Sólo aumenta entre los progresistas y se desploma entre los conservadores Estados Unidos: La popularidad de Francisco se deshincha entre los católicos

Cuando los votantes católicos de un país como los Estados Unidos votan preferentemente por el candidato republicano que, ademas, ha tenido serios desencuentros con el Papa, como fue el caso de Donald Trump a cuenta de la construcción del muro en la frontera con México, es fácil intuir que ese pontífice no goza de un gran favor entre sus propios fieles. Y, aunque no es ninguna novedad de hecho, ha vuelto a constatarlo una nueva encuesta, que revela que "el rechazo explícito al papa Francisco en Estados Unidos está en su punto más alto de todos los tiempos", según informa Katholisch.

"Como informó la revista Crux durante el fin de semana, la proporción de adultos estadounidenses que ven al Papa Francisco con escepticismo aumentó del 10 por ciento cuando asumió el cargo en 2013 a un nuevo máximo del 30 por ciento. En total, según la encuesta, el 58 por ciento tiene una opinión positiva de Francisco. Es lo mismo que en 2013", según señala el portal alemán al dar cuenta del resumen de la encuesta realizada del 1 al 20 de diciembre por el instituto de investigación de mercado y opinión "Gallup".

Tendencia similar registra la encuesta entre los católicos estadounidenses: "El 77 por ciento de ellos tiene una opinión positiva de Francisco , en comparación con el 80 por ciento en 2013. Al mismo tiempo, el 17 por ciento de los católicos estadounidenses ahora tiene una opinión desfavorable de Francisco, en comparación con cinco por ciento en 2013. Este también es un nuevo máximo histórico", añade la citada fuente.

No se refleja el 'efecto Fiducia'

Si bien la popularidad de Francisco entre los católicos estadounidenses progresistas ha aumentado desde 2013 (del 54 al 70 por ciento), ha caído entre los católicos estadounidenses conservadores (del 62 al 42 por ciento). Sin embargo, ambas curvas muestran fluctuaciones importantes según el año. 

Según el encuestador, el anuncio del Vaticano del 18 de diciembre que permitía a los sacerdotes bendecir a las parejas del mismo sexo no se reflejó significativamente en los resultados.