¿Eres solidario con los marginados? VI Domingo del Tiempo Ordinario "B"

VI Domingo del Tiempo Ordinario "B"
VI Domingo del Tiempo Ordinario "B"

Jesús, uno de los nuestros

07 VI Domingo del Tiempo ordinario 

Texto bíblico 

Se le acerca un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio».La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio». Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes” (Mc 1, 40-45).

Comentario 

El evangelista revela en pocas palabras hasta qué extremo Jesús compartió nuestra naturaleza haciéndose, por nosotros, uno de tantos. Y no solo eso: aparece en la fila de los pecadores, come con publicanos, y en el texto que hoy se proclama, al tocar al leproso, se contamina socialmente por haber tenido contacto con una persona considerada socialmente impura.

Si en la parábola del “buen samaritano”, tanto el sacerdote como el levita dieron un rodeo para evitar acercarse al moribundo, porque quedarían contaminados y no podrían ir al templo a la oración, cuánto más Jesús queda señalado como impuro por haber alargado la mano y tocado a un leproso. Él podría haber curado con su palabra; el gesto de tocar al enfermo implica que el Nazareno se hace todo a todos, menos en el pecado.

En tiempos de Jesús, se tenía la conciencia de que una enfermedad tan grave como la lepra era una maldición divina y Jesús, al tocar al leproso, se convierte en un maldito. Pero, precisamente, en una ocasión le preguntaron por la causa de la ceguera de un ciego: «Maestro, ¿quién pecó: este o sus padres, para que naciera ciego?». Jesús contestó: «Ni este pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios” (Jn 9, 2-3).  Jesús es el Bendito que salva y redime, perdona y abraza.

Propuesta 

¿Eres solidario con los marginados? 

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