26 de abril: Sábado de Pascua
Texto bíblico
“María Magdalena, María la de Santiago y Salomécompraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?». Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y quedaron aterradas. Él les dijo: «No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? Ha resucitado. No está aquí” (Mc 16, 1-6).
Comentario
Aunque el testimonio de las mujeres se puso en duda por parte de los discípulos, sin embargo, el evangelista san Marcos señala que fueron tres y con nombres concretos, con lo que el testimonio cobra veracidad, pues habiendo dos o más testigos, se puede descubrir la verdad de los que afirman.
Si en los demás relatos el evangelista alude a diverso sentidos, san Marcos señalael aroma, la visión, y la escucha. La alusión a los perfumes nos trae a la memoria la escena, anterior a la Pasión, en la que Jesús se deja ungir por la mujer, la mirra y el áloe con los que entierran al Crucificado, referencias a la identidad de quien ha venido a consumar la alianza de Dios con la humanidad.
Los cuatro Evangelios, aunque señalan diversas experiencias del Resucitado, todos ellos concuerdan en los hechos fundamentales, el Crucificado ha sido devuelto a la vida, y es anclaje de la esperanza cristiana.
Propuesta
Es tiempo de dar fe a quien ha podido a la muerte.