"En las sentencias no aparece ni por asomo el término Jesucristo, ni misericordia, ni nada por el estilo" Nulidades matrimoniales evangélicamente nefastas

tribunales eclesiásticos
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Parecía que los canonistas, después de la “tarascada” que les dio hace unos años el Papa Francisco, se habían reconvertido, pero me da la impresión que están volviendo a las andadas y quieren ganar posiciones.

De entrada no me gusta el inicio de las sentencias, aunque sea una fórmula establecida. “In Dei Domine. Amen”. Esto es un uso en vano, como se decía desde siempre, e indebido del nombre de Dios, que desde luego no justifica lo que a continuación se va a decir bajo ningún punto de vista.

Las sentencias hablan que “La Iglesia como mera administradora de los sacramentos debe velar para que se reciban lo mejor posible”. Me pregunto si realmente la Iglesia es simplemente “mera” garante o, más bien tiene que ser pro-activa y protagonista de cualificar la preparación y celebración de todos los sacramentos.

Si el Derecho en la Iglesia no está impregnado de amor y misericordia, su justicia es peor que la humana. ya que se ejerce en nombre de Dios. Revisen, corrijan y rectifiquen su lenguaje y sus formas.

Parecía que los canonistas, después de la “tarascada” que les dio hace unos años el Papa Francisco, se habían reconvertido, pero me da la impresión que están volviendo a las andadas y quieren ganar posiciones. Lo que está claro es que las sentencias, en el caso de los matrimonios, son de lo más pintoresco y sorprendente. Algunos amigos me han hecho llegar desde alguna Diócesis, bañada por el Mediterráneo y regada por los calores veraniegos, varias sentencias de nulidades, con el ruego que publique algo al respecto.

De entrada no me gusta el inicio de las sentencias, aunque sea una fórmula establecida. “In Dei Domine. Amen”. Esto es un uso en vano, como se decía desde siempre, e indebido del nombre de Dios, que desde luego no justifica lo que a continuación se va a decir bajo ningún punto de vista. Y si lo fuera sería atribuirle a  Dios argumentos, tesis, opiniones y “alguna chorrada”, que sin duda son, válga la redundancia, cuanto menos opinables.

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Francisco y los jueces de la Rota
Francisco y los jueces de la Rota

Por eso desde aquí solicito, a quien haya lugar, que se elimine esa expresión de esos documentos, que induce a considerar a Dios como garante de sentencias. Así como suprimir, también la expresión “pro Tribunali sedentes, solum Deum prae oculis habentes et Christi nomine invocato”, que encabeza la parte dispositiva, ya que desde luego personalmente el Dios en el que creo y su hijo Jesucristo no creo que sentencien sin amor y misericordia, y por supuesto en términos mas pastorales. ¿Acaso el derecho está reñido con la pastoral? En todo caso si algo tiene que prevalecer es la misericordia que Jesús amplia y claramente manifiesta en el evangelio.

En las sentencias no aparece ni por asomo el término Jesucristo, ni misericordia, ni nada por el estilo. Tan sólo en el texto anteriormente citado  de manera estereotipada. Es muy extraño.

Las sentencias navegan entre opiniones psicológicas y antropológicas unilaterales que parecen de primero de Filosofía. Se plantea el concepto de “libertad” de manera cuasi infantil, de modo que al final probablemente un canonista matrimonial maduro les daría un aprobado raspado, pero claro sería difícil suspender al “In nomine Dei”.

Las sentencias hablan que “La Iglesia como mera administradora de los sacramentos debe velar para que se reciban lo mejor posible”. Me pregunto si realmente la Iglesia es simplemente “mera” garante o, más bien tiene que ser pro-activa y protagonista de cualificar la preparación y celebración de todos los sacramentos. ¿Qué está sucediendo con el Bautismo? ¿Y con la primera comunión? Cuántos párrocos hablan de familias que bautizan a sus hijos y, al día siguiente ni se acuerdan de la dirección de la Parroquia. Y de la Primera Comunión, que lamentablemente, después de dos o tres años de catequesis se convierte en la primera y la última comunión. La Confirmación ni se plantea, ya que cada vez más jóvenes, no saben ni lo que es ni lo que significa, ni les interesa. Y en el Matrimonio, los párrocos ya han tirado la toalla…cada vez son menos los que se casan por la Iglesia. Así que los canonista matrimoniales pueden empezar a prepararse para la inanición. 

Todo esto nos lleva a una reflexión sobre la “proactividad seria y responsable” en el caso de los sacramentos, ya que son la fuente principal de la gracia del Señor, particularmente el sacramento fontal de la Eucaristía.

Nulidad matrimonial
Nulidad matrimonial

Y, de nuevo en cuanto a las sentencias de “nulidad” se entra en detalles innecesarios, poco edificantes e incluso sangrantes para aquellos que han querido ante un “Tribunal”, plantear su situación personal de buena fe, y se encuentran con unas bofetadas impresionantes y unos juicios absolutamente condenatorios por parte de hombres y mujeres de Iglesia. No entienden esos señores que si alguien se ha planteado la nulidad, desde esa experiencia de fracaso, ha aprendido lo suficiente para no caer en el error. Ya me gustaría que recapacitarán sobre sus propias experiencias de fracaso en la vida, y las oportunidades que la Iglesia les ha dado. Si el Derecho en la Iglesia no está impregnado de amor y misericordia, su justicia es peor que la humana. ya que se ejerce en nombre de Dios. Revisen, corrijan y rectifiquen su lenguaje y sus formas.

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