancelaran las clases en la escuela St. Andrew de Pasadena, el director Jae Kim abrió el gimnasio de la escuela a las familias que necesitaban un descanso ante la peligrosa calidaddel aire causada por el creciente incendio de Eaton, justo al norte. El miércoles se llevaron al gimnasio café, donuts y aperitivos; el jueves, Kim tiene previsto proyectar una película para los niños en una pantalla grande y disponer de "un montón de juegos de mesa".

"No se puede estar al aire libre aquí en Pasadena, el aire es realmente malo. Es peligroso y tóxico", dijo Kim. Muchas de las familias que se acercaron el miércoles habían sido evacuadas de la zona de evacuación del incendio de Eaton, alrededor de Altadena y Pasadena. Varias, dijo Kim, estaban esperando a que se les permitiera volver a sus barrios para ver si sus casas seguían en pie.

"Cada hora recibo una llamada de otra familia que lo ha perdido todo", dijo Kim a Angelus por teléfono el miércoles por la tarde. "Puedes abrazarles, rezar con ellos, escucharles lo mejor que puedas", dijo Kim de las varias familias de la escuela que se pasaron por allí. "¿Qué más se puede hacer?".

El miércoles, la Arquidiócesis de Los Ángeles anunció un fondo especial dedicado «a apoyar a las parroquias y escuelas impactadas por los incendios».

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