Presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid José Miguel Román Vaquero: "En Valladolid, la ciudad se detiene en Semana Santa"
(Jesús Bastante).- José Miguel Román Vaquero es presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, declarada de interés turístico internacional. Alejada del bullicio de los pasos andaluces, las procesiones vallisoletanas destacan por su sobriedad y la belleza de sus tallas. "La ciudad se detiene", apunta Román, quien destaca que "hasta los no creyentes sienten algo dentro al ver las tallas de la Semana Santa".
¿Qué tiene de diferente la Semana Santa de Valladolid?
La Semana Santa de Valladolid tiene el privilegio de haber sido la segunda Semana Santa declarada de interés turístico internacional. Es una Semana Santa que tiene un peso específico importante, a pesar de que en los últimos años muchas otras Semanas Santas han sido declaradas también de interés turístico. Para mi gusto, demasiadas. Desde mi punto de vista se ha abierto demasiado el grifo, pero mientras que sea en beneficio de lo que es la celebración de la Semana Santa, bienvenido sea.
La característica fundamental de la Semana Santa de Valladolid, que la hace distinta a las demás, yo creo que es la iconografía que saca a la calle.
¿Como un museo al aire libre?
Bueno, no nos gusta mucho decir eso porque parece que no hubiera participación, como si los cofrades fueran meros espectadores. No es así: los cofrades son una parte importantísima de la Semana Santa. Y como decía, en Valladolid destaca que tenemos las mejores obras de los mejores escultores del Siglo de Oro español, incluyendo el precursor de la imaginería y de la talla en madera policromada, que es Francisco del Rincón. Además tenemos piezas de Gregorio Fernández, Juan de Juni, Bernardo del Rincón... y muestras de los escultores actuales como Juan Guraya y Lázaro Gumiel, así como escultores contemporáneos nuestros, como Miguel Ángel Tapia o Ricardo Flecha, que son imagineros que van haciendo que esa escuela castellana de iconografía siga teniendo hoy su realidad.
Al contrario de lo que piensan muchos, ¿la imagnería de la Semana Santa no es algo que se ha quedado en el siglo XVI?
No, no. Es algo vivo. A Dios gracias, la imaginería religiosa sigue vigente, y en Castilla y León tenemos imagineros que están aportando nuevas obras basándose en los grandes maestros de la imaginería castellana, que todavía siguen estando en vigor. Ojalá estas obras, dentro de otros 500 años, lleguen a tener el peso y la fuerza que tienen las obras de Gregorio Fernández o de Juan de Juni.

¿Qué significa la Semana Santa para una ciudad como Valladolid?
Sin lugar a dudas, es la época en la que nuestra ciudad recibe un mayor número de turistas, comparable al que la ciudad recibe durante la Semana Internacional de Cine o la concentración de pingüinos en el mes de enero. Son tres celebraciones totalmente distintas, pero que son las que atraen a mayor número de turistas y de visitantes.
¿Hay tantas diferencias como se cree entre la Semana Santa castellana y la andaluza?
La de Valladolid es una Semana Santa más sobria, como lo son todas de Madrid hacia arriba. A mí una vez se me ocurrió hacer el comentario de que de Despeñaperros hacia abajo se vive la Semana Santa de forma mucho más alegre y me llovieron críticas, pero no quería decir que allí las celebraciones y los cofrades tengan una fe y una religiosidad peor que la nuestra. Me referí al color, a otras características... Es distinto.
En Valladolid la Semana Santa se vive de forma importante. El silencio que había en los años 50 y 60 ha desaparecido, porque la sociedad evoluciona. Pero yo, que ya peino canas, recuerdo las Semanas Santas de los años 60 en las que no había cine, las radios sólo tenían música religiosa, las luces de los escaparates se apagaban cuando pasaban las procesiones por las calles de Valladolid para darle una mayor sobriedad y una mayor teatralidad... Ahora todo eso ha pasado, y sería inviable en la sociedad del siglo XXI.
¿Pero aún así la ciudad se detiene?
La ciudad lo vive de forma muy importante, y la ciudad ofrece sus mejores calles (las céntricas y las de los barrios de la judería) para el desarrollo de las procesiones, que tienen mucha trascendencia. También se sigue manteniendo un número bastante importante de cofrades que viven y participan en la Semana Santa. Ahora mismo estaremos en torno a los 12.000 cofrades, aunque a mí no me gusta hablar mucho de números.
En Valladolid, por las circunstancias de muchas cofradías, el cofrade sólo puede participar con la cofradía a la que pertenece porque, al contrario que en otras ciudades donde cada cofradía tiene su procesión y el resto de la semana no participan en desfiles procesionales; en Valladolid hay cofradías que están en la calle tres y cuatro días de la semana. Entonces, es muy difícil que un cofrade pueda pertenecer a más de una cofradía.
¿Qué momentos importantes componen la Semana Santa de Valladolid?
Actualmente, la Semana Santa de Valladolid empieza el Viernes de Dolores o Viernes de Cuaresma, y termina el Domingo de Resurrección. Anteriormente empezaba el Domingo de Ramos para acabar igualmente en el de Resurrección, y tenía procesiones muy características cada uno de los días: el Domingo de Ramos la tradicional procesión de las palmas, el lunes el Rosario del Dolor, el martes el encuentro entre Jesús Nazareno y la Virgen de las Angustias, el miércoles el Vía Crucis, el jueves ya había diferentes procesiones (una que tenía gran importancia hace años era la procesión de Penitencia y Caridad, en la que se concedía el privilegio de librar un preso de la prisión); el Viernes Santo tenía lugar por la mañana el sermón de las siete palabras y la procesión general por la tarde (en la que se ve a todos las cofradías de Valladolid con 32 pasos en la calle, lo que resulta único por las esculturas de las que hablábamos antes). Creo que no hay ninguna otra procesión en España que pueda reunir toda la vida del Señor desde la Sagrada Cena hasta la muerte o la soledad de la Virgen, con esas obras de arte que hemos comentado antes. Además, como es una ocasión en las que las cofradías muestran su nivel y su vida interna, fueron aumentando las procesiones en Valladolid, y ahora tenemos más de 30 procesiones desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección. Todas las cofradías prácticamente tienen su propia procesión de regla, además de esas procesiones plurales que he comentado antes, en las que intervienen más de una cofradía.
Ver en Valladolid la procesión del Rosario del Dolor, en la que participan seis pasos (cinco que representan los misterios dolorosos, más la Virgen de la Vera Cruz) con todo el arte que tienen (obras de Gregorio Fernández y de Andrés Solanes, su discípulo; y de otros que también han bebido y vivido de las escuela castellana), es algo que verdaderamente te llena. Yo creo que hasta los no creyentes sienten algo dentro al ver esas tallas.

¿El arte es una buena vía para llegar al Misterio?
Efectivamente. De hecho, en aquellas épocas en las que la cultura era prácticamente nula en el pueblo llano, se vivía la Semana Santa y la vida de Jesucristo a través de la imaginería. Eran verdaderas obras de arte que hacían que no hiciera falta un predicador para que les explicara qué era aquello.