Pobres y pobreza vs. ricos y riqueza en El Quijote

Ilustración:De las bodas de Camacho el rico al desposorio de Basilio el pobre. (1)
Las bodas de Camacho son un claroscuro cuya luz es el amor, el despecho y la industria del pobre Basilio, que acaban por triunfar sobre las sombras del poder frío de la riqueza, encarnada en Camacho.
Texto ilustrado por Gustave Doré (dibujo) y Salvador Tusell (pintura):
{Basilio a Quiteria}: 7. —Bien sabes, desconocida Quiteria, que conforme a la santa ley que profesamos, que viviendo yo, tú no puedes tomar esposo; ... ; pero tú, echando a las espaldas todas las obligaciones que debes a mi buen deseo, quieres hacer señor de lo que es mío a otro, cuyas riquezas le sirven no sólo de buena fortuna, sino de bonísima ventura. Y para que la tenga colmada, y no como yo pienso que la merece, sino como se la quieren dar los cielos, yo, por mis manos, desharé el imposible o el inconveniente que puede estorbársela quitándome a mí de por medio. ¡Viva, viva el rico Camacho con la ingrata Quiteria largos y felices siglos, y muera, muera el pobre Basilio, cuya pobreza cortó las alas de su dicha y le puso en la sepultura!
8. Y diciendo esto, asió del bastón que tenía hincado en el suelo, y quedándose la mitad dél en la tierra, mostró que servía de vaina a un mediano estoque que en él se ocultaba; y puesta la que se podía llamar empuñadura en el suelo con ligero desenfado y determinado propósito se arrojó sobre él, y en un punto mostró la punta sangrienta a las espaldas, con la mitad del acerada cuchilla, quedando el triste bañado en su sangre y tendido en el suelo, de sus mismas armas traspasado.
El Q. II.21.7-8.
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pobr-: pobre: 99 [pobre caballero: 5]; pobrecilla: 1; pobrecito: 1; pobres: 25; pobretes: 2; pobreza: 23; pobrezas: 1; pobrísima: 1
pobre (doc. 1200, del lat. pauper, -eris, -erem, íd) adj. 'que no tiene lo necesario para vivir desahogadamente': «el menesteroso y necesitado», Cov. 874.b.62. ^ 'infeliz, desgraciado'.
|•| Don Quijote se refiere al estudiante en el discurso de las armas y las letras: «quien es pobre no tiene cosa buena», I.37.50.
• El Pinciano escribía en 1596: «Oy dezir que el Philósopho, en varías partes del primero de sus Éthicos, affirma la felicidad no estar sin la prosperidad, y que el pobre no puede hazer obra ilustre, y con razón: que el pobre viue miserable, aborrecido y despreciado; al pobre no ay quien le dé la mano, y todo el mundo le da del pie; al rico todo se le ríe, todo le respeta y reuerencia. Feliz y bienauenturado es sólo el que tiene paz en sus substancias y que pacíficamente goza la plata y el oro.», Ph.A.Poética, Epístola primera, § 10
|| alguacil de pobres: «para que los examinase si lo eran», II.51.43. • «La situación de los desposeídos y la necesidad de atender a los verdaderos necesitados, separándolos de tullidos fingidos o ladrones ocultos, constituye una preocupación social que recorre tanto la literatura como tratados o leyes desde el principio de la Edad Moderna.», Rico, 1053. ® alguacil
|| el cielo sabe levantar a los pobres: al comienzo de la carta de don Quijote al gobernador Sancho se lee: «[cielo], el cual del estiércol sabe levantar los pobres », II.51.19, donde hay alusión al Salmo 113,7.
• SP dice de Basilio: «no fuera él pobre y casárese con Quiteria. ¿No hay más sino no tener un cuarto y querer casarse por las nubes? A la fe, señor, yo soy de parecer que el pobre debe de contentarse con lo que hallare y no pedir cotufas en el golfo.», II.20.6; en el razonamiento que sigue, SP se declara partidario incondicional del dinero, por lo cual alaba la elección de(l padre de) Quiteria
• Basilio el pobre tiene quienes renuncian a las fiestas de Camacho el Rico y le siguen a él a su pueblo: «que también los pobres virtuosos y discretos tienen quien los siga, honre y ampare, como los ricos tienen quien los lisonjee y acompañe.», II.21.32.
• Don Quijote felicita a Basilio el pobre, que ha logrado con su industria casarse con Quiteria simulando el suicidio: «El pobre honrado (si es que puede ser honrado el pobre) tiene prenda en tener mujer hermosa, que cuando se la quitan le quitan la honra y se la matan.», II.22.4. • Un refrán dice: «No seas pobre, morirás onrrado», Corr. 253.a. ® Basilio
|| Basilio el pobre: No me parece indiferente que Cervantes haya elegido este nombre para uno de sus personajes secundarios más alegóricos, cuyo santo patrono era conocido por sus dotes extraodinarias de orador sagrado, lo que explica que el zagal, enamorado de Quiteria, incluso muriéndose, suelte las largas parrafadas notadas por Sancho (A. Redondo). El personaje eminentemente quijotesco de Basilio el pobre es indisociable del personaje pancesco de Camacho el rico, cuya función consiste exclusivamente en intentar quitarle a Basilio su amada Quiteria (tema de la pobreza vs riqueza).
• Las bodas de Camacho son un claroscuro cuya luz es el amor, el despecho y la industria del pobre Basilio, que acaban por triunfar sobre las sombras del poder frío de la riqueza, encarnada en Camacho: «Es este Basilio un zagal vecino del mesmo lugar de Quiteria, el cual tenía su casa pared y medio de la de los padres de Quiteria, de donde tomó ocasión el amor de renovar al mundo los ya olvidados amores de Píramo y Tisbe, porque Basilio se enamoró de Quiteria desde sus tiernos y primeros años, y ella fue correspondiendo a su deseo con mil honestos favores, tanto, que se contaban por entretenimiento en el pueblo los amores de los dos niños Basilio y Quiteria.», I.19.5.
• Sancho proclama durante las bodas de Camacho que 'el que venza es su gallo' y que 'se atiene a la riqueza y al poder': «—El rey es mi gallo: a Camacho me atengo.», II.20.47. Es de notar la reacción inmediata de don Quijote, que no deja pasar la bajeza de Sancho: «—En fin—dijo don Quijote—, bien se parece, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen «¡Viva quien vence!»», II.20.48.
• Don Quijote encomia la industria de Basilio el pobre, que ha logrado casarse con Quiteria simulando el suicidio: «El pobre honrado (si es que puede ser honrado el pobre) tiene prenda en tener mujer hermosa, que cuando se la quitan le quitan la honra y se la matan.», II.22.4.
• «Es, pues, el triunfo del Amor sobre el Interés: merced a la intervención de DQ y del cura, Camacho acepta en efecto retirarse y dejar el campo libre a su rival. No obstante, tal triunfo sólo ha podido alcanzarse gracias al arte y al ingenio de Basilio. Por otra parte, el engaño se halla justificado, como lo dice DQ, porque se trata de un caso de amor y, asimismo, porque hubo casamiento secreto anterior entre los dos enamorados. § La burla -utilización de una bolsa o de una caña llena de sangre, escondida en la parte alta del pecho- se ha analizado como una imitación del Baldus de Teófilo Folengo, pero enlaza más bien con una tradición folclórica que ya había cuajado en unos pliegos sueltos del siglo XVI, en que figura el cuento del labrador y de los mercaderes con un ardid semejante. Sobre todo, C. se ha servido de uno de los embaimientos utilizados por los familiares de Santa Quiteria, esos saludadores muy conocidos en Castilla, y en particular en la Mancha, para asentar su fingida santidad, valiéndose de falsos milagros. No vacilaban por ejemplo en utilizar la espada, según un esquema parecido al empleado por Basilio.», A. Redondo, en Rico 1998 b, p. 146. || Basilio no tiene más de esta oveja: ® oveja
|| viejo, soldado, hidalgo y pobre: Así se refiere el licenciado Márquez Torres a Miguel de Cervantes en la APROBACIÓN del segundo volumen del Quijote de 1615. Muy curiosamente todos estos calificativos son aplicables a don Quijote.
• El texto donde aparece este retrato en cuatro pinceladas del magnífico don Miguel lleva ya el sello inconfundible del quijotismo administrativo, que por lo visto había ganado ya tanto los espíritus franceses como los españoles al juzgar la tarea y el vivir diario de los escritores. Se constata la pobreza de Cervantes, pero se pide a Dios que nunca tenga abundancia, para que esté obligado a escribir, ya que siendo él pobre hará rico a todo el mundo: «Preguntáronme muy por menor su edad, su profesión, calidad y cantidad. Halléme obligado a decir que era viejo, soldado, hidalgo y pobre, a que uno respondió estas formales palabras: «Pues ¿a tal hombre no le tiene España muy rico y sustentado del erario público?» Acudió otro de aquellos caballeros con este pensamiento y con mucha agudeza, y dijo: «Si necesidad le ha de obligar a escribir, plega a Dios que nunca tenga abundancia, para que con sus obras, siendo él pobre, haga rico a todo el mundo.», II.Aprob.3. ® pobreza
|| pobre caballero: ® caballero
|| si es que puede ser honrado el pobre: ® honrado
|| pobreza (doc. ±1230, de pobre ) f. 'calidad de pobre': «"Los duelos con pan son menos", porque trabajos y pobreza es cosa intolerable», Cov. 487.a.38.
• Avalle-Arce afirma con razón que la vivencia de la pobreza ocupa un amplio sector de la obra total de Cervantes.
• LC.: «—Señor, cierta cosa es que el hombre pobre, según dizen los passados, para hazer o obrar alguna virtud de necessidad tiene menester algún tanto de bienes, porque en la bienaventurança pulítica, el hombre que de todo es pobre no puede ser dicho bienaventurado, porque cosa difícile es al menesteroso poder obrar ninguna cosa virtuosa», J. Martorell, Tirante el Blanco, cap. CCCIV, ed. MdeRiquer, 1990, p. 772.
|•| Don Quijote se refiere al estudiante en el discurso de las armas y las letras: «en haber dicho que padece pobreza me parece que no había que decir más de su mala ventura; porque quien es pobre no tiene cosa buena. Esta pobreza la padece por sus partes, ya en hambre, ya en frío, ya en desnudez, ya en todo junto», I.38.50.
• El antagonismo entre Basilio y Camacho encarna la oposición entre pobreza y riqueza. Exclamación de Basilio en el momento de aparentar que se suicida: «¡Viva, viva el rico Camacho con la ingrata Quiteria largos y felices siglos, y muera, muera el pobre Basilio, cuya pobreza cortó las alas de su dicha y le puso en la sepultura!», II.21.7.
• Estamos lejos del relativo optimismo providencialista de Covarrubias: «"Muchos hijos y poco pan, contento con afán"; proveyó Dios que los pobres no reciban pesar de que les nazcan muchos hijos, aunque no tengan qué darles, fiados en la misericordia suya, que no desampara los hijos de los cuervos, cuanto más los de sus criaturas racionales.», Cov. 699.b.47.
• No se encuentra en el Quijote el reconocimiento de la virtud humanizadora de la pobreza que se halla en el Guzmán: «quien siempre padeció pobreza; que nunca prendas buenas dejaron de ser acompañadas della.», MA, Guzmán, p. 132-133.
• Tampoco se encuentra como un don de Dios en juego con la riqueza: «La Providencia divina, para bien mayor nuestro, habiendo de repartir sus dones, no cargándolos todos a una banda, los fue distribuyendo en diferentes modos y personas para que se salvasen todos. Hizo poderosos y necesitados. A ricos dio los bienes temporales, y los espirituales a los pobres. Porque distribuyendo el rico su riqueza con el pobre, de allí comprase la gracia, y quedando ambos iguales igualmente ganasen el cielo.», MA, Guzmán, p. 178.
|| pobreza de espíritu: don Quijote se lamenta de su propia pobreza, generalizando su caso al de los hidalgos y bien nacidos. Cide Hamete Benengeli lo generaliza aún más, ocupándose de la pobreza, aunque sin olvidar de volver al caso de los hidalgos y bien nacidos. Estamos ante un empleo muy dinámico de la convención de autoría y del juego con los cambios de punto de vista: «digo que ha de tener mucho de Dios el que se viniere a contentar con ser pobre, si no es de aquel modo de pobreza de quien dice uno de sus mayores santos: «Tened todas las cosas como si no las tuviésedes»; y a esto llaman pobreza de espíritu; pero tú, segunda pobreza, que eres de la que yo hablo, ¿por qué quieres estrellarte con los hidalgos y bien nacidos más que con la otra gente?», II.44.29. Don Quijote cita a san Pablo, Epístola I a los Corintios, 7,31.
|| segunda pobreza: 'la indigencia material', claramente opuesta a la pobreza como virtud voluntaria o pobreza de espíritu; la distinción entre las dos pobrezas, evocada por Cide Hamete Benengeli, es un lugar común en la literatura cristiana sobre el tema: «tú, segunda pobreza, que eres de la que yo hablo, ¿por qué quieres estrellarte con los hidalgos y bien nacidos más que con la otra gente?», II.44.29.
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Camacho: 35: [Camacho el rico: 4; rico Camacho: 6]
|| Camacho (en Andalucía, camacho, doc. 1601; su origen es incierto, pero es posible que venga del vasc. Gamacho, de "gama", de "ama" 'pasto' con g protética + suf. dim. -cho ) m. el apellido Camacho, procedente de un apodo, pudo significar algo como 'rechoncho' o 'estevado', Cor.
|| Camacho el rico: este personaje, indisociable del de Basilio el pobre, cuyo amor por Quiteria intenta perturbar casándose con ella, nos hace pensar en don Fernando, hijo de un duque, que de forma análoga intentó casarse con la prometida de Cardenio (® Luscinda). Es posible establecer una analogía de proporción entre los dos dramas, el provocado por el rico Camacho, que abusa de su riqueza para pretender en matrimonio a la prometida del pobre Basilio, a quien literalmente le quita su Quiteria; y el provocado por don Fernando, que abusa de su amistad con Cardenio tomándole a su prometida Luscinda (El nombre de Camacho se asocia vg. con 'cama', mientras que el de Basilio significa 'rey').
|| a Camacho me atengo: 'prefiero a Camacho' • En las bodas de Camacho, don Quijote no acepta el oportunismo de Sancho, que se inclina por el rico despreciando al pobre: «—El rey es mi gallo: a Camacho me atengo. —En fin—dijo don Quijote—, bien se parece, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen «¡Viva quien vence!», II.20 § 47-48. ® viva ® Quiteria ® Basilio: Las bodas de Camacho ® rico
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ric-: ricas: 8; rico: 77: [Anselmo el rico: 1; Camacho el rico: 4; del rico Balvastro: 1; el rico: 13; el rico Clenardo: 1; Guillermo el rico: 1; Juan Haldudo el rico: 1; rico Camacho: 6]; ricos: 26; √ ric-: rica
rico (doc. ±1140, del gót. reiks, pronunciado rîks 'poderoso') adj. y s. 'noble', por sinécdoque: 'bueno'; por µn (abusiva según Cov.): 'adinerado': «Este nombre es godo, y tiene dos significaciones. La una es ser noble un hombre y de alto linaje; la otra es ser bueno, que por su persona merece ser honrado y estimado; ambas las comprehendió la ley de partida 6, tit. 9, p. 2, diciendo: "Nobles son llamados en dos maneras, o por linaje o por bondad, y como quier que el linaje es noble cosa la bondad pasa y vence; mas quien las ha de ambas, éste puede ser dicho en verdad rico hombre, pues es rico por linaje e hombre cumplido por bondad". En la ley décima, tit. 25, p. 4, se dice así: "Ricos homes, según costumbre de España, son llamados los que en las otras tierras dicen condes o barones". Hoy día se han alzado con este nombre de ricos los que tienen mucho dinero y hacienda, y éstos son los nobles y los caballeros, y los condes y duques, porque todo lo sujeta el dinero.», Cov. 910.a.27.
• «Que ninguno se afrenta de tener por pariente a un rico, aunque sea vicioso, y todos huyen del virtuoso si hiede a pobre.», MA, Guzmán, p. 133.
• «La contaminación de los valores estamentales por los dinerarios produjo una terminología, no oficial pero muy extendida, para designar a los que, sin tener privilegios legales, tenían una situación real de privilegio; eran los poderosos, las personas principales, casi siempre nuevos ricos, encumbrados por los tratos, por la usura, que aunque prohibida, era frecuentísima, sobre todo en el ámbito rural; eran los que especulaban con los granos, acumulándolos en las épocas de baratura y vendiéndolos en las de escasez a precios muy superiores a la tasa… La Corona favoreció indirectamente la ambición de estos parvenus con las ventas de cargos, de tierras, de oficios, de pueblos, títulos y señoríos. Aparentemente, el edificio estamental no se vino abajo, porque lo que pretendían estos intrusos no era derribarlo sino instalarse cómodamente en él.», A. Domínguez Ortiz, en Rico 1998 a, p., XCV-VI. ® pechero
|•| Los sentimientos de Sancho durante las bodas de Camacho ilustran bastante bien esta actitud, por desgracia bastante universal, que don Quijote combate generosamente poniéndose del lado de Basilio el pobre. • Es muy posible, aunque no seguro que, al componer esta historia, Cervantes haya querido reaccionar al drama atroz del Rico desesperado que cuenta el soldado Antonio de Bracamonte en los capítulos 15 y 16 de la imitación de Avellaneda. Una vez más la superioridad de Cervantes ha consistido en transformar en amable tragicomedia el argumento de un drama horrible. Si Avellaneda se ha servido de elementos cervantinos de la "Novela del curioso impertinente" para construir una historia de traición, de venganza y de despesperación (suicidio), poniendo en escena a dos amigos que gravitan alrededor de la mujer de uno de ellos, Cervantes ha tenido la genialidad de introducir un auténtico pobre, que no solamente resulta ser un falso desesperado sino que evita el que Camacho el rico caiga en la desesperación. • Teresa habla con su marido Sancho del porvenir de su hija: «Por el pobre todos pasan los ojos como de corrida, y en el rico los detienen», II.5.22.
• Juan Haldudo el rico encarna bastante bien el tipo del labrador rico, I.4.18. ® hombre… rico. • Cervantes concibió un don Quijote pobre, amigo de los pobres y sin ambición de riquezas. Muy curiosamente Avellaneda, al elaborar su imitación de la obra cervantina, transformó a don Quijote en un hidalgo rico: «informándonos de un labrador harto simple que traía consigo y él le llamaba su escudero, nos dijo cómo su amo era de un lugar de la Mancha, hidalgo muy honrado y rico y muy amigo de leer libros de caballerías», DQA, 24.55. Más curiosamente todavía Avellaneda prestó a su personaje principal, que no tiene gran cosa que ver con el don Quijote cervantino, el deseo de enriquecerse y de enriquecer a su patria: «adquiriremos mil reinos y provincias en un quita allá esas pajas, con que seremos ricos y enriqueceremos nuestra patria.», DQA, 2 § 2.
|| caballero rico: Al llegar a casa de Don Antonio Moreno, casi al final de las aventuras de DQ, advirtiendo Sancho Panza que su huésped es rico, hace recuento de los señores ricos que ha encontrado, en cuyas casas se come bien: «llegaron a la casa de su guía, que era grande y principal, en fin, como de caballero rico… don Antonio Moreno se llamaba el huéspede de Don Quijote, caballero rico y discreto y amigo de holgarse a lo honesto y afable… Y Sancho estaba contentísimo, por parecerle que se había hallado, sin saber cómo ni cómo no, otras bodas de Camacho, otra casa como la de Don Diego de Miranda y otro castillo como el del Duque. § Comieron aquel día con Don Antonio…», II.62 § 1-2.
• Sancho Panza reaccionó de la misma manera al llegar a las bodas de Camacho el rico, en la casa de Don Diego, el Caballero del Verde Gabán, y en el castillo de los Duques. Los textos que recogen esta reacción parecen dobles literarios. • Este mismo recuento reaparece más adelante, por contraste, tras una cena tardía y mala: «Retiráronse, cenaron tarde y mal, bien contra la voluntad de Sancho, a quien se le representaban las estrechezas de la andante caballería usadas en las selvas y en los montes, si bien tal vez la abundancia se mostraba en los castillos y casas, así de Don Diego de Miranda como en las bodas del rico Camacho, y de Don Antonio Moreno; pero consideraba no ser posible ser siempre de día ni siempre de noche, y así pasó aquella durmiendo, y su amo velando.», II.67.20. Conviene notar que en este último recuento no menciona el Castillo de los Duques en cuanto tal castillo concreto.
|| como el padre del burlador es tan rico…: ® burlador
|| el rico: por su empleo sociolingüístico en el Quijote, a distinguir del empleo metafórico para indicar la cualidad de algo, tenemos la impresión de que era apodo frecuente en los pueblos. Reciben este apodo, por orden de aparición en la fábula: Haldudo, Guillermo, Anselmo y Camacho.
• «La figura del labrador rico es frecuente en la literatura del XVII, muchas veces en contraste con el hidalgo empobrecido, como marca de un cambio de clases pudientes; en el Q. mismo, está la figura del padre de Leandra (I, 51, 576) y la de Camacho, también "el rico" (II, 19, 782); haldudo, como adjetivo referido a personas, vale por 'taimado, hipócrita'.», Rico, 65.
|| es anexo al ser rico el ser honrado: 'el ser honrado por la gente depende en gran parte de no ser pobre' (Dice «el ser honrado», que no hay que confundir con el «ser hombre de honra», porque éste la tiene de suyo) • El cabrero introduce la historia de Leandra ensalzando al padre de la muchacha: «había un labrador muy honrado, y tanto, que aunque es anexo al ser rico el ser honrado, más lo era él por la virtud que tenía que por la riqueza que alcanzaba.», I.51.1.
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riqu-: riqueza: 14; riquezas: 22; riquísima: 2; riquísimas: 4; riquísimo: 4 [labrador riquísimo: 2]; riquísimos: 1; √ ric-: rico
riqueza (doc. ±1140, de rico) f. 'abundancia de bienes' µ 'abundancia de cualquier cosa'
|| codiciosa, pues la riqueza…: La riqueza separa de Dios y, en consecuencia, de la verdad, puesto que da lugar a la codicia: «Nuestro Redemptor puso la riqueza en contra de Dios, más que a la soberbia o luxuria o embidia, porque el dinero presume tener alguna competencia con Dios, que assí como dezimos que Dios en todas las cosas, assí el dinero presume ser todas las cosas y dar a los hombres dignidades, honras, comidas, mercedes y señorías, con todo el resto que con el dinero se adquiere. Pecuniæ obediunt omnia.», Cov. 910.a.59.
• Más de una vez aparece en el Q. la estrecha relación entre la riqueza y la codicia. Cardenio acusa a Luscinda de codicia: «Dile títulos de cruel, de ingrata, de falsa y desagradecida; pero, sobre todos, de codiciosa, pues la riqueza de mi enemigo la había cerrado los ojos de la voluntad, para quitármela a mí y entregarla a aquél con quien más liberal y franca la fortuna se había mostrado», I.27.30.
|| con las riquezas de la tierra granjear las del cielo: El duque responde a Sancho, que prefiere una tantica parte del cielo a la ínsula, con una frase que se toma tradicionalmente como una crítica acerba a la valorización por la iglesia de las riquezas temporales: «Lo que puedo dar os doy, que es una ínsula hecha y derecha, redonda y bien proporcionada, y sobremanera fértil y abundosa, donde si vos os sabéis dar maña podéis con las riquezas de la tierra granjear las del cielo.», II.42.3. ® rico
|| de allí te sacaran sus riquezas: 'de allí te sacaran las riquezas de nuestro padre'
• El Oidor está todo dispuesto a redimir a su hermano cautivo: «¡Oh, quién llevara nuevas a nuestro viejo padre de que tenías vida, aunque estuvieras en las mazmorras más escondidas de Berbería, que de allí te sacaran sus riquezas, las de mi hermano y las mías!», I.42.23.
• En la ed. pr. 260 vto, 12, se lee «tus riquezas», que parece errata, pues se dice un poco más arriba, a propósito de la disposición del padre: «si él lo supiera, o alguno de nosotros, no tuviera necesidad de aguardar al milagro de la caña para alcanzar su rescate.», I.42.23. Para mantener «tus» habría que pensar que el oidor imaginaba que su hermano poseía riquezas a pesar de su cautiverio, lo cual sería una contradicción existencial.
|| su riqueza les va adquiriendo nombre de hidalgos: 'su riqueza los va introduciendo en la nobleza' • Dorotea se refiere a sus padres, evocando las figuras del labrador rico y su familia, muy frecuentes en la literatura del Siglo de Oro: «tan ricos, que su riqueza y magnífico trato les va poco a poco adquiriendo nombre de hidalgos, y aun de caballeros», I.28.13.2. Dorotea evoca también los dos primeros escalones de la jerarquía nobiliaria que los labradores ricos pretendían alcanzar, en la cual los caballeros estaban por encima de los hidalgos.
|| riquísimo (aum. de rico) adj. 'muy rico'.
|•| Doña Rodríguez, tras haber explicado a DQ su propia historia, le explica la historia de su hija: «desta mi muchacha se enamoró un hijo de un labrador riquísimo… debajo de la palabra de ser su esposo, burló a mi hija… aunque el duque mi señor lo sabe… y pedídole mande que el tal labrador se case con mi hija, hace orejas de mercader… es la causa que, como el padre del burlador es tan rico, y le presta dineros… no le quiere descontentar ni dar pesadumbre en ningún modo», II.48.26.
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boda: 5; bodas: 18: [bodas de Camacho: 6]
boda (doc. ±1250, antes votas, s. X, del lat. vota 'promesas') f. 'casamiento' Refrán: ««No ai boda sin doña Toda.» Dízese de personas entremetidas ke si no se hallan en todo no están kontentos ni pareze ke se puede hazer nada sin ellos.», Corr. 241.a.
|| Bodas de Camacho: «el aparato de la boda era rústico; pero tan abundante, que podía sustentar a un ejército.», II.20.13. Cabe evocar a este propósito lo que «el proverbio castellano dice: "No se hace la boda de hongos", dando a entender que estos sainetes no son para hacer pasto dellos ni pensar que los convidados se han de satisfacer con yerbas ni ensaladas, sino con carnes de buenas gallinas y capones y volatería, buenos torreznos y olla podrida, si es en aldea, con su arroz y pato con sopa.», Cov. 697.a.47.
• En otro lugar de su "Tesoro", precisamente bajo la palabra "boda", al referirnos una etimología popular de la palabra "casamiento", tan corriente entonces como ahora, Covarrubias nos procura una crítica de las bodas y, sobre todo, de los casamientos engañosos de la época, que concuerda en su contenido con la cervantina: «También podría traer su origen del verbo [hebreo que significa] mentiri; y concuerda con los que dicen que casamiento vale tanto como caso y miento, porque se hacen los casamientos a caso, y aun a carga cerrada, porque ninguno sabe lo que lleva consigo, ni él ni ella, por no haberse tratado, y de miento, en razón de que los terceros siempre se alargan en abonar las partes, siendo cierto que en hacienda y bondad se quita la mitad.», Cov. 224.a.6. ® casamiento
• Las Bodas de Camacho en la composición de El Quijote: «Cervantes enlazó con discreta variedad los tránsitos de su fábula. Al arreglo y reposado silencio de la casa de don Diego hace suceder la alegre y bulliciosa solemnidad de una boda campestre; a discursos sobre poesía, academias y justas literarias, la descripción de juegos rústicos y aparatos de una desordenada abundancia. Esta contraposición produce la variedad agradable de la narración, y sostiene el interés y gusto de sus lectores.», Clem. 1628.b.
• «Al revelar uno de los estudiantes que van a asistir a las bodas de los labradores, el rico Camacho y la hermosa Quiteria, parece que el episodio se orienta hacia una nueva modalidad del tema pastoril. Pero al contar en seguida la historia de los amores desdichados de Quiteria y del apuesto pero no muy rico Basilio, un zagal vecino de la moza, la narración apunta a una versión renovada de la fábula de Píramo y Tisbe. En efecto, según lo indicado por el narrador, también ha de acabar este caso de manera trágica: el día siguiente, el de la boda, ha de ser fatal para Basilio, presa de una profunda melancolía amorosa (tema utilizado varias veces en la obra).», Augustin Redondo, en Rico 1998 b, 143.
|| la vaca de la boda: loc.nom. µ 'el hazmerreír': 'persona que sirve de diversión a los demás': ® vaca
|| los de boda: por anáfora: los días de boda 'los días de la luna de miel' • Novela del Curioso impertinente: «Los primeros días, como todos los de boda suelen ser alegres, continuó Lotario como solía la casa de su amigo Anselmo, procurando honralle, festejalle y regocijalle con todo aquello que a él le fue posible», I.33.2. • Gaos toma nota de la impertinencia: «Estos primeros días no son, precisamente, los más adecuados para que ningún amigo pase el tiempo en compañía de los recién casados, pero la de Anselmo y Lotario es una extraña amistad.», I, p. 655.
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(1) De las bodas de Camacho "el rico" al desposorio de Basilio "el pobre".
Texto ilustrado por Gustave Doré (dibujo) y Salvador Tusell (pintura):
"¡Viva, viva el rico Camacho con la ingrata Quiteria largos y felices siglos, y muera, muera el pobre Basilio, cuya pobreza cortó las alas de su dicha y le puso en la sepultura!
8. Y diciendo esto, asió del bastón que tenía hincado en el suelo, y quedándose la mitad dél en la tierra, mostró que servía de vaina a un mediano estoque que en él se ocultaba; y puesta la que se podía llamar empuñadura en el suelo con ligero desenfado y determinado propósito se arrojó sobre él, y en un punto mostró la punta sangrienta a las espaldas, con la mitad del acerada cuchilla, quedando el triste bañado en su sangre y tendido en el suelo, de sus mismas armas traspasado."
El Q. II.21.7-8.
Légende de l'édition française :
[Tome II. Seconde partie. Pl. en reg. p. 164 : Les noces de Camache. "Suicide" de Basile devant Camache et Quitéria, et tous leurs invités.] Pour être si grièvement blessé, dit Sancho, ce garçon-là jase beaucoup.
Contexto del texto ilustrado:
Capítulo Veintiuno. Donde se prosiguen las bodas de Camacho, con otros gustosos sucesos .
5. A cuyas voces y palabras todos volvieron la cabeza, y vieron que las daba un hombre vestido, al parecer, de un sayo negro, jironado de carmesí a llamas. Venía coronado —como se vio luego—con una corona de funesto ciprés; en las manos traía un bastón grande. En llegando más cerca fue conocido de todos por el gallardo Basilio, y todos estuvieron suspensos, esperando en qué habían de parar sus voces y sus palabras, temiendo algún mal suceso de su venida en sazón semejante.
6. Llegó, en fin, cansado y sin aliento, y puesto delante de los desposados, hincando el bastón en el suelo, que tenía el cuento de una punta de acero, mudada la color, puestos los ojos en Quiteria, con voz tremente y ronca estas razones dijo:
7. —Bien sabes, desconocida Quiteria, que conforme a la santa ley que profesamos, que viviendo yo, tú no puedes tomar esposo; y juntamente no ignoras que, por esperar yo que el tiempo y mi diligencia mejorasen los bienes de mi fortuna, no he querido dejar de guardar el decoro que a tu honra convenía; pero tú, ...
El Q.II.21.5-8.
Fuente: Salvador García Bardón: Diccionario enciclopédico de El Quijote (DEQ), Skynet, 2005, reedición en preparación.