El artista ofrece un colorido y musical Pregón del Domund en Málaga Toño Casado: "Quede claro que juntos y en plural somos Iglesia viva"
Si quitamos el polvo a la palabra Domund descubrimos historias de tantos hombres y mujeres buenos que dejaron sus casas, sus padres y sus cosas, sus parejas, sus ropas y sus pueblos y le dio la locura más profunda e incurable como la del Evangelio
Queremos ser profetas que señalen maldades e injusticias sin pelos en la lengua, que el mundo necesita despertar a tanta oveja ciega
| Toño Casado
Queridos malagueños
Queridas malagueñas:
Para mi es un honor el dirijiros
mis palabras que vuelan como pájaros
y se posan aquí y allá, en cabezas
que miran expectantes el momento,
corazones que vienen a esta santa
y hermosa catedral
hecha de piedras, de luz,
de siglos y oraciones que son llanto,
o risas, o música,
anhelos de mil ojos que imploraron
la bendición de dios:
“Que se me cure el hijo”,
“Que la niña se case con un buen abogado
y use faldas más largas,”
me refiero a la niña,
“Que el muchacho me apruebe la aritmética”,
“Que me toque señor,
que ya me toca
de una vez, por favor, la lotería
que de salud ya andamos sobrados en mi casa,
como robles que estamos,
comiendo boquerones
y espetos y ensalada
y queremos pasarnos al marisco, que ya nos toca,
Señor, que ya nos toca…
¡que me toque señor la lotería!.”
Toño Casado dando el pregón en este mes misionero extraordinario @OMP_ES@Antonio1Moreno@DiocesisMalaga@reliesdecine@tono_casado #domund#MesMisioneroExtraordinario pic.twitter.com/Ay7djjXYoi
— javi gomez (@javimagomez) October 11, 2019
Y así mil oraciones se engarzaron
a estas piedras, a hermosos ventanales,
se hicieron luz en velas temblorosas
y Dios las acogió como un buen Padre.
Aquí nos encontramos con respeto
por la fe que vivieron los ancestros,
que se hizo luz y arte
y se quedó hablando por los siglos
A cada visitante .
La catedral,
corazón de la Iglesia en esta tierra
hoy se nos vuelve marco incomparable.
Y aquí estoy yo;
un cura salmantino
de una tierra que es dura y muy severa,
castellanos sequitos en las formas
y paisajes de parda o vieja tierra.
¡Yo soy de Salamanca a mucha honra!
Ciudad que es arte y fiesta
y toros, que no se si por decirlo
me lleva algún vegano hacia la hoguera.
Ciudad plagada de universitarios,
de tunos que aún estudian la carrera
y permanecen fieles en las aulas
por décadas y décadas,
alegres por visitas
de aplicadas muchachas del Erasmus
que estudiar, no dudamos de su entrega,
a las tapas, al sol y a las costumbres
nocturnas de esta España que nos llena
de orgullo, satisfacción
y a veces de ceguera.
Pues eso, soy un cura salmantino que encima soy artista, mala mezcla, a veces músico, a veces arquitecto de juntar letras y más letras, que muy largas me salen las canciones y me dicen “muchacho, porfa, abrevia”.
Cura artista,
yo soy Toño Casado,
con curioso apellido
para el oficio que vivo y desempeño,
misión de alto peligro,
que ser cura en estos tiempos raros
no te da privilegios
sino te pone siempre en la sospecha.
Pero sin ser un tipo muy brillante
y con un haz repleto de defectos
me siento muy feliz siendo presbítero,
sacerdote, o cura o reverendo.
Permitan que me quede
con la palabra cura que es pequeña
y yo entre tanto cura soy pequeño.
Me refiero a mi alma,
que ya han visto qué hermoso soy de cuerpo.
Y aquí estoy yo, el cura castellano
haciendo mi pregón
a malagueños , malagueñas y “malagueñes”,
como dicen en estos tiempos raros,
a gente que es graciosa por genética,
gente del sur, del mar,
que parece que estáis de eterno chiste
con ese acento vuestro
y siempre que os escucho
aunque sea repasando la aritmética
digo, a ver como acaba
que seguro al final fijo, te mondas.
Con temor y temblor
tras describir el marco que nos guarda,
tras desvelar mi origen
y mi curiosa y pobre idiosincrasia
aterrizamos justo en el gran tema
por el que fuimos todos convocados:
El Domund.
A los que somos viejos
y ya peinamos canas
o no peinamos nada
como es en este caso,
El Domund nos arrastra hacia el recuerdo
de esas cabezas de chino o de negrito,
porcelanas brillantes
que en la mesa del profe nos miraban
suplicando una pobre monedita.
Domund suena a romántico
misionero de barbas plateadas
bautizando salvajes
como un bombero en medio de la selva
con el agua bendita,
a tiempo y a destiempo
a salvar a las almas del infierno
vestido con sotana inmaculada
y al borde de la olla
a donde le empujaban los muy negros
y nada veganos antropófagos
Sin ningún miramiento…
Domund suena a solapa
con esa pegatina
que te ponían los niños
después de alimentar aquellas huchas
que movían como alegres sonajeros.
Y así te perseguían por cada calle
hasta que les soltabas la moneda.
La roja pegatina
se convertía en precioso
y útil salvoconducto
para enseñar a aquellas manadas de incansables
y aturdidores pedigüeños
que te taladraban los oídos
con la frase ya mítica
de “¡una monedita para el Domund!”.
Si quitamos el polvo
a la palabra Domund
descubrimos historias
de tantos hombres y mujeres buenos
que dejaron sus casas, sus padres y sus cosas,
sus parejas, sus ropas y sus pueblos
y le dio la locura más profunda
e incurable como la del Evangelio,
que una vez que te pica la paloma
del Espíritu Santo
no hay marchas atrás que frenen sus anhelos
y se marchan a donde Dios les lleva
que no es Marbella, ni el monte, ni la playa,
ni a Roma a regir un dicasterio.
Este año nos dieron un gran lema
que original no es,
pero es certero,
que nos recuerda lo que Dios nos hizo
y vivirlo debemos.
“Bautizados y enviados” tres palabras
que encierran lo profundo
de nuestra existencia de cristianos.
Si se fijan verán que es “Bautizados
Y enviados “, en plural
pues esto de la iglesia y las misiones
lo vivimos sintiéndonos familia:
La fe no es una cosa
que uno tenga guardada en una jaula
para disfrute propio
como un canario triste.
La fe en Jesús es fuego compartido,
que se extiende a través de mil historias
y se pasa de abuelos
a padres y a los hijos.
La Fe en Jesús
vivida con realismo
y con pasión profunda
no puede quedar quieta como el agua.
La fe es fuego imparable,
es agua que se mueve irrefrenable.
Y si se queda rígida
se pudre y se anquisola
como una charca junto a un cementerio,
y la sal que animaba las comidas
se vuelve sosa caustica
que en solo criticar gasta sus días.
La fe oculta debajo
de un celemín, que es un cacharro viejo,
que por falta de oxígeno
se apaga y solo queda un humo denso
que asfixia sacristías y parroquias
y grupos y conventos.
Quede claro que juntos y en plural
somos Iglesia viva,
Viva por sus errores y sus logros,
viva por su pasión
y por seguir las huellas del maestro.
Pues seremos leprosos,
al borde del camino pobres ciegos
pero no nos paramos
y tirando el manto por los aires
sin que nadie nos calle,
con nuestro grito que nace de la entraña
más profunda del ser
siempre, siempre adelante seguiremos
arrastrando la cruz de nuestras sombras
detrás de Dios que se hizo carpintero.
“Bautizados” empieza
El lema de este año.
No hay dignidad más grande no hay titulo, ni honra más alta y mas profunda que sabernos cristianos,
los de Cristo en medio de este mundo
que ya os he dicho que se vuelve raro
difícil, muy difícil para algunos,
pero al final este es el mundo nuestro.
Dios puso en nuestra frente
la huella de sus dedos.
Dios nos ungió con su sagrado aceite
y bendijo aquel nombre que eligieron
como un regalo eterno nuestros padres,
que a veces acertaron
y a veces… se lucieron.
Dios dijo nuestro nombre en los albores
primeros de los tiempos
y por eso nacimos, hijo de Dios,
vinimos a la tierra
para vivir la vida cual presente:
las lágrimas, las risas, los amores,
las rupturas, las broncas y los duelos,
sentirnos como tonto enamorado
o buscador de abrazos
o orgullosos de sangre y de familia
o mártires por sangre y por familia.
Dios nos llama a la vida y la fe se nos dio como el regalo más útil para andar por la existencia.
Bautizados con agua que Espíritu
que nos libera el alma
y nos hace nacer como hombres nuevos,
una estirpe distinta que en la tierra
se afana por vivir ya un nuevo cielo.
En este mundo raro
a veces cibernético
dictatorial Nerón en las ideas
que nos obliga a ser
cual números sin alma, compradores
de aguas que no nos calman
de besos que están muertos,
un mundo que pretende nuestros votos
o nuestro vil dinero,
yo reivindico a golpes de micrófono
y de sentidos versos
que ser cristiano es honra, el gran tesoro
más grande que tenemos.
No somos tontos, gente no pensante,
no somos de derechas ni de centro
ni izquierdas ni políticas nos marcan
como ganado propio
cogidos por un cepo.
No somos gente sosa ni parada,
ni hay vinagre en las venas que nos laten ,
no somos aguafiestas de la vida,
no somos triste cuervos,
ni meapilas, ni oscuros chupacirios
atontados por cúmulos de incienso.
Bautizados por agua y por Espíritu
queremos ser profetas
que señalen maldades e injusticias
sin pelos en la lengua,
que el mundo necesita despertar
a tanta oveja ciega
que se contenta con seguir tirando
sin pensar un segundo
que viaja en un camión al matadero.
Hay que gritar ¡Despierta!
Hay que volver a ser observadores
y fieles centinelas
que ni bajo las aguas nos callemos
y expresemos muy libres las ideas
¡Dinamita al pensamiento único
que muy libre impone sus ideas
y señala con cruces
al que distinto piensa!.
Bautizados en una misma agua
que nos hace familia
no una estática secta,
familia con errores con aciertos
que a veces discutimos,
que a veces nos reñimos
pero nos perdonamos y sabemos
en una misma barca,
que comemos un Pan que nos recarga,
un Vino en una copa compartido
que anuda nuestra suertes.
Bautizados en una misma sangre
de un Cristo que nos une
a un corazón que late acompasado
y se sabe cercano.
Nos somos solitarios asomados a la pantalla triste de los móviles esperando un fugaz emoticono, amarilla carita sonriente.
Nos sabemos unidos
como los ventanales diferentes
colores que nacieron de un Dios prisma
que de su luz blanquísima
se deshizo en nosotros mil matices
que dan color al mundo.
Bautizados en agua
que nos lleva al abrazo
al encuentro sencillo
al beso verdadero
al vino y los pinchitos y las tardes
de parque y de paseo,
cumpleaños, y ferias y verbenas,
procesiones y alegres romerías…
Y también nuestro abrazo
cuando llegan los duelos,
presencia en hospitales
en huelgas que defienden al obrero.
Presencia verdadera
que comparte la vida
de los desarrapados
que viven peor que perros.
A duras y maduras siempre fieles
no nos sentimos solos
pues con lazos profundos nos sabemos.
Reivindico el valor de ser cristiano, de sacar nuestra fe del cajón escondido y la vergüenza.
Es cierto que la historia nos enseña
que a veces fue el error nuestra mirada,
nuestro abrazo fue espada,
nuestra sonrisa hoguera,
nuestra puerta cerrada al diferente,
nuestros ojos fiscales que condenan.
Los pastores a veces endiosados
se zumbaron sin freno a alguna oveja
y taparon las bocas del rebaño
con mentiras secretas.
Cometimos errores;
Santa y mala es la Iglesia,
“Casta meretrix” precisaba el de Hipona,
San Agustín, qué fino,
no andaba con chiquitas en el tema.
Pero sabernos flojos e imperfectos
de verdad hoy nos llena,
herederos de gloria y de fracasos
que hacen que nuestro amor
sea humilde y verdadero
como cuando descubres
que tus padres nos son los invencibles
que de niño mirabas
sino que en su maleta
también hay sueños rotos y pecados
y heridas, cicatrices
que duelen en las noches de tormenta.
Pero ahora sí, los amas como son,
y su verdad aceptas
y comprendes lo que es incomprensible
mientras sereno besas
diarios que escribieron nuestros padres
con risas y con lágrimas secretas.
Pues así es como amamos
a nuestra pobre y gran Iglesia.
Pero es hora de despejar complejos
de acallar la matraca
que tan bajo nos piensa
y que nos pone a veces
a la altura muy baja de la mierda.
Bautizados, sí, somos bautizados
y sentimos el alma
como una tempestad que nos expande
a gritar que Dios quiere a todo el mundo,
que su amor haces trizas el desierto
y vuelve en un jardín
las arenas de pueblos y ciudades
que antes eran cemento.
Dios nos rompe vergüenzas,
nos deshace las rejas de los miedos.
Nos hace despertarnos
con el agua tan fresca de la pila
bautismal, agua limpia,
que nos vuelve invencibles misioneros.
No tienes barbas blancas ni vistes la sotana también blanca ni estas en un paisaje Salpicado de alegres cocoteros. pero eres bautizado y por designio de la Providencia te vuelves misionero.
Porque no acallarás lo que es un grito
que te revienta el pecho:
¡Que Dios está muy vivo
y ya llega su Reino!
y que el Amor no solo
la letra de canciones muy románticas.
¡EL amor es Jesús
Y está muy vivo!
El Amor calmará tantos desvelos,
el Amor romperá nuestras cadenas
Que nos fijan al suelo.
EL AMOR ES VERDAD,
Y a pesar de la muerte que escupimos
en noticias de los telediarios,
tantas hipocresías,
tanta mujer vejada o enterrada,
tanto niño perdido,
a pesar de la gente cabreada
Y de tanto político corrupto,
el Amor nos sostiene en la existencia,
y nos da una palabra
que es como un flotador que nos sostiene
sobre la tempestad:
Dios nos da la Esperanza.
Y así, por fin traemos al pregón
la tercera palabra
del lema original que comentamos.
(La segunda palabra
la dejamos para un final posible
de algún oyente escéptico:. Y?)
ENVIADOS nos dice.
En el nombre de Dios
partimos cada cual de nuestras vidas.
El mensaje no es nuestro,
no somos narcisistas
que predican a cambio del aplauso,
sintiéndonos ombligo
de nuestro propio mundo.
Es Dios el que nos manda,
Jesús quien nos empuja
de la silla de ruedas
en donde dormitamos.
Llevamos una carta
de amor que no es escrita
por manos de aburridos profesores
de doctrinas que son como un ladrillo.
Nuestra carta es nacida
por la mano explosiva del Espíritu
que algunos redujeron
a una pobre paloma sin carácter.
Cuando uno siente fe
como un geyser que te sale del pecho
y se vuelve magnificat
y se vuelve cometa de los cielos
y se vuelva cual bomba de neutrones
que se expande dichosa
para contar a todos
A todas y a “todes”
la dicha de sentirnos
queridos con Amor sin condiciones.
Toño Casado dando el pregón en este mes misionero extraordinario @OMP_ES@Antonio1Moreno@DiocesisMalaga@reliesdecine@tono_casado #domund#MesMisioneroExtraordinario pic.twitter.com/Ay7djjXYoi
— javi gomez (@javimagomez) October 11, 2019
Cuando salimos nuevos de esa agua
Que es la puerta primera del bautismo,
tras vivir la hermosura de ser hijos
a veces díscolos pero hijos finalmente,
compartiendo su Pan
compartiendo su vino
sintiéndonos cual nuevos superhéroes,
Dios nos da la misión de ser testigos
de que Jesús que dio la vida en cruz,
El Señor, está vivo.
Y así salimos de nuestras iglesias de nuestras estructuras y prejuicios, nos lanzamos al mundo por no andados caminos para encontrarnos con los habitantes del mundo raro en el que un día nacimos.
Dios nos manda salir
de nuestros secos ritos,
de nuestras cómodas capillas
y de nosotros mismos.
Salir como hizo Pedro
cuando sobre la mar vio a Jesucristo
y se lanzó, que sí ,que hay que lanzarse,
porque desde el diván no se es testigo.
Un cristiano que busca
salvarse en soledad solo así mismo
se hundirá en sus costumbres, olas viejas
que baten egosimo.
¡Salid valientes!, ¡avanzad sin miedo!,
aunque a veces nos puedan los fracasos
y el “señor que no pescamos nada
que estuvimos en vela
la noche entera sin que piquen peces”
y los bancos vacíos de la Iglesia
se quedan sin un alma
ni un cuerpo que mecer en oraciones.
Y eso que pusimos un cartel
con las horas de misas y despacho.
Hay que buscar caminos
para llegar al centro de los otros.
El entorno ha cambiado.
Los muchachos musitan otro idioma
mientras viven asidos a sus móviles
que menos mayonesa lo hacen todo.
Somos de la palabra
y ellos, quitando los raperos y las luchas de gallos,
ellos son de la imagen,
de la canción, las redes cibernéticas,
las emociones fuertes, el sexo prematuro,
los pantalones rotos,
las modas que siempre están cambiando
que hay que ver como mueven el flequillo.
A veces intentamos tristemente
llevarle los mensajes
que no hay bicho viviente que descifre
o a veces no hay sermón
que te mantenga alegre sin dormirte.
Me refiero, lo saben,
a otras tierras lejanas
que seguro que aquí eso
en Málaga no pasa…
Enviados y que se nos entienda.
A veces machacamos el mensaje
que Dios nos dio tan vivo y tan precioso
y les damos estampas
que huelen a sopor y a naftalina.
Diócesis de Málaga, mes misionero extraordinario, Pregón MISIONERO del DOMUND por Toño Casado, director de musical 33. 11 de octubre, Catedral de Málaga.
— Mies (@MiesJuvenil) October 12, 2019
https://t.co/lLYQjYR4Po
Dios nos da a la loca de la casa
creatividad que sueña y pare ideas
pues vivo sigue el Espíritu santo
haciendo de las suyas
y siendo siempre fieles a la letra
la música se cambia a nuevos ritmos.
Reivindico el camino de las artes
para llevar de nuevo el Evangelio
como siempre la Iglesia
Uso con sus experiencia por los siglos.
El arte y la belleza
abre los corazones de la gente
y les hace sentir.
Esta tarde confieso
que jamás acabé
en una procesión de vuestra tierra.
Pero es buen ejemplo
de ver como camina un Nazareno
por medio de la calle
mientras mueve su pelo
la caricia callada
del silencioso viento,
los tambores, la música,
los colores, las nubes del incienso,
que hacen que muchas lágrimas
se asomen a los ojos cual luceros,
saliva en la garganta,
y el redoble en el pecho
y las saetas hondas de la tierra
que rompe contra el paso
como un mar de pasión y sentimiento.
Menos palabras viejas
y plomizos y densos documentos.
La gente está muy seca
con corazones que ahora son desiertos
y necesitan agua y abrazos y caricias
y felices momentos
que le hagan sentir
que no están muertos muertos.
Enviados sobre todo
a los que están muy lejos,
que piensan muy distinto
que como extraterrestres los tenemos.
No olvidéis que para mucha gente
las mitras y los rituales nuestros
les suenan como a chino
y que los bichos raros
a nosotros nos miran sin saberlo.
Salgamos a la calle
y no tengamos miedo
que el miedo no es producto del Espíritu,
El mensaje llevemos
A los que están muy solos
a los que están enfermos
a aquellos que les cuidan
con los ojos clavados al gotero.
Vayamos a los barrios
de ricos o de obreros,
busquemos ocasiones
que favorezcan de verdad encuentros
donde gentes de bien
se esfuercen por un mundo más fraterno.
Abramos las Iglesias,
salgamos de los templos.
En defender las causas de los pobres
que seamos los primeros.
Nos hagamos presentes tras pancartas
que piden que al planeta lo cuidemos.
Seamos voz de mujeres maltratadas,
señalemos sin freno a los corruptos
que sin freno nos roban
y venden por un par de zapatillas
a los pobres que duermen en los bancos.
Exijamos trabajo para todos:
Menos limosnas y mucha más justicia.
Que el mundo sea de Dios y se transforme
en lo que un día soñó
El Padre bueno para todos sus hijos.
Y ya voy terminando
contándoos una historia
de un colegio de monjas.
Había un niño pequeño
como de cuatro años
vestido con un babi
de cuadritos azules.
El niño sonreía
a un círculo de monjas
que así le preguntaban:
“¿qué quieres ser de mayor?”
Y el niño contestaba
mirando tras sus gafas de miope
“de mayor yo quiero ser misionero”,
decía con retintín la criaturita.
Y las monjas miraban embobadas
Y de nuevo lanzaban la pregunta
“¿Qué quieres ser de mayor?”
Ese niño era yo, Toño Casado,
Que sigue con sus gafas
Y ya no lleva baby.
Siempre quise marcharme
hacia tierras lejanas
a llevar a Jesús a los más pobres.
Mi madre me escribía en su lecho de cáncer una carta que así me recitaba “¿Quieres irte?, vete hijo. ¿Quieres ser misionero? Márchate. Tus sueños serán los míos”.
Ahora que ya estrené
33 que es mi obra misionera,
la manera que tuve
de llevar la mejor de las historias
según yo la he soñado,
ahora ya es mi momento
de marchar a otras tierras.
No sé si dejaran mis superiores
que me vaya en pos de esta llamada
que sentí cuando estaba con las monjas.
Dios dirá y mi madre desde el cielo
seguirá bendiciendo mis canciones
mientras ve moviendo la cabeza
que nadie me volvió a limpiar las gafas
como solo una madre y su ternura
lo hacían en aquellos buenos
y ya muy viejos tiempos.
Quien sabe si podré ser misionero
allá en la Patagonia
O en el Congo tan verde
O en donde Jesucristo
Dio las tres últimas voces.
Pero yo continuo llevando el Evangelio entre las manos con temor y temblor, con alegría, poniendo mis curiosas cualidades al servicio de Cristo, de la mano del Papa Francisco el argentino, otro gran misionero.
No olvidemos a hombre y mujeres
que en tierras extranjeras
deshilachan su vida y su existencia
por mostrar a Jesús y su mensaje
en medio de las balas
en medio de las guerras
en medio de desastres
en medio de los pobres verdaderos,
aquellos olvidados de la tierra
A los que ellos llevaron
la compasión de Dios y la ternura,
la fuerza inquebrantable,
la sal, la luz, la risa y las canciones.
Bautizados y enviados.
Tres sencillas palabras
que son como semillas
que darán mil espigas como fruto.
Recordad que somos misioneros.
Y la palabra Domund
nos haga más valientes y serenos,
con paz, infatigables mensajeros
de la Buena noticia.
Muchas gracias a todos, a todas.
Málaga con su mar y sus espetos
es el cielo que Dios os dio, qué suerte,
y así hay que compartirlo y disfrutarlo.
Siempre alegres salgamos esta noche
con el aire de Dios en los pulmones.
Bautizados en luz
enviados con su paz.
y que Santa María Virgen de la Victoria
os siga así animando
sabiendo que sus sueños son los nuestros
que hay que “hacer lo que el Señor aquí nos diga”
y se obrarán mil milagros
y habrá vino del bueno para todos.
Señores muchas gracias
por escuchar mis versos
y compartir la tarde.
Y ahora venga Danilo
y que a todos nos ponga
la pegatina chica esa del Domund
que creo que sin duda
lo tenemos ganado.
Y asi será mientras suena la frase:
“¿Me da una monedita para el domund?”
Brinden en esta noche por la fe
y por los misioneros.
Buenas tardes.
Buenas noches.
Toño casado
Málaga, 11 de octubre del 2019